𝗦𝗘𝗡̃𝗢𝗥𝗜𝗧𝗔 || 𝘠𝘰𝘶𝘯𝘨 𝘔𝘪𝘬𝘰

06.

—Entonce', ¿va' a explicarme ese suspiro o seguirá' mirándome?

—Ehh, yo... Es que, um— tartamudeo un poco intentando explicarse sin demostrar los tragos que llevaba encima.

—Ya veo, ¿por qué no empezamo' de nuevo?— dijo la puertorriqueña y luego colgó.

¿Qué?

La cabeza de Emi no procesaba nada hasta que, unos segundos después, lo entendió.

Videollamada entrante de Young Miko

Oh, Dios. Ahora sí debía actuar normal.

Carraspeó la garganta y contestó.

—Hola, Victoria— sonrió tímidamente.

—Hola, Emilia.

—Eh, ¿Cómo estás?— dijo cuidando que su tono de voz no delatara su mente alcoholizada.

—Bastante bien, ¿Tu?

—Igual, si. ¿A qué se debe el honor?

—A nada en específico, solo quería llamarte. ¿Algún problema?—su voz desafiante y ronca alteró la química cerebral de la streamer.

—No, no. Solo preguntaba, nunca habíamos hablado de esta manera— y por más que lo intentó, arrastró las palabras y se delató.

—Ahora lo entiendo, estaba' bebiendo.

—Bebiendo agua, si.

—Claro, agua. Tu lengua enredada no dice lo mismo— chasqueo la lengua divertida.

—Bien, si, puede que haya tomado algunas cosas. El guayabo en un rato será fenomenal—, su tono de voz sarcástico no pasó desapercibido por la cantante.

—¿El guayabo?—preguntó confundida.

—Ah sí, dialecto, claro. Guayabo es resaca en Colombia.

—Esta bien, ¿Por qué no duermes' un rato y luego hablamo'? Debería' descansar.

—Pero eso es lo que he estado haciendo todo el día— hizo un puchero pequeño que desconcentró a la rapera—. Hablemos, estaba bastante desparchada antes de que me llamaras.

—¿Desparchada?— sacudió la cabeza en forma de confusión.

» Entonces, ¿De qué quieres hablar?

—No lo sé— realmente, justo ahora no sabía nada, solo quería que la puertorriqueña le hablara, pero claro, eso no lo iba a decir en voz alta.

Pasaron un largo rato hablando, la peliblanca siempre haciendo reír a la castaña o haciéndola sonrojar, disfrutaba mucho de esto último.

—Bueno, chula, también puedo contarte lo que he estado pensando sobre el concierto en tu ciudad. Haré un after y definitivamente está' invitada. Puede' ir con tu' amiga' pero me haría feli' que no' conocieramo'.

—Hablaré con ellas y te diré pero supongo que dirán que si. No son muy rogadas a una fiesta.

—Pero, ¿Tu quiere' conocerme?

—Si sabías que soy tu fan, ¿no? Obviamente quiero conocerte— señaló con obviedad.

—Eso lo sé pero quiero saber si quiere' conocerme como amiga'.

—Claro que quiero conocerte, eso me haría muy feliz. Eres como un sueño— la boricua alzó las cejas a modo de sorpresa.

En ese momento se arrepintió de decir eso último, ¿Cómo podría decirle algo así?

»Olvida eso, no debí decirlo—. Bajó la mirada ante los muy imponentes ojos que la observaban a través del teléfono.

—Creo que si debería' descansar— señaló burlona.

—Si, ya voy a descansar un rato y eso—mencionó mientras jugaba con sus dedos nerviosa.

—Hablamo' otro día, ¿está bien?

—Si, no te preocupes.

Poco después de eso colgaron su llamada y Emilia realmente esperaba que, cuando el efecto del alcohol desapareciera, no recordara nada.

Que vergonzoso había sido todo eso.

Se dispuso a hacer sus necesidades y limpiar el desastre de copas y botellas a su alrededor para luego recostarse e intentar dormir.

Estaba a punto de caer en un sueño profundo hasta que su celular vibró.

Te veías linda sonrojada.

Soltó un largo suspiro y evadió por completo la sensación agridulce que invadió su pecho. No contestó el mensaje, luego podría lidiar con las consecuencias de la situación, por ahora solo dormiría un rato.

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Ya casi se conocen, lo juro.

No olviden darle a la estrellita.

Un beso, Mar.