𝐷𝑖𝑎 𝑑𝑖𝑒𝑧

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𝓔𝓼𝓬𝓻𝓲𝓫𝓮 𝓼𝓸𝓫𝓻𝓮 𝓺𝓾𝓮 𝓹𝓪𝓼𝓪𝓻𝓲𝓪 𝓼𝓲 𝓿𝓲𝓮𝓻𝓪𝓼 𝓪 𝓾𝓷𝓪 𝓬𝓮𝓵𝓮𝓫𝓻𝓲𝓭𝓪𝓭 𝓮𝓷 𝓾𝓷𝓪 𝓬𝓪𝓯𝓮𝓽𝓮𝓻𝓲𝓪.

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El décimo día de enero, Aaron entro en la acogedora cafetería del vecindario, buscando un momento de tranquilidad.

Mientras esperaba su café, noto a alguien familiar en la esquina. Sus ojos se encontraron con los de una celebridad que solo había visto en la pantalla, un famoso violinista, Lux Yahir.

Trato de disimular su sorpresa y emoción, pero la curiosidad lo llevó a acercarse, tomo su flan y se acercó al rubio.

Se sento en la mesa de al lado, tratando de parecer despreocupado, pero la emoción latía en su pecho.

Quería preguntarle miles de cosas, quería pedirle una fotografía, el violinista, aparentemente relajado, estaba absorto en su lectura.

Decidido, dió el paso y entabló una conversación con la celebridad.

-Buenos días.

Lux lo observó con seriedad, suspirando pesadamente.

-No daré ningún autógrafo.

El azabache se asustó un poco, era lógico que reaccionará de esa forma, en su nerviosismo terminó haciendo una pregunta algo tonta.

-¿Le gusta el flan?.

El rubio de ojos celestes observó el postre del azabache y luego al azabache como tal, sonrió levemente.

-Disculpa mi actitud, estoy descansando de la intensidad de mi carrera, ¿quieres sentarte?.

El corazón del azabache brincó de emoción, asintió y se sentó en la mesa del rubio.

-¿Pero por qué tan lejos? No muerdo sabes.
-Uh... Bueno... Yo... -el rubio solo sonrió.
-Por supuesto que si así estás más cómodo no tengo absolutamente nada que decir.
-¿Enserio puedo sentarme cerca de usted?.
-Supongo que ya me conoces, pero me presentaré por educación y cortesía, mi nombre e Lux Yahir, tengo 22 años, tu turno joven.

El azabache se puso de pie y se sentó más cerca del rubio.

-Mi nombre es Aaron Faris, 20 años.
-Es un placer Aaron.

Lux se puso de pie y extendió su mano, el azabache lo observó atónito, se levantó y tomó la mano del rubio, nervioso.

-U-Un placer.

Por supuesto, la celebridad, resultó ser amable y accesible, le compartio historias sobre su carrera y sus proyectos más recientes.

Mientras charlaban, el azabache notó como la cafetería se llenaba de murmuros y miradas furtivas, por supuesto, lo estaban juzgando por hablar con el rubio como si fueran conocidos.

La normalidad del lugar se veía interrumpida por la presencia de alguien tan conocido.

El azabache comenzó a sentirse mal por la actitud de los demás, pero después de un rato, noto que la celebridad disfrutaba de la conexión genuina que habían formado, alejado de los reflectores y las cámaras.

-¿No le incómoda ésto?.

Preguntó de repente, el rubio lo observó y también el ambiente.

-¿Eres un reportero?.

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⏰ Última actualización: Jan 31 ⏰

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𝑅𝑒𝑡𝑜𝑠 𝑑𝑒 𝑒𝑠𝑐𝑟𝑖𝑡𝑢𝑟𝑎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora