Capítulo 12. Party is over

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Sonaba Bad Bunny a todo trapo. Naiara bailaba feliz. Habíamos decidido cenar algo después de esas cervezas de más e irnos a nuestra discoteca de confianza en Chueca. Se encontraba en la calle Libertad y tenía dos plantas. El piso de abajo solían dejarlo para la gente conocida del mundillo, así podías salir sin tener la presión de los fans encima de ti.

Normalmente no bajaban periodistas o personajes de la prensa rosa ya que las dueñas del local eran bastante respetuosas y pasaban a gente que perteneciamos, de algún modo, a su circulo conocido.

Allí abajo te podías encontrar a actores como Mario Casas o a influencers como Dulceida, Paula Gonu o gente del mundo de la música.

Al llegar unas cuantas fans nos saludaron en la puerta.

- ¡Viiiiiooooooleta! Deu meoo. - me decía una. - Eres guapísima tía.

- Ohhh, ¡tú también!

- ¿Te harías una foto conmigo para mi hermana? Más fan no puede ser, se tragó el OT23 enterito por ti.

- ¡Claro! ¿Y si le mandamos un video y le decimos algo?

Dicho y hecho, siempre que podía dedicar un poco de ratito a las fans lo hacía. Estoy dónde estoy y tengo la vida que tengo gracias a ellos. Naiara también se paró a hacerse alguna que otra foto y finalmente pasamos dentro y bajamos abajo.

- Vaaa moo nooooss - gritaba la maña. - ay nenaaa, no sabes las ganas que teníaaaa de salir así de fiesta. Necesito 8 shots.

- Sí, ochenta te voy a dá. - me reía.

Ibamos cogidas de la mano de camino a la barra para pedir. Por el camino me encontré con dos o tres conocidos a los que sonreí y guiñe con cariño.

- ¿Que vas a querer? Yo un Ron Cola.

- Ginebrilla yo creo, con tonica.

- Holaaa guapa. - saludaba la morena entre gritos a la camarera. - Estoyyy de vuelta al ruedo, vengo fina a cervezas, ponme un ron cola pa' mi y un GinTonic pijo pa ésta.

Le dí un codazo y la miré con cara de cállate idiota.

Me vibró el movil. Tenía unos cuantos Whatsapp y me seguían llegando más de Denna.

- Mira, la rubia me escribe. - le señale el movil con los ojos a Nai.

Cushaaa voy rbirracha.

A mi todavía me queda pa estar a tu nivel peaso de sinverwensa

Ma io de la lengua sin quere rcon la Ruslai

Que dise tú de Ruslai? Ruslana dices??

Si tia cago en la maaa perdoname se ma escapao que qires ve ra Violeta

uY quie quieres ver a Chiara, violeta ere tu jajajejejejaj

Tia Almudena para de beber, en serio

Te ha dicho algo del SOMles?

...

...

En línea

...

...

Almudena coño

Ay si perdnda joe, no sabe nada ma dicho

no sabia ni lo q era el festivla ese

no tr rayes

tq chao


Y tal cual se fue de Whatsapp. Bueno, no se si lo que me había dicho era bueno, era malo, si Ruslana le iba a decir a Chiara que yo la quería ver... Debí cambiar mi expresión porque Naiara se percató.

- ¿Que ha pasado?

La música estaba realmente alta, mientras bailabamos un poco de lado a lado me acerqué a su oído y le conté.

- Resumiendo mucho muchísimo, me han ofrecido ser cabeza de cartel en un festival y he dicho que sí, todo guay, visibilidad lgtb y demás. Se lo han propuesto a Chiara, no ha aceptado aún por lo que sé y le dije a Denna que quería verla y se le acaba de escapar con Ruslana.

Naiara abrio la boca sorprendida y se acercó a mi oído.

- ¿Y que hace Denna con Ruslana?

- Estan en un concierto en Londres

- ¿QUE?

- QUE ESTÁN EN UN CONCIERTO EN LONDRES, CANTANDO.

- Ahhhhhh... Pues se lo va a largar a la guiri que lo sepas. - sentenció. - ¿Te preocupa?

- No lo sé... - pusé cara de amargamiento.

Naiara me indico con el dedo que cambiara la cara y disfrutara y así fue. Nos empezamos a deshinibir por el alcohol. La bichota se había hecho con el control de los altavoces y sonaba su nueva canción.

Naiara y yo bailabamos moviendo las caderas al ritmo de la música, su mano en mi cuello y la mia en sus caderas. El perreo intenso y hasta el suelo.

- Vamos a por tequila. - me dijo al oído medio gritando.

- Nena que yo voy borrachisima ya, ¿eh?

- Andaaaa

Me cogió de la mano y me arrastro a la barra mientras pedía sal y limón. Aquella parte baja tendría unos 80 metros cuadrados y más de 50 personas. Me quedé empanada mirando entre las cabezas de la gente y hacía las escaleras que comunicaban con la parte de arriba.

De repente el estomago me dió un vuelco y unas ganas de vomitar horrorosas aparecieron. Cogí a Naiara de la mano y la tiré hacia mi señalandole las escaleras con las cejas.

De repente allí estaba ella. Igual que hace cinco años y a la vez tan diferente. Chiara bajaba sonriendo, absorta de todo, con su melena por los hombros, su pelo ondulado y envuelta en un halo que solo ella tenía.

The kisseable girl - KIVIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora