🗿 - en este salón de baile en solitario

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Content Warning: vómito

Era una excelente hora para estar despiertos, y no sólo despiertos, de fiesta fuera de su casa por absolutamente ninguna razón. Iban a ser las cuatro de la mañana, ya habían llegado agentes de la fuerza policial por quejas de ruido, tuvieron que llevarse a alguien al hospital por sacarse la cresta de manera inexplicable, pero seguían.
La música sonaba -un poco más baja por los reclamos previos-, las luces parpadeaban cambiando de color, y era un menjunje de personas en diferentes estados de ebriedad.

Decir que era incómodo para el nórdico antisocial estar presente, sería quedarse corto.
Le era doloroso, le causaba pensamientos violentos. Unas ganas tremendas de incinerar todo, y acabar con el estúpido sonido de la música interrumpido por las conversaciones en voz alta que todos tenían al mismo tiempo, . Y todo porque al estúpido pelirrojo ese quería intentar coquetear con una chica presente ahí, y ni cagando iban a dejarlo sólo.

Verán, Matt se había desaparecido para socializar, pero teniendo en cuenta su historial respecto al intentar hablarle a una mujer, probablemente le había ido de la verga y no se aparecía para mantener esa pequeña cosa que llamaba orgullo. Tom, quien había sido el primero en ofrecerse a acompañarlo, estaba a dos tragos del coma etílico - ¿cómo no se había muerto de cirrosis aún? Eh, no le era tan de importancia. Pero Edd... ¿Dónde mierda se había metido?

Tord decidió que se iría a remojarse el rostro, pues no iba a usar depresores para mantenerse consciente, aún tenían que irse a su hogar a dormir, y después de todo habían llegado en auto.
La puerta del baño estaba entreabierta, pero la luz estaba prendida. ¿Había alguien ahí adentro? Sólo había una manera de saberlo, y por suerte -o desgracia-, carecía la vergüenza que normalmente haría que alguien se detuviera, o al menos se disculpara si ocurriera algo avergonzante.

Así que entró y- Ah.

Ahí estaba Edd.

En una piscina de una mezcla de todo lo que había comido estas últimas horas.

El olor no era muy agradable, tal como la visión del sujeto apenas despierto en el piso. Se veía de la mierda.

Si hubiera sido cualquiera, incluso otro de sus compañeros de hogar, el simplemente hubiera ignorado, se hubiera tirado agua encima, se retiraría del lugar, y no pensaría nunca más en lo ocurrido. Pero este no era cualquiera, era su compañero de vida (un termino descriptivo de su relación menos mamón que “novio”, según el sujeto que está encerrado en lo profundo de mi closet), el único al que sentía un mínimo de compasión genuina.

Obviamente debía ayudarlo, e intentó llamarle la atención tocándole el hombro. Funcionó, pues levantó su cabeza para poder mirarlo.

— Ven. Tienes que lavarte el hocico. — fue lo que dijo, mientras le ofrecía la mano para poder levantarlo.

De ahí, parecían moverse de manera automática. Ambos se remojaron, al punto que estaban completamente empapados con agua del torso para arriba. Al menos el de verde ya no tenía olor a vómito impregnado.
Pero no se fueron, no en ese momento, se mantuvieron de pie frente al lavamanos.

— ¿Qué esperamos? — cuestionó Edd, con la voz más ronca que lo normal - si era por expulsar alimento por la tráquea o por el sueño es uno de los misterios más prevalentes del último siglo.

— Nada. Puedes irte si quieres. — respondió Tord, sin siquiera mirarlo directamente. No quería regresar a las salas repletas de personas, con sus ruidosas conversaciones y luces cegadoras.

Y no se fue, pues no quería hacerlo. No iba a dejarlo sólo.
Se movió para estar atrás suyo, en vez de a su lado, y lo encerró entre sus brazos.

El varón de poleron rojo aprovechó, y tomó una de las manos del británico, para así poder darle un suave beso en los nudillos. Incluso en privado se reservaba, pues por alguna extraña razón, era ahí cuando le pegaba la vergüenza; de no haber sido por ella podría haber hecho cosas que sonrojarían a un súcubo en ese mismo baño.

— ¿Te parece regresar? A casa, digo. — preguntó el varón de poleron verde, aún con la voz tosca y ronca. Adoraría quedarse así hasta el fin de los tiempos, compartiendo calor, pero quizá sería más cómodo en la privacidad de la habitación de uno de los dos, y no en el baño sucio de alguien más.

— Por favor. — respondió su contrario, y aunque su tono de voz era inexpresivo, era básicamente una súplica por irse.

Ya podia verse recostado en la cama del británico, mimándolo, susurrándole estupideces, mientras caía inconsciente ante el sueño.
Era la situación ideal.

Se retiraron, dejando el desastre como sorpresa para el siguiente desafortunado que quisiera ir. En eso que buscaban a sus compañeros para poder irse de manera definitiva, tuvieron una muy breve conversación respecto a lo ocurrido ahí.

— ¿No deberíamos haberlo limpiado? — se cuestionó de manera irónica Tord.

No respondió de inmediato, pero al unísono, ambos dijeron — Nah. — al mismo tiempo.

— Y- ¿cómo cresta terminaste así? — ahora la duda era genuina. Dudaba que fuera el alcohol, pues lo único que tomaba en exceso era cola, y tenia una resistencia decente ante el liquido depresor.

— Ah. ¿Tu nunca has probado el pan con dulce de membrillo y jamón? — su voz sonaba igual de tosca que antes, pero su tono era el mismo jovial de siempre. Haciendo imposible saber si lo decía en serio o no.

— ...¿N-no?

— Genial. Yo hasta hoy tampoco.

Se mantuvo pensativo por unos segundos, antes de continuar la conversación — Para la próxima echale cebolla.

Hizo el gesto de pistola con una mano, apuntando hacia él. — Tu si sabes de gustos finos. — y se le escapó una risa suave.

En eso encontraron al "feo" y al "menos feo", y como había adivinado el antisocial, el pelirrojo había sido rechazado y puesto en ridículo frente a media fiesta. Del testigo de Jehová no podían sacar nada coherente gracias al alcohol en su sistema, de hecho se hallaba murmurando la letra de una canción.

Que raro. En el auto eran muchísimo menos, pero el conductor designado se sentía menos solitario.

Quizá porque su querido compañero estaba de copiloto, y no perdido entre la gente con nauseas.

[🦇]

Ola soy el trolo y tengo gusto musical horrible
Empecé esto cuando estaba sensible y con ganas de pegarle a medio mundo, terminé al día siguiente con menos odio en mi corazón y creo que se nota lol

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