𝗦𝗘𝗡̃𝗢𝗥𝗜𝗧𝗔 || 𝘠𝘰𝘶𝘯𝘨 𝘔𝘪𝘬𝘰

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—¿A bailar?— preguntó— ¡Alto ahí, vaquera! A mí no me gusta bailar.

—¿Me va' a negar un baile, señorita? Si tú sabe' que yo lo que quiero e' verte perrear.

—Esta bien— se rindió y tomó la mano que la platinada le ofreció— pero, ¿y la música? Además, ¿No crees que es un poco raro bailar solas?— miró a su alrededor y se sintió intimidada por el gran salón vacío.

La boricua solo le atinó a rodar los ojos, aplaudió dos veces y empezó a sonar una canción bastante sugerente por los altavoces del lugar, la colombiana la miró extrañada por su acción a lo que Miko solo se pegó al cuerpo de la castaña y comenzaron un baile bastante lento que las mantuvo hipnotizadas por un buen rato.

Bailaron por mucho tiempo, dejándose llevar de las emociones y las canciones, restregando sus cuerpos incluso cuando la canción era una bachata y no un reggueton.

—¿Has pensado en hacer una bachata?— se giró en los brazos de la rubia para verla a los ojos. Tuvo que subir su cabeza para mirarla porque Miko era bastante más alta que Emilia, cosa que las tenía fascinadas a ambas.

—Lo he pensado, si, pero no se han dado la' cosa'— dijo recordando esas veces que la idea cruzó por su mente. 

—Me gusta tu voz melódica, tal vez quedaría bien en una bachata— se encogió de hombros y ambas olvidaron el tema para seguir bailando por un rato más. Cuando ambas estaban cansadas, se sentaron y charlaron hasta que dieron las horas de la noche y decidieron ir a cenar al lugar más romántico del mundo; Mc Donald's.

Emilia no trajo abrigo puesto que pensaba que no iba a llegar tan tarde a su casa. Error. Pero Victoria supo resolver la situación y, de su auto alquilado por ese día, sacó dos grandes hoodies. Uno para la castaña y otro para ella.

Una mujer que resuelve.

Iban bien abrigadas, por el frío y para no ser reconocidas. Se subieron al auto y hablaron durante todo el trayecto de algo que estaban planeando desde hace bastante; un viaje a Puerto Rico y a Colombia. Ambas querían visitar el país de la otra y a su vez, visitar sus hogares. Decidieron que cuando Miko tuviera dos semanas libres harían ese viaje. Cuando llegaron al lugar estacionaron pero antes de bajarse, Emilia detuvo a la chica.

—Hay un automac aquí, no es necesario bajarnos del carro.

—¿No quiere' bajar?— su voz baja y ronca resonó por todo el lugar.

—Bueno, eso nos evita cualquier acercamiento de fans y eso— dijo un poco intimidada por la chica que tenía en frente.

—E' cierto, ¿pero entonce' dónde comemo'?

—Podemos ir a mi casa, no creo que a Samy le moleste— mencionó pensando en su mejor amiga y recordando el extraño mensaje que le había mandado esta tarde.

—Ella no está en tu casa justo ahora, mami— sonrío sugerente a lo que la streamer frunció el ceño.

—Ahora que lo pienso, si fue raro que pudieras subir a mi apartamento así como así. Fue ella, ¿No?— su cabeza hizo click— por eso el mensaje raro de hoy.

—¿Hasta ahora lo nota'? Ella dijo que no estaría hoy y que podríamo' divertirno'— hizo comillas con sus manos en la última palabra.

—¡Dios no! Que pena contigo, voy a cascar a la sapa esa— se tapó la cara con ambas manos, ocultando su sonrojo. Miko se acercó lentamente y le quitó las manos para observarla profundamente.

—Tranquila, cuando no' vayamo' a divertir— hizo un tono burlón al mencionar la última palabra— ella no sabrá.

—Si, bueno, eh-. ¿Vamos a comer en el restaurante o no?— cambió de tema pero Miko lo dejó pasar porque sabía que afectaba— de buena manera— a la chica a su lado.

—Vamo' a tu casa. Prometo tener la' mano' quieta'— levantó ambas manos en signo de paz.

Ambas sonrieron sabiendo que era una vil mentira, Victoria prendió el carro y avanzaron al automac. Cuando llegó el momento de ordenar, fue Emilia la que hablo para prevenir que Miko fuera reconocida.

—Buenas noches, ¿Qué desea ordenar?— se escuchó una voz femenina y juvenil al otro lado del intercomunicador.

—Buenas noches, amiga, me das dos Big Mac doble con extra tocino y extra queso, en combo y con un mcFlurry de m&m's con chocolate, porfi— Miko la miró sorprendida ante el descaro de haber pedido por ella y ante la idea de toda la comida que iban a tener. Emilia notó la mirada de la platinada y se sintió nerviosa— ¿Quieres también mcFlurry?— la boricua solo negó con la cabeza.

—Bien— retomó su charla con la chica al otro lado del altavoz— eso sería todo. Gracias.

Una vez el pedido listo, se acercaron a la ventanilla para reclamarlo. La puertorriqueña se puso la capucha del hoodie para evitar ser vista. Aún así, tuvo que recibir la comida puesto que la colombiana estaba muy lejos de la ventanilla. La chica que las atendió notó un cabello platinado y unos ojos azules, no la reconoció al instante sino hasta después, cuando ya se encontraba en su casa y analizó la situación. Reconocer los tatuajes de la cantante era bastante fácil para alguien que podría considerarse fan.

—Muchas gracias, bonita. Ten buena noche— gritó la castaña para que la chica dentro del restaurante la escuchara. Salieron rápidamente del lugar y tomaron la ruta que las llevaba al hogar de la streamer. Una vez dentro de acomodaron en la sala y comenzaron a comer mientras contaban anécdotas de sus vidas.

—Por cierto, ¿Por qué le dijiste bonita a la chica del Mac?— preguntó con un tono que demostraba celos.

La castaña se acercó a la cantante, casi rozando sus labios y susurró— ¿Estás celosa, María Victoria?

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User738;

Yo trabajo en un Mac de Monterrey y a qué no adivinan a quienes atendí... A Young Miko y Emilia Guarnizo. Estaban juntas y se veían bien acarameladas, eso de que solo son amigas no me lo creo.

User454

ACABO DE VER A MIKO SALIENDO DE UN AUTOMAC EN MTY???????? EN EL AUTO DE EMI????????