Sobre el velo de la mafia

Capítulo 18

―No ―Jimin espeta, mirándome.

Jungkook cruza los brazos sobre el pecho, con una enorme sonrisa en su rostro mientras nos mira.

―Solo tienes que usarlo hasta que subamos al avión ―le explico.

Señala la venda de los ojos en mi mano.

―Te juro que si intentas ponerme eso, probablemente vamos a tener una repetición del primer día que nos conocimos.

―Piensa en ello como un juego previo con Yoongi―dice Jungkook de repente.

Tanto Jimin como yo volteamos a verlo.

―En serio, cállate ―le advierto. Vuelvo mi atención a Jimin―. No puedes saber dónde está la isla.

Él me mira con los ojos entrecerrados y luego da un paso amenazante hacia mí.

―Solo para que no haya malentendidos entre nosotros, quieres que te confíe mi vida, pero no puedo saber dónde está esta maldita isla.

"Mierda. Buen punto."

―Jaque. Mate. ―murmura Jungkook.

"Él está obteniendo demasiado placer con esto."

Lanzándole una mirada furiosa, le tiro la venda de los ojos.

―Esta es tu isla. Lo quieres con los ojos vendados, hazlo tú mismo.

Baja los brazos y camina hacia Jimin. Inmediatamente se pone rígido, y su cuerpo se tensa. En lugar de vendarle los ojos, Jungkook inclina la cabeza y lo mira a los ojos.

―Si le dices a alguien dónde está esta isla...

―Sí, sí ―lo interrumpe―. Me cortarás y me harás daditos como la ensalada de ayer y me ahogarás en el agua. ―Él se aleja de Jungkook y me lanza una mirada de enojo, y luego camina hacia la puerta principal, refunfuñando―. Estoy tan harto de esta mierda, que juro por la Diosa que terminaré matando a alguno de ustedes antes de que todo esto acabe. Vendarme los ojos. Ja. Un poco tarde para eso, idiotas. Sé que estoy en algún lugar del lago Superior.

Sus quejas se desvanecen cuando sale de la casa, y luego Jungkook niega con la cabeza, y coloca su mano en mi hombro.

―Mierda, lo amo. Si no te casas con él, yo lo haré.

Respiro hondo, veo hacia el techo y rezo por fuerza, para no golpear a mi mejor amigo.

―¿Por qué diablos sigues presionando con eso? ―Mirándolo a los ojos, niego con la cabeza.

―En tres días, mataremos a su hermano, probablemente frente a él. Nos reuniremos con la Bratva y tendremos que tener un plan sólido en marcha. ―Da un paso más hacia mí, su expresión es muy seria―. Jimin nunca podrá volver a su antigua vida. Seguirán viniendo tras él.

―¿Crees que no he pensado en eso? ―pregunto, dejando escapar una carcajada de incredulidad―. Tendrá suficiente dinero para conseguir un custodio propio.

Jungkook da un paso atrás y, pasándose el pulgar por el labio inferior, me mira fijamente.

―¿Eso es lo que realmente quieres, Yoongi? ―Él niega con la cabeza―. Nadie te conoce mejor que yo. Veo la forma en que lo miras. Eres un alfa jodidamente duro, pero lo rodeas, listo para arrancarme la cabeza con solo verlo.

―La preocupación se asienta en su rostro―. Tú lo llamas Malyshka.

―¿Y qué? Tú llamas a cada omega que conoces 'pequeño'.

Se le escapa una risa.

―Sí, pero no los llamo 'bebé'. ―Él se acerca a mí―. Nunca te ha importado una mierda un omega. Te enamoraste de Jimin con fuerza y rapidez, también sabes que es tu destinado. ¿Por qué estás luchando contra eso?