Capitulo 75

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Yurielkys
Nueva York

I mes y medio después de mudarnos juntas. Si. Sara y Samilu no tenían problema en
quedarse con el departamento de Valeria. Y ella y yo tratábamos de resolver los pequeños
problemas de pareja. Como ahora. Luchaba por entender como una pequeña chica era capaz de crear aquel desorden. Mi departamento no se habia mirado en peor estado como ahora.

Dejé mis cosas en la estancia y caminé a la sala donde esperaba encontrarla.

-Vale. Hablé alto al no mirarla pero si el montón de cosas sobre el sofá. Un par de bragas en medio del pasillo.

-Mi amor. Entre al dormitorio que ocupábamos y solté un gruñido. Su ropa revuelta sobre la cama.

-Bebé ya llegaste. Correspondi al abrazo y dejé un beso corto en sus labios.

-Hola mi amor ¿A que hora llegaste tu?

-Hace tres horas. Dijo inquieta y con dificultad mire sus piernas desnudas caminar hasta la cama. Deseaba estar con ella ahora, pero también estaba decidida a hacer bronca por el desastre que había desde que se mudo. Ni siquiera recordaba su departamento de esa forma. Tal vez Samilu sabía como mantenerla. No lo entendia. Era viernes así que tendríamos todo el fin de semana juntas y podríamos resolver cualquier cosa. Con seguridad me senté a su lado.

-Vale, necesito hablar contigo. Dije sería y ella
asintió cambiando a la televisión. -Oye....habló en serio ¿Puedes apagarla?

Esta vez comprendió que de verdad quería hablar y me puso atención. No me resisti a besarla. Ese brillo en sus ojos me encantaba. -No quiero que malinterpretes lo que voy
a decirte pero...mmmhh, no notas que el departamento esta un poco...desordenado. Achino los ojos y no sonrió.

-¿Que dices?

-Eso Vale, que deberías tener un poco más de orden, a mi me gusta, es parte esencial de mi vida y necesito para mi tranquilidad mental que este lugar luzca como debería. Mordió su labio inferior molesta. Dios, era una mala señal. Asintió y salió de la cama para comenzar a ordenar su ropa.

No me decía nada. Intenté ayudarla pero gruñó

-Déjame yo voy a hacerlo.

Reclamó al verme doblar un poco de ropa. Ya había quitado mis zapatos altos y trataba de
lucir tranquila.

-Sólo quiero colaborar

-Esto es mi culpa, así que no te metas. Dijo enfadada. Yo rodé los ojos y fue la gota qué
derramo el vaso.

-Para esto querias que viniera a vivir contigo

¿Cierto? Yo te dije que era muy pronto y tu me lo imploraste.

No había sucedido así. En realidad fue diferente.

Estábamos en su departamento terminamos de hacer el amor en su cama y con un poco de antusiasmo me atreví a proponérselo. Tenía 4 meses que sus padres habían estado en la ciudad. Ahora estaba aceptada cien por ciento en la relación, sus padres y los mios arreglaron diferencias y nosotras estábamos felices. Si insistia pero no implore, ella cedió.

-Vale.

-Nada de Vale, déjame sola limpiando esto.

Reclamó y con fastidio la dejé sola, era mejor y
asi no querria asesinarme y no discutiriamos por esta tontería. Pasaron dos horas. Ella no salía del dormitorio y yo ya había limpiado en la sala. Todo en orden y me disponía a llamaria para cenar lo que proparé..

Desde luego no imaginaba que ella ya estaría metida bajo las sábanas y que en la esquina de la cama dejaria una almohada para mi, junto a una cubierta

-Val

-Quiero dormir y ya te deje tus cosas listas. Estaba diciéndome que me mandaría a dormir al dormitorio vacio ¿A caso no recordaba que ni
siquiera había cama? Enfadada tomé las cosas y caminé a la sala.

Apagué todas la luces. Era la primera pelea
después de esos meses juntas.

Ya había guardado la cena y mis pensamientos rodaban de una idea a otra. Sólo le había pedido un poco de orden. Sólo eso.

Me di la vuelta en el sofá casi cayendo al piso y tomé mi teléfono. Debía llamar a Samilu y preguntarle qué podia hacer en estos casos. Respondió soñolienta.

-¿Que quieres Yurielkys?

-Tengo un problema, es Valeria. Dije y ella se movió de su lugar sobresaltada. Lo descubrí por
todo el ruido que hizo.

-Oh dios ¿Esta embarazada?

Dios. Esa chica en serio no planeaba dejar de arruinar todo lo que decía.

-No Samilu, ella solamente esta siendo desordenada, no recuerdo que fuera asi.

-Ella lo es.

Rio un poco.

-Y

-Le hice bronca y ahora duermo en el sofá.

Llegaba un punto en que su risa ya no me
molestaba. Era una tonta.

-Es un poco especial en eso, pero entrara en razón y pondrá de su parte, créeme me di cuenta de como puede ser, solo resiste y ponte firme, sobre el tema, quizás duermas unos días en el sofá Colgó ¿unos dias? Mierda yo no queria dormir unos dias y se me ocurrió intentar hablar con ella otra vez. Caminé casi en silencio al dormitorio. Extrañaba darle un beso de buenas noches y El mismo ahora estaba hecho entre mi cabeza y mi corazón abrazarme a ella. Sentir su calor cerca. Mierda. De verdad ella debía ceder y dejarme estar a su lado. Me arrepentia de haber dicho algo sobre el desorden.

Hice lo minimo de ruido.

-¿Que se te olvido Yurielkys?

Abri la puerta Se dió cuenta. Gruñi bajo pero aún así me animé a llegar a su lado de la cama.

-Val.

Se apartó enfadada y se quedo sentada.

-¿Que quieres?

-Disculparme contigo mi amor, perdón por ser tan dura, intento acostumbrarme a tenerte aquí en el departamento, se que vendrán peleas por muchas cosas pero no quiero que pienses que no te quiero conmigo, te amo y solo intento que nos pongamos de acuerdo..

Dije apresurada.

Mordió su labio con duda y se movió dulcemente
pensativa.

-No era desorden, solo....

-Esta bien, no lo era pero no quiero que las cosas estén en otros lugares, tengo problemas con el orden. Me encogi de hombros y espere a que dijera algo.
-Por un momento imaginé que eras mi madre y me enfadé, si soy un poco desordenada lo admito pero...espero poder controlar eso. Su mirada estaba baja. Así que para poner fin a todo. Subí a la cama y me senté detrás suyo para que se recargara.

-Lo único que debes hacer, es quererme siempre, te amo preciosa, mucho, mucho. Por fin tuve el beso que deseaba y ella suspiró alto. Sus manos comenzaron a masajear una parte de mis muslos aceptando el beso un poco incómodo por la posición.

-Yo también te amo. Dijo en susurró.

Sólo Tú y Yo - YuleriaWhere stories live. Discover now