Carta III

848 53 3
                                    

Escribo esto a las tres de la mañana porque siento que no hay otro momento del día en el que pueda expresar todo lo que siento.

Comencemos por el principio, cuando te vi por primera vez y lo primero que dije fue “yo nunca sería suficiente para ese chico”, desde el primer momento te admiré, y cuando te fui conociendo poco a poco cada vez más.

Sabía perfectamente que eras un gran artista, pero no esperaba que fueras a ser también un amor de persona y sobre todo, un amor de persona conmigo.

Me cuidaste y me escuchaste cuando yo no te lo pedí. Me sonreías como si fuera la única persona que habías visto en el mundo,  y me comprendías perfectamente incluso siendo aparentemente muy diferentes.

No sé que me hiciste pero cada día me daba más cuenta de lo mucho que me gustaba conocerte mejor y bromear contigo de cualquier cosa.

Tú y yo sin darnos cuenta creamos un código y sin entender muy bien como habíamos creado todo eso, disfrutamos de cada momento sin saber lo que venía después.

Todos esos códigos, esas risas y esos roces accidentales hicieron que rápidamente cayera por ti, admito que ya me habías llamado la atención desde la primera vez que te escuché cantar, pero es que cuando te conocí supe que ya no había manera de retroceder.

A lo mejor no soy capaz de decirte todas estas cosas a la cara, pero créeme cuando te digo que las siento y que cada día son más reales.

No sé si esto va a llevar a alguna parte, pero ojalá te apetezca acompañarme en el camino mientras hablamos de cualquier cosa.

Creo que nunca nadie me ha entendido tan bien como me has entendido tú, y te estoy muy agradecido por eso.

Aunque en verdad me cuesta mucho destacar algo concreto por lo que darte las gracias. No te miento cuando te digo que eres un sol, me parece increíble como es verdad que aún siguen existiendo personas como tú en el mundo, porque sinceramente creo que están en peligro de extinción, y yo tengo mucha suerte de haberte conocido.

Ahora estás durmiendo a apenas unos metros de distancia de dónde estoy yo, nunca pensé llegar a esta situación y menos contigo.

Nunca pensé que le entregaría mi corazón a alguien más hasta que apareciste tú, se podría decir que me has hecho volver a creer en el amor, y sin duda no me arrepiento de nada de lo que está ocurriendo.

Vivo con el miedo de que un día te despiertes y te olvides de mí, de nuestros recuerdos y de todo lo que hemos construido. Pero si tú algún día decides despedirte, lo afrontaré y lo aceptaré. Aunque no te voy a mentir, en mi rostro no aparecería una sonrisa verdadera, pero priorizo tú felicidad a cualquier deseo egoísta que pueda tener, así que lo entendería.

Espero que te quedes a mi lado durante mucho tiempo más, no sé cuál es la fecha de caducidad de esto, pero espero que sea lo más tardía posible.

Pase lo que pase quiero que recuerdes que te quiero, te quise y te querré. Y si alguna vez los astros deciden que este es nuestro fin, me gustaría decirte que lograste hacerme feliz, y que ojalá yo pudiera conseguir una mínima parte de lo que tú has conseguido.

Estoy orgulloso de ti, gracias por hacerme ver el mundo con otros ojos.

Te amaré siempre.

Las palabras que siempre te quise decir | Alvaul / Polvorones Where stories live. Discover now