Capítulo 1

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5 años después

Decido hoy salir a divertirme un poco, tomar y olvidar absolutamente todo, dejarme llevar por el momento, hacía mucho que no salía, después de llegar al bar me tomo algunas copas de más.

Después de varios minutos en el bar me fijo en un hombre muy atractivo de ojos verdes, con el pelo castaño claro, físicamente muy bien formado, parece un dios griego, aunque también me es algo familiar, pero con todo lo que eh tomado me cuesta ver muy bien, puedo sentir como él también no me quita el ojo de encima sonrió coqueta, el me devuelve la sonrisa acercándose a mi lado.

Tomamos algunas copas de más, puedo sentir la tensión sexual que hay entre nosotros en este momento, hacía demasiado tiempo que no mantenía relaciones sexuales con nadie, con lo cual también estaba algo desesperada, bailamos un poco, tomamos más alcohol.

El sin previo aviso me agarra de la mano, para salir e ir a los baños, el cierra la puerta con llave y comienza a besarme desenfrenadamente, mientras una de sus manos comienza a bajar hasta llegar mi vagina, va dando ligeros masajes, aparta un poco mis bragas para meter uno de sus dedos, no puedo evitar gemir de la sorpresa mientras nos besamos, el mete otro dedo en mi interior mientras va entrando y saliendo lentamente, mientras voy gimiendo despacio en su oído, este hombre sin duda alguna sabe cómo satisfacer a una mujer.

lo empuje un poco haciéndole sentar en la taza del servicio, él me miraba y me levantaba el vestido, me senté encima de él a horcajadas meneando mi cadera acercándome y alejándome de él el estaba duro y erecto.

Fue ese momento en que me levante un poco separando la tela de mi braga y con su glande sobre la entrada de mi vagina fui sentándome despacio hasta estar sentada por completo con su miembro dentro de mí, haciéndole gemir de la sorpresa, haciéndome gemir del placer y que mi cabeza se echara hacia atrás cerrando los ojos para disfrutar del momento, dándole la vista completa de mis pechos, estaba ardiendo pero no sabía si era por el alcohol o por lo excitada que me sentía, era increíble lo que me hacía sentir, me sentía viva, aunque cuando comenzamos a besarnos sabía que estaba cometiendo un error porque recordaba quién era, pero mi cuerpo no podía dejar de reaccionar a él cuando me tocaba.

Después de varios minutos siento como se corre en mi interior.

Me incorporo bajando el vestido, salimos del baño el pone su mano sobre mi trasero, el me guía hacia la salida, cogiendo un taxi, porque ninguno de los dos estaba para conducir, habiamos llegado a un hotel, sin previo aviso el se abalanza sobre mi besándome cayendo sobre el sofá que estaba en el salón del hotel e intento incorporarme encima de él, mientras voy desabrochando su camisa, al tiempo que el va metiendo su mano por debajo de mi vestido, desabrocha mi brasier, el comienza a jugar con mis pechos, bajo la cremallera de su pantalón, y su bóxer exponiendo su miembro, ambos estábamos excitados y con muchas ganas de tocarnos.

—Que sea fuerte y duro—Le susurro al oído de manera sensual y erótica.

El me penetra de una sola vez, suelto un fuerte grito de dolor, pero a la vez de placer.

Comenzaron los espasmos al tiempo que yo subía y bajaba encima de él, ayudándome de sus movimientos, mientras el me agarraba con sus manos de la cintura guiándome, cuando note su miembro en mi interior totalmente hinchado, me incliné poco a poco a besarle los ojos, la nariz y la boca.

Un beso lento y apasionado, pude sentir cuando empezó a correrse en mi interior nuevamente.

El beso más largo, nos hizo sentir más excitados que nunca, seguíamos en el sofá ambos besándonos, sin previo aviso el me levanta apretando fuerte mi trasero aún estando en mi interior, yo no dejo mirarlo, mientras el camina conmigo en sus brazos.

—creo que el dormitorio está hacia la derecha—Le digo susurrando al oído para guiarlo.

Al llegar a la habitación nos pusimos a
tocarnos uno al otro por puro placer de sentirnos, el me deja sobre la cama, estaba muy cachonda en lo único que pensaba era en volver a sentirlo en mi interior, creo que era por el efecto del alcohol.

Me tumba en la cama mirando abajo y
el me levantó las piernas poniéndolas en tijeras, se acerca a la mesilla de noche sacando un lubricante, aproximó su miembro a mi culo.
Noté que entraba con algo de dificultad, el salió y comenzó a estimular mi ano metiendo un solo dedo, después de varios minutos, el iba entrando lentamente su miembro y saliendo sin prisas hasta llegar a lo más profundo al tener mi cabeza tocando sábanas y el resto del cuerpo a su disposición.

Tanto estaba yo llena de regusto que
comencé a mover mi cadera en círculo para sentir mejor placer y darle mayor gusto a él, Desparramó su miembro todo el semen, recién creado después de un largo mete y saca con el que me dejó casi sin respiración, no podía parar de gemir y gritar del placer, me hacia sentirme en las nubes, ambos estábamos bajo el efecto del alcohol, cada vez que nos besamos podía saborear aún el alcohol en sus labios.

Sacó de mi culo su miembro, me tumbó en la cama de cara al techo y Se puso hacerme una oral, no tarde en tener otro orgasmo nuevamente.
Nos quedamos uno sobre el otro, satisfechos y a la vez con más ganas aún.

No nos habíamos dicho ninguna palabra, porque nuestros cuerpos ya habían dicho todo lo que tenían que decir.

A la mañana me levanto con fuerte dolor de cabeza todo me da vueltas, la habitación está echa un desastre, contemplo por unos minutos al hombre que está acostado a mi lado, dándome cuenta que es Matt.

—Mierda—Me maldigo a mí misma, como pude caer tan bajo y volver acostarme con él después de todo el tiempo que a pasado, me levanto recogiendo todas mis cosas para salir rápidamente de allí antes de que se levante—Ojalá sea la última vez que te vea—Le digo susurrando

Una sola noche Where stories live. Discover now