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Jeno abrochó el cinturón de seguridad de Hari, quien iba platicandole al alfa, acerca de su día junto con Hana, quien era asegurada por Jaemin. Cuando todos estuvieron en el auto, el omega se encargó de poner algo de música para las menores que venían jugando con sus muñecas.
El pelinegro aprovechó la distracción de sus hijas para estirar su mano libre, buscando la de Jaemin, sonriendo cuando pudo entrelazarlas por sobre el regazo del menor.

"Moría por hacer esto". Jaemin soltó una risita, las gemelas habían acaparado la atención de Jeno desde que estaban en la salida de la escuela, cuando fueron a la casa del omega, éste se encargó de cambiarlas por lo que tampoco pudo si quiera darle un beso al mayor.

"Hoy te ves muy guapo". Respondió el castaño observando al alfa, hasta ahora lo veía con ropa casual y se veía realmente bien al igual que con traje.

Después de unos minutos, cuando Jeno estacionó el auto, todos bajaron; Jaemin cargaba una canasta con algunos aperitivos que él mismo había preparado y el pelinegro llevaba unas bolsas con lo que había comprado el día anterior. Hana y Hari comenzaron a corretear por el parque al que habían llegado, sin alejarse tanto para estar en el campo de visión de los adultos; mientras que ellos colocaban una manta y se sentaban en ella para acomodar todo.

"Bebés vengan a comer".

Hana fue la primera en obedecer, sentándose en frente de Jeno mientras éste le extendía un emparedado y un vaso con jugo. Jaemin repitió la misma acción con la menor de sus gemelas.

"¿De qué trabajas Nono?". Preguntó Hari con la boca llena.

"Trabajo en una empresa de productos para el cuidado de la piel". Sonrió cuando la pequeña ladeó su cabeza confundida.

"Cremas y maquillaje, Hari". Explicó su hermana y miró al alfa. "¿No?".

"Así es, cielo... Por cierto". Acercó una bolsa al centro y de ella sacó 4 pequeños lienzos, junto con acuarelas y pinceles. El lobo de Jeno aulló al ver el brillo en los ojitos de sus hijas, la menor de las gemelas se veía mucho más emocionada.

Mientras las pequeñas comenzaban a pintar cada quien en su lienzo, Jaemin se acercó mucho más al cuerpo de Jeno y recargó ligeramente su cabeza en el hombro ajeno, llamando su atención.

"También traje un lienzo para ti, precioso".

"Gracias... Y no hablo solo del lienzo, bobo alfa".

El mencionado soltó una risita antes de rozar ligeramente su nariz con la frente del omega, dejando salir su aroma para marcarlo con él y de paso a las niñas también.

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El sol comenzaba a ocultarse, Hana y Hari dormían ya en el auto mientras los dos mayores recogían y guardaban todo nuevamente, excepto la manta ya que aun seguían sentados en ella, observando el atardecer, compartiendo uno que otro beso.

"Basta, déjame respirar". Pidió entre risas el menor, su alfa había pasado a besar sus mejillas y frente.

"Lamento ser muy empalagoso, ¿te molesta?". Jaemin besó el puchero del alfa y lo abrazó, ocultándose en su cuello.

"Para nada... En realidad me gusta mucho, pero no te lo quería decir". Fue el turno de Jeno de reír.

Un mensaje llegó al teléfono de Jaemin por lo que se separó un poco y revisó su móvil.

"¿Todo en orden?". El omega siguió observando su celular por unos segundos antes de levantar la mirada hacia el pelinegro. "Jae...".

"El celo de Dodo hyung se adelantó y pues él y Jaehyun no estarán en casa por 3 días...".

"¿Y cuál es el problema?".

"Tengo que trabajar y no hay quién cuide a las niñas, normalmente hyung me avisa con tiempo para que busque una niñera pero ahora...".

"Puedo cuidarlas yo".

"¿No trabajas?".

"Es fin de semana, así que estoy libre". Se encogió de hombros restándole importancia.

"Pero no tienes que-".

"Claro que tengo, son mis hijas y también las quiero cuidar, quiero ayudarte Jaemin". El mencionado aun no se veía convencido, por lo que llevó una mano a su mejilla y la acarició. "¿Qué te parece si se quedan en mi casa por este fin de semana?".

"¿En serio?".

"Claro, vamos a tu casa por las cosas que necesiten y luego vamos a la mía... Solo si tu quieres, bonito, no hay problema si te niegas". Aseguró después de ver al menor batallar con las ideas en su cabeza.

"Está bien".

"¿Si?". El castaño asintió.

"Si, después de todo eres su padre... Aun debemos pensar en cómo decirles".

"¿Crees que se molesten?".

"No lo creo". Respondió aun no muy seguro.

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Jeno abrió la puerta y se hizo a un lado para que Jaemin y las niñas pasaran primero. Hari abrió la boquita impresionada por el grande departamento y entró con toda confianza, emocionada por explorar todo el lugar; Hana, a diferencia de su gemela, observó a su papi, pidiendo permiso para entrar.

"Anda cielo, ve con tu hermana para que no rompa nada". Le indicó el omega a su cachorra, quien dejó a los adultos solos en la entrada.

"¿Estás bien?". Preguntó el alfa al notar un poco ido al menor.

"Eh si... Solo es un poco grande...". Su rostro se coloreó cuando el contrario lo vio con una ceja alzada. "¡Hablo de tu departamento!".

"Yo no dije nada, guapo". Jeno soltó una risita y caminó hacia una habitación. "Iré a preparar la cama de las niñas y dejaré ahí sus cosas, mi habitación está al fondo del pasillo por si quieres ir a dejar las tuyas".

"Espera, ¿dormiré en tu habitación?".

"Por supuesto que si, yo dormiré en el sofá, no te preocupes". Aclaró con una sonrisa antes de alejarse.

Jaemin suspiró y fue hasta la habitación del fondo, el cuarto de Jeno era muy espacioso pero con una decoración simple, ordenada y las sabanas eran de colo azul opaco. Dejó su maleta sobre la cama antes de escuchar algunos vidrios romperse contra algo.

"Te lo dije, Hari".

El castaño salió corriendo en dirección hacia la voz de la mayor de sus hijas; encontrándose a las gemelas sentadas sobre la barra mientras que el alfa recogía lo que antes era un vaso.

"No fue apropósito, Nono". Explicó Hari con un puchero.

"Lo sé princesa, no pasa nada". Jeno tiró los vidrios rotos en la basura y observó a sus hijas. "¿Seguras que no se lastimaron?". Ambas asintieron.

"¿Qué pasó?". Preguntó por fin Jaemin, acercándose a los tres.

"Quería agua, pero no quería molestarlos porque ya soy niña grande...".

"Amor, no importa que ya seas una niña grande, si necesitas ayuda solo pídela". El omega tomó a su hija en brazos y repartió besitos en su rostro haciéndola reír.

"Nono, ¿podemos hacer chocolate caliente?". Jeno buscó el chocolate en su alacena, antes de asentir con la cabeza.

"Claro, ¿me ayudas?". La menor asintió feliz mientras dejaban a su papi mimando a su hermana.

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𝑰 𝒇𝒐𝒖𝒏𝒅 𝒚𝒐𝒖 [ɴᴏᴍɪɴ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora