Chapter II

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Por lo menos habían pillado también a Nancy

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Por lo menos habían pillado también a Nancy. El señor Brunner era el único que la sorprendía diciendo maldades. Tenía radares por orejas.

Pensé en su pregunta y me encogí de hombros.

—No lo sé, señor.

—Ya veo. —Brunner pareció decepcionado—. Bueno, señorita Jackson, ha salido medio airoso. Es cierto que Zeus le dio a Cronos una mezcla de mostaza y vino que le hizo expulsar a sus otros cinco hijos, que al ser dioses inmortales habían estado viviendo y creciendo sin ser digeridos en el estómago del titán. Los dioses derrotaron a su padre, lo cortaron en pedazos con su propia hoz y desperdigaron los restos por el Tártaro, la parte más oscura del inframundo. Bien, ya es la hora del almuerzo. Señora Dodds, ¿podría conducirnos a la salida?

La clase empezó a salir, las chicas conteniéndose el estómago, y los chicos a empujones y actuando como merluzos. Grover y yo nos disponíamos a seguirlos cuando el profesor exclamó:

—los chicos de por si son merluzos—dijieron Artemisa y zoe

—Eh—se quejaron en coro estos cuando vieron a la mayoria de chicas en la sala asentir

—¡Señorita Jackson!

Lo sabía.

Le dije a Grover que se fuera y me volví hacia Brunner

¿Señor? —Tenía una mirada que no te dejaba escapar: ojos castaño intenso que podrían tener mil años y haberlo visto todo.

—No eh visto todo neres—dijo este con una sonrisa serena

—Debes aprender la respuesta a mi pregunta —me dijo.

—¿La de los titanes?

—La de la vida real. Y también cómo se aplican a ella tus estudios.

—Ah.

respuesta universal de nerea—corearon los semidioses a la ves

Esta se sonrojo al tener la mirada de todos

—Lo que vas a aprender de mí es de importancia vital. Espero que lo trates como se merece. Sólo voy a aceptar de ti lo mejor, nerea Jackson.

—no presiones a mi hija quiron.—dijo poseidon enojado

—Tranquilo papá, el tiene razón —

Quería enfadarme, pues aquel tipo sabía cómo presionarme de verdad. Verás, quiero decir que sí, que molaban los días de competición, esos en que se disfrazaba con una armadura romana y gritaba «¡Adelante!», y nos desafiaba, espada contra tiza, a que corriéramos a la pizarra y nombráramos a todas las personas griegas y romanas que vivieron alguna vez, a sus madres y a los dioses que adoraban. Pero Brunner esperaba que yo lo hiciera tan bien como los demás, a pesar de que soy disléxica y poseo un trastorno por déficit de atención y jamás he pasado de un aprobado... No; no esperaba que fuera tan buena como los demás: esperaba que fuera mejor. Y yo simplemente no podía aprenderme todos aquellos nombres y hechos, y mucho menos deletrearlos correctamente

NAZ-[PJO]-wtmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora