Tu, contigo. - Kuroo Tetsuro

Fuera de control

Su relación con Kuroo era buena. Provechosa también. Después de que pasaban el celo de él juntos, el olor de sus feromonas se quedaban con ella un buen tiempo, haciendo pensar a otros que ella ya tenía pareja.

Era muy conveniente. No quería tener a otros Alfas merodeando a su alrededor. No le importaban esas cosas. Le importaba aprobar las materias de su sexto semestre.

Le importaba lo suficiente como para estudiar hasta tarde en la biblioteca aún sabiendo que no debería estar hasta tan tarde sola.

Recogió sus cosas rápidamente y salió de la biblioteca por la puerta de atrás de la cuál tenía una copia gracias a su relación con la bibliotecaria.

Quería llegar pronto a su casa. No sé sentía bien y sospechaba por qué. Al estar en la intemperie escondió su nariz en el suéter de Kuroo — que logro quitarle gracias a una conspiración con Bokuto—. Olía a su colonia mezclada con sus feromonas, lo que la hizo deleitarse un segundo.

Alertando a su cabeza.

Su casa no estaba tan lejos de ahí, así que apuro el pasó para llegar y estar a salvó.

*♡.｡*♡｡*♡

Llegar a salvó a tu casa cuando tú sudor se ha vuelto pegajoso, tu respiración es errática y atraes miradas por oler "delicioso", sin que nada te pase, es algo maravilloso.

Nunca nadie se ha propasado con ella cuando está entrando en celo en un lugar inapropiado, pero el miedo sigue ahí.

Siente que no puede caminar pero se las arregla para llegar a su habitación y quitarse sus zapatos, su pantalón y todo lo que lleva puesto. Se sexo está húmedo y siente un calor asfixiante.

Pero sus ojos se detienen en el suéter blanco con un logo en el medio. Se acerca a el y cuando lo abraza contra sí, percibe las feromonas de Kuroo, así que se lo vuelve a colocar y se recuesta en su cama mientras deja que las imágenes vengan y su mano baje.

Kuroo.

Y su forma de hacerla estremecer.

Kuroo.

Y su cuerpo esculpido por el deporte.

Kuroo.

Su piel levemente bronceada.

Kuroo.

Su cabello despeinado y rebelde mientras cierra los ojos con las mejillas ardiendo.

Kuroo.

Kuroo...

Al alcanzar el orgasmo se queda respirando agitada en el colchón. De está manera no es tan calmante como cuando tienes a alguien para que te acompañe pero por los momentos servirá.

Pero el olor sigue ahí y no hace que deje de pensar en él.

Kuroo y su sentido del humor.

Kuroo y su espléndida sonrisa.

Kuroo, simplemente el.

Dios. Esconde su rostro en la almohada avergonzada mientras estira su mano hacia su teléfono. Piensa escribirle para que pasen su celo juntos pero recuerda sus últimos mensajes.

"Ayuda.

Estoy al borde de un colapso.

Después de estudiar y pasar estos parciales te necesitaré para relajarme 7u7"

Estaba estudiando como loco. En su rostro se notaba sus trasnochos. Quizás, por esta vez, sería mejor no pasarlo juntos. Está semana ella no tenía nada realmente importante, en comparación con el.

Fue el peor celo que pasó en su vida.