XX. Inevitable

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XX.

RUB

—Rub.

—Ethan.

Me doy cuenta de lo que acaba de ocurrir, y en mi interior, se desata una tormenta emocional. Lo habitual sería sentirme abrumada porque todo fue una idea sin futuro, una pérdida de tiempo con consecuencias inevitables. Sin embargo, una ira repentina me envuelve al mismo tiempo. Mi cuerpo se tensa, mis puños se aprietan con fuerza y cada fibra de mi ser parece arder en furia.

Ethan me observa de igual manera, con evidente rabia. Su rostro exhibe líneas tensas, cejas fruncidas y una mirada intensa que destila enojo. La mandíbula apretada y sus ojos reflejan una expresión de irritación.

—¿Estabas comiendo algo en la porquería antes de seguir con la huida? —pregunta con un tono que añade combustible a mi enojo.

—Para nada —respondo con voz firme.

—¿Escuchaste dos balazos y perdiste la cabeza o qué?

—Perdona... —interviene Liam.

—No te metas —le interrumpo, temiendo por su vida.

—Ya sabía que eres una cobarde, pero no sabía que a este nivel.

Sus provocaciones me afectan, desearía responderle con la rabia que me carcome, pero las palabras no encuentran salida.

—¿Qué pasa? —llega Tomás con el computador bajo el brazo. Después de dos horas, maldita sea.

Respiro profundo, mis emociones amenazan con desbordarse en cualquier momento.

—Nada, Tomás, estamos bien —le respondo, tratando de mantener la calma en mi voz.

—Vamos con lo del auto, ¿o qué? —dice Tomás, mirándonos con curiosidad. No tiene idea de la situación.

Ethan, con expresión desafiante y sin dejar de mirarme, saca la llave del auto y lo enciende apretando un botón dos veces. Qué idiota.

—No hará falta ya —le digo, con un tono que apenas logra ocultar mi frustración.

La situación parece más complicada con cada segundo que pasa. Ethan despega sus ojos de los míos, se acomoda el saco y vuelve a mirarme.

—Sube al auto —ordena, señalándolo con la cabeza.

Liam se acerca por detrás y me toma del brazo con gentileza —Puedes quedarte aquí si quieres.

En un instante que parece estirarse en el tiempo, Ethan, no noto de dónde, saca un arma.

Todo se ralentiza mientras observo horrorizada cómo apunta a la cabeza de Liam y amartilla el martillo, llevándolo completamente a la posición de disparo. Sin pensar, me interpongo, girándome y empujando a Liam, tratando de crear una barrera humana.

—¿Por qué? —pregunto, desafiante, tratando de entender la razón de su súbita agresión hacia Liam.

—SU.BE.TE AL AU.TO —habla entre dientes, con impaciencia, sin bajar el arma.

—¿Estás perdiendo la cabeza? —interrogo.

—Llamaré a la policía —amenaza Tomás, que había olvidado su presencia, está en shock, no puede moverse y apenas se le escucha. Pobre hombre, ayudaron a la desgracia en persona.

—Te exhorto a que lo hagas —se burla Ethan.

—Ethan —comienzo a decir...

Me señala el auto con los ojos, dejando claro que no quiere oírme.

Ethan: Secretos de Sangre [BORRADOR]Where stories live. Discover now