Pago (Itasasunaru)

Capítulo 43

La ventana se abrió con extremo sigilo, se coló en el pasillo con habilidad, bajó al área de experimentación, sonrió con maldad, caminó lentamente a la cámara de seguridad, abrió la bóveda y sacó algunos frascos que ayudarían en su objetivo, cerró lentamente, salió del lugar, corrió por el pasillo hacia el área de laboratorio y estudios, tomó una orden médica, la llenó con cuidado y la colocó sobre la papelera de órdenes médicas, caminó lentamente observando el lugar, se paró fuera de la habitación del Uzumaki, observó la puerta con la mirada perdida por minutos, escuchó una voz, corrió desapareciendo con velocidad.

….

La puerta de la habitación sonó, ambos Uchihas observaron a un par de enfermeras llegar -buenos días Uchiha-sama, venimos por Hokage-sama para un escáner de cuerpo entero, lady Tsunade dió la orden para una revisión detallada de su condición -Itachi giró su mirada a Sasuke, ambos se entendieron con la mirada disimulada, las enfermeras acomodaron en una nueva camilla al rubio -iré yo, cuida a Aiko, no sabemos su objetivo, manda avisar a Tsunade-sama -el menor asintió, ambos ojiazules eran objetivos de la maldita; Itachi ocultó su presencia y su chakra, siguió a las enfermeras hasta el laboratorio, observó cómo preparaban a su pareja, lo acostaron con cuidado en una nueva camilla, una enfermera entró tras ellas, comenzó a preparar una inyección -haremos un exámen de contraste -una de las enfermeras la vió con duda -en las indicaciones de Tsunade-sama advirtió que ningún medicamento más que suero en este momento -la enfermera sonrió, levantó una orden -aquí está la autorización de Tsunade-sama, quiere revisar a detalle, al parecer tiene dudas de la condición de Hokage-sama -las enfermeras se vieron con duda, revisaron la orden, asintieron, la nueva enfermera tomó el brazo del chico -disculpa, no lo harás por goteo?, inyectarás directo? -la enfermera nueva apretó el ceño -le urge  los estudios a Tsunade-sama, no debemos hacerla esperar -asintieron, los ojos de Itachi giraron, una de las chicas tropezó cayendo sobre la enfermera con la jeringa -demonios, tiraste el medicamento, es bastante caro, deberías ser cuidadosa -la chica se disculpó en seguida -lo lamento, no sé qué sucedió, me mareé -ambas se levantaron, la segunda enfermera observó cómo volvía a tomar el líquido con una nueva jeringa, levantó su mano y lanzó un manotazo lanzando la jeringa al suelo, la chica vió con coraje a la que la agredió -qué demonios les pasa a ambas?, las reportaré si no me dejan hacer mi trabajo -negaron -no por favor, algo sucede, mi mano se movió sola-

La puerta se abrió de golpe, la rubia Senju entró -quién demonios ordenó este estudio? -la enfermera desconocida levantó el documento -usted firmó está autorización Tsunade-sama, sólo vine a sacar un estudio de contraste, pero no me dejan hacer mi trabajo -la rubia rompió la hoja -yo no ordené nada, de dónde sacaste esto? -la chica negó sin entender -usted me la dió hace unos momentos, no entiendo -la senju apretó el ceño, tomó el líquido que pensaban inyectar y lo olió, levantó su mirada -¿quién eres?, esto no es líquido de contraste -la enfermera apretó el ceño, corrió tratando de escapar, la rubia paró su camino, la chica giró, con velocidad, brinco entrando en la rejilla del techo, Tsunade gritó para aumentar la seguridad, sabía que Itachi iba tras la chica.

Una sombra negra comenzó a seguir a la extraña mujer ágilmente, acechaba a su presa con calma, la chica salió de la tubería del aire acondicionado hacia el elevador, brincó entrando en el pasillo de escaleras, al salir corrió hasta el bosque a gran velocidad, giró hacia su espalda sin ver a nadie, pero su instinto le decía que alguien estaba ahí, no debía parar, aumentó la velocidad entrando de un brinco al bosque de la muerte, subió entre los árboles tratando de perder a su rival, no había nadie, apretó el ceño, paró de golpe, talvez sólo estaba imaginando, debía volver o todo se vería sospechoso, giró lentamente, caminó con cautela escondiéndose tras los árboles, qué demonios sucedía?, giró su mirada de un lado a otro, caminó lentamente estando alerta de su ambiente, se escuchaban los sonidos de los pequeños insectos y el aire mover las hojas de los árboles y arbustos, sonrió victoriosa, nadie la había seguido, más segura comenzó a caminar con calma, una rama tronó, levantó su rostro con velocidad, había un par de pájaros revoloteando sobre el gran árbol a su lado, negó con fastidio, tenía delirio de persecución, cómo demonios había fallado su plan?, porqué llegó la Senju?, no le había dado oportunidad a esas malditas enfermeras de salir y alertar, era un procedimiento de rutina, no había forma, nadie los había visto entrar, se aseguró de que la gente de guardia estuviera en su cambio de turno, ahora la seguridad del bastardo Uzumaki aumentaría, mordió su dedo con coraje, una rama más se rompió, giró con velocidad observando a un conejo en el lugar, escuchó unos pasos, giró poniéndose en guardia, levantó nuevamente su mirada escuchando a cuervos graznar, apretó el ceño, giró nuevamente escuchando a más aves rodearla, comenzó a correr siendo atacada por ellas -malditas, qué demonios les sucede? -trató de golpearlas, un pequeño llanto se escuchó -porqué me lastimas? -giró con terror al ver a un pequeño Aiko sangrado arrastrarse por suelo en un camino de sangre bastante aterrador -nooooo, tú deberías estar muerto -corrió a tratar de atacarlo, pero sólo destruyó el suelo creando una grieta en el piso, el llanto del pequeño comenzó a escucharlo con fuerza en todo el bosque, tapó sus oídos con desesperación, cada vez se hacía más fuerte, se unió el sonido de los graznidos de las aves, la chica comenzó a correr sin control alguno tapando sus oídos, abrió sus ojos con terror al caer en una bajada inclinada, rodaba sin poder detenerse golpeándose entre los árboles y piedras con violencia -aaaaaahhh…

-Noooo… -los cuervos la atacaban con picotazos rápidos arañando su cuerpo -noooo malditas aves… -el llanto del pequeño aumentaba comenzando a desquiciarla -aaaaaahhh cállate bastardo, cállateeeeeee… -perdió el control de sus emociones y el henge, mostrando un rostro desquiciado, Sakura Haruno, su cabello despeinado y el de la ropa del psiquiátrico eran evidentes, la chica se levantó con dolor, comenzó a correr huyendo del ruido estridente que el llanto y los graznidos provocaban, cogeaba, una rama atravesaba su pierna, no se había dado cuenta -malditos, malditossssss… -corrió sin ver un cable ninja que la derribó, este se incendió cubriendo su pierna por completo -aaaaaahhh dueleeeeee déjenme en paz -una víbora se envolvió en su brazo, trataba de sacarla de su cuerpo -aléjate maldito reptil, suéltameeeeee -la mordió en distintas ocasiones, su cuerpo comenzó a arder con un dolor demasiado intenso, trató de sacar con ninjutsu médico el veneno, pero no podía concentrarse.

Levantó su mirada al cielo que se hacía rojo, unos enormes ojos sharingan se mostraron en el cielo -creíste que sería fácil lastimar a mi familia y continuar tu vida maldita desquiciada? -esa voz?, Sakura levantó su mirada con terror al ver unos ojos onix, el Uchiha levantó su tanto y cortó su cabeza -aaaaaahhh… -la chica sintió un inmenso dolor en el cuello, vió rodar su cabeza y su cuerpo derrumbarse a su lado, Itachi levantó su pie y lo estrelló en su rostro una y otra vez; cómo podía seguir sintiendo dolor si su cabeza rodaba, parpadeó, su cuerpo entero estaba colgando en un lazo -te gusta lastimar a los niños, veamos cuánto puedes soportar -abrió sus ojos con terror la Haruno al sentir como rompían sus huesos cómo si fueran de unisel, dolía demasiado, su garganta se desgarraba de tanto gritar -qué sientes hija de puta?, quiero escucharte -tomó su brazo, levantó su pie apalancándoce de su abdomen y lo arrancó con violencia -noooooo para… te lo ruego, duele -Itachi la vió con desprecio -no pararemos, tengo bastante tiempo, setenta y dos horas de inimaginable dolor -Sakura abrió sus ojos con terror, su cuerpo comenzó a arden en llamas, su piel se derretía por la grasa en ella, podía ver sus huesos en algunos puntos, su ojo reventó por la temperatura, sentía todo a detalle, el dolor era extremo -aaaaaahhh… -los gritos llenaban el lugar.