𝗦𝗘𝗡̃𝗢𝗥𝗜𝗧𝗔 || 𝘠𝘰𝘶𝘯𝘨 𝘔𝘪𝘬𝘰

08.

Emilia no sabía si estaba más emocionada por el concierto o por conocer a la cantante. Le temblaban las piernas, se mordía las uñas y miraba para todos lados.

Llevaba su cartel enrollado en su mano y no paraba de pensar en la reacción de la rapera al leerlo. Según ella era algo bastante tonto, tal vez no era tan ingenioso pero le gustaba la idea de que Miko lo leyera, quería probar si podía volver a ponerla pachosa.

Ya se encontraba en la fila de las personas que se situaban en los primeros asientos del concierto. Ama, Ari y Samy estaban con ella, divagando un poco mientras esperaban a que abrieran las puertas para ingresar. En algún momento, alguna debió alejarse para tomarse una foto con algún seguidor y realmente a ninguna le molestaba, si eran respetuosos, claro.

Cuando comenzaron a avanzar y por fin se movieron de su lugar, no pudieron evitar soltar gritos de emoción y engancharon sus brazos entre las cuatro. Decidieron grabar algunas historias para Instagram; eran las chancludas en un concierto, claro que debían hacer mucho contenido y tener muchos recuerdos.

—Estoy emocionada chicas, ya quiero gritarle cosas bien locas a mi esposa— dijo Ari ya un poco más calmada.

—Igual no podemos gritarle tantas cosas, aquí la novia presente se pone de tóxica— dijo Samy burlona al recordar la vez que se metió en la llamada de Emi con Miko y alabó de muchas maneras no aptas para niños a la cantante, terminó con un golpe de un zapato volador por parte de la colombiana.

—Deje de ser exagerada, quien la manda a ponerse de sapa— rodó los ojos— y que quede claro que Vicky no es mi novia.

—Si hasta le dices Vicky, güey. Para mí que ustedes si van a terminar en algo— todas asintieron con la cabeza ante el comentario de Ama.

—Nadie sabe nada, no puedo asegurarles nada a futuro. Lo que si puedo decirles es que voy a hacer algo loco.

—¿Algo más loco que decirle que te toquetee?

—Si, mucho más loco— se quedó en silencio unos segundos dando un poco de intriga a lo que diría a continuación—. Voy a lanzarle un panty, así modo joda, re tranqui.

—Pero tú estás loca, güey. Aunque yo también lo haría, pero tengo pareja y saben que produ es el único que puede ver mi ropa interior.

—A Juan si le molestaría un poco que yo hiciera algo como eso pero tendría maneras bastante interesantes de arreglarlo— dijo Ari subiendo y bajando las cejas rápidamente.

Todas hicieron un gesto de asco ante la imagen mental, en especial la hermana de la rubia.

—¡Cállate! No quiero saber que cosas haces con Juan, yo no sé cómo reaccionaria Filis pero me daría pena así que no lo haría.

—Bueno, menos mal porque, de nosotras cuatro, solo yo puedo lanzarle ropa a Miko.

—Les dije que era bien pinche tóxica.