Turro | Enzo Fernández

Capítulo 34

Nunca estuve tan echa mierda, después de esa noticia me dieron el alta después de un día, tuve que estar en revisión, por el lado de Enzo no me hablo, ni siquiera me miro y no entiendo porque, creo que esta enojado conmigo.

Fue un cambio repentino en mi vida y en la de Enzo, en estos momentos siento que fue toda mi culpa, mi papá estuvo desaparecido meses y ayer lo encontraron sin vida, y por culpa de mi alteración perdí a mi bebe de casi cuatro meses, estaba destruida.

Cuando me encontraba acostada en la cama mirando Instagram me percaté que todo se enteraron que había perdido a mi bebé y la muerte de mi papá, tenía millones etiquetaciónes y la gente me daba el pésame, pero mi duda era como se habían enterado de qué yo había perdido a mi bebé.

Enzo por lo tanto siguió en su entrenamiento como jugador en la selección, hasta recibí un mensaje de Leo Messi preguntándome de cómo estaba y amigos personales, si Estaba con el teléfono solo era para ver fotos o ecografías que tenía guardada de mi bebé, Yo había twitteado un mensaje dedicado a mi hij

Tome la decisión de apagar el teléfono, si entraba a TikTok habían videos sobre eso, si abría Twitter era lo mismo, y ni hablar de Instagram, lo único que hice fue contestar el mensaje que me mando Julián.

Julian🕷️
Cami? Estas?
Me entere lo de tu bebé
Si necesitas algo llamame

Hola juli
No te preocupes, yo te llamo tranqui

Dale cam, pero llamame

Ahí apague por completo el teléfono, intente dormir poco pero era imposible, no podia dejar de pensar en mi papa y mi bebe, eran dos cosas que me estaban atormentando y me volvia loca

Escuche que Enzo llego, justo Sofia me estaba llenando la bandeja de entrada con mensajes, los estaba por abrir pero era al pedo porque su ultimo mensaje fue de que venia para mi casa.

Enzo entro en la pieza, se saco los botines y ni siquiera me miro, yo entiendo que este dolido y no es el único, pero no puede actuar así en este momento de nuestras vidas

— ¿Enzo que te pasa? —le dije mientras me sentaba en la cama, el levanto la mirada y estaba serio, de igual manera se podían notar sus ojos rojos y un poco lagrimeados, también sus ojeras.

— A mi nada ¿a vos que te pasa? —Respondió como si estuviera a la defensiva, yo lo mire atenta y el solo me observaba esperando a que le conteste.

— No podes actuar así conmigo, me dejaste sola toda la tarde —

— ¿porque no le decís al pelotudo de Julián que te venga a consolar? —lo miré impresionada, no lo podía creer

— ¿Enzo me estas cargando? ¿Me venis con esa pelotudez ahora? Perdí el bebe y a mi viejo también, sos una basura flaco —

— ¿que te pensas que a mi no me duele? Era mi hija también sabes —dijo revolviendo su ropa buscando seguramente para bañarse.

— no dije eso, no flashes —

— yo no flasho nada, acá la que tuvo la culpa fuiste vos — me apunto para después seguir en lo suyo, lo que dijo fue como una apuñalada, creo que peor

— ¿Que? —lo que menos faltaba era que me digan eso, ya suficiente me culpo yo misma para que venga otro a remacarlo, Enzo se estaba cruzando de la raya

— Lo que escuchaste, es tu culpa —

Fue lo que quedaba poner para rebalsar el vaso, me levante ya derramando lagrimas y le pegue la cachetada de su vida, no se la va a olvidar nunca

— ¿Que pegas enferma? —Me agarro de los brazos con fuerza y yo lo miraba con odio, no podía creer lo que había dicho, me molestaba tanto aunque sea la verdad.

Enzo me miraba a los ojos, los dos nos mirábamos fijamente pero casi me muero cuando vi a Enzo apunto de llorar

No le dije nada, parecíamos que los dos queríamos explotar en llanto, como si los dos estuviéramos pensando y pasando la misma situación, una mierda todo.

Enzo me soltó y camino hasta el tocador para apoyar sus manos en el, un fuerte golpe me hizo asustar y casi saltar del lugar en donde estaba, Enzo empezó a romper todo, tiraba las cosas al piso y las revoleaba, yo lo miraba atenta entendiendo su reacción, siguió rompiendo las cosas hasta un punto que lo tuve que parar, un poco mas y rompía la casa entera.

— Enzo basta, cálmate amor —Lo agarre del brazo y lo estire para atrás pero el solo me empujo con una mano alejándome de el.

Se sento en la cama con las dos manos en la cara, yo me senté al lado de el y lo abraze, a los segundos se dio vuelta y me abrazo con fuerza.

— Perdón amor, Perdóname —me dijo entre lagrimas, entendí lo mal que estaba, estaba muy emocionado por la llegada del bebe y esto lo bajoneo un montón

— no pasa nada, tranquilizate un poco —acaricie su pelo mientras su cabeza estaba en mi pecho.—

— Fue mi culpa, no tuya —

— no fue culpa de nadie Enzo, Córtala con eso —

— Si yo estaba ayer acá no iba a pasar esto —sus palabras me destrozaron, lo peor que puede hacer uno es echarse la culpa, siempre.