幾物◞ ❛ 𝘺 𝘴𝘪𝘦𝘯𝘵𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝙘𝙖𝙞𝙜𝙤 𝘮á𝘴
𝘢𝘣𝘢𝘫𝘰 𝘦𝘯 𝘵𝘶𝘴 𝙥𝙧𝙞𝙤𝙧𝙞𝙙𝙖𝙙𝙚𝙨 ❜ 🍃
❱ ˗ ˏˋ Raiden Ogawa siempre fue un niño callado y reservado ante todos, o al menos eso intentó hasta que su extrovertido vecino...
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Raiden y Shōyō salen del restaurante en silencio, uno al lado del otro y muy cerca, ya que sus manos estaban a milímetros que sí alguno tomaba la iniciativa podrían tomarse de las manos. Pero claramente ninguno lo hace, están demasiado nerviosos o al menos así se siente Raiden, y por como mira a Shōyō de reojo se percata que él también.
A una calle hay un parque, así que parecen pensar lo mismo y se dirigen hacia allá. Raiden piensa todos esos minutos en silencio sobre cómo empezará y si es que sería capaz de decir lo que había ensayado anteriormente. Sabe que no, pero intentaría no arruinarlo.
No quería enviar a Shōyō al fondo de sus prioridades porque no lo merecía. En cambio, él merecía tener una pareja que lo amara con la misma intensidad, que fuera capaz de hacer todo por la relación, alguien que no lo escondiera y sobre todo que fuera su prioridad. Raiden sabía que eso era indispensable en una relación porque alguna vez leyó sobre eso, se había arrepentido tanto de darse cuenta que frente suyo tuvo a alguien tan perfecto y lo dejó ir.
Sí, Raiden tuvo miedo, y bastante. Aún lo tiene y en ocasiones el recuerdo de cómo actuó con Shōyō lo atacan en las noches, por lo que sabe que no quiere que se repita. Tuvo años para procesarlo y darse cuenta que lo quería, porque bien dicen que no notan lo que tienen hasta que lo pierden.
Se sientan en una banca, Raiden en una esquina y Shōyō en la otra. Se puede sentir una tensión genuina entre ambos y lo saben. El peliblanco toma aire antes de comenzar.
—¿Cómo estás?
Supo que comenzó con la pregunta más estúpida, queriéndose golpear al instante. Pero su corazón se detiene cuando escucha la risa de Shōyō, por lo que se gira para verlo con atención.
—¿En serio será lo primero que me dirás?
Raiden siente sus mejillas sonrojarse y aunque quiere apartar la mirada no lo hace, amando verlo reír y a sus ojos brillantes. Titubea antes de responder.
—Sí… En v-verdad quiero saber cómo estás.
Shōyō sonríe de lado, apoyándose en el respaldo de la banca y lo mira atentamente. Se ve más cómodo, aunque Raiden puede ver que suda un poco y que sus manos tiemblan, lo que indica que aún sigue nervioso y lo sabe porque lo conoce a la perfección.
