Inheritance |One piece|

5 •|• Complicado.

Era extraño, es extraño y si seguía asi por más tiempo lo más probable es que se vuelva loco. Rowan siempre quiso ser un Pirara, desde pequeño, y el que un cazador tonto se lo impidiera era de lo más estresante.

—¿Quien la tiene?—pregunta por enecima vez.

—¿Nunca te callas verdad?

—No,dime o tendrás que escucharme hablar cada día hasta que lleguemos a la Marine.

Zoro se detiene y lo mira con cansancio.

—Tú robaste mi espada, jugaste conmigo usando tus poderes de fruta del diablo. Es justo que haya mandado tu espada a los Marines.

—¿Justo? creo que ninguno de los dos esta capacitado para hablar sobre la justicia, Roronoa.

El peliverde sabia que tenia razón, un pirata que roba, causa caos y extermina vidas no es muy diferente de un Cazador que asesina por dinero. Aún así, el enojo de Zoro se basaba en el robo de su espada más valiosa; la espada de su mejor amiga Kuina.
No sabia el valor de la espada de Rowan, pero sabia que si no lo había atacado con sus poderes durante las tres ultimas horas era porque quería descubrir quien y en donde estaba su espada, la cual Zoro creía que había visto en algún lugar.

—Camina.

Dicho eso continua caminando y gira a la derecha cuando los caminos se dividen, luego de dos horas más en las cuales Rowan quiso hablar pero Zoro lo callaba, se detuvieron cuando el pirata decidió usar sus habilidades para tirarlo al suelo. El viento lo hizo rodar de manera muy chistosa lo que hizo que el mayor riera a carcajadas.

Zoro se levanto con rapidez, ofendido y molesto pero Rowan levanto la mano indicándole que se detuviera, extrañamente Zoro obedeció.

—Estas perdido—expone cruzándose de brazos.

—¿Qué? Perdido ¿yo?

—Noo...para nada,fue el otro idiota de pelo de lechuga que envió mi katana por correo a la Marine—dice con sarcasmo.

—No me digas así,mocoso.

—¿Yo mocoso? Soy mayor que tu, lechuga andante—Zoro quiere responder pero nota como un hacha se dirije hacia la cabeza del pirata.

Rowan se dio cuenta pero no pudo hacer nada cuando el cuerpo del cazador se tiro sobre él dejándolo atrapado, iba a hacer uso de sus poderes para quitarlo ya que, aunque quisiera negarlo, no era tan fuerte como el cazador. Para la suerte de este ultimo se levanto y desenvainó una de sus katanas. Rowan iba a hacer lo mismo pero aprieta sus dientes y frunce el ceño al recordar su paradero.

«Maldita lechuga con patas»

El mayor de los dos se subió a un árbol con cuidado de no ser visto y se sentó en una rama, ser espectador no era tan malo, Zoro peleaba con los delincuentes y él solo observaba como si se tratara de una película. Casi suelta una carcajada cuando uno de los intrusos logra tirar a Zoro y hacerlo rodar, fue cómico, pero el pelo verde se enojo y con ayuda de un árbol se impulsa para darles una patada en el estomago y, de paso, cortarles la cabeza.

—Impresionante, gracioso, pero tierno.

—¿Tierno? ni siquiera me ayudaste, cobarde—limpia su katana y la guarda en su estuche.—Y te haces llamar pirata.

Rowan salta del árbol de manera elegante, parecía molesto por el tono que Zoro utilizo para referirse a él. ¿Qué quería decir con “y te haces llamar pirata ”? Rowan es, después de los emperadores, uno de los mejores piratas del East blue. Alguien tan patético como Roronoa Zoro no lo entendería nunca. Lo difícil que es ser pirata y los obstáculos que enfrenta, más si sus padres son los piratas más peligrosos y famosos con carteles de busqueda con cifras inimaginables.

—Roronoa lechuga con patas Zoro, es gracioso que palabras como esas vengan de alguien tan patético e inútil cómo tú, siendo que...no eres nada. Me criticas cuando podría vencerte en segundos.

—Eso dices, pero sin tus poderes de la fruta del diablo no eres nada. Si yo soy patético tú eres un bebé queriendo dar sus primeros pasos—se burla mientras se cruza de brazos.

—Tienes razón.

Si era cierto aue no tenia fuerza y que usar sus poderes era una ventaja, pero algo que le enseño su madre era que la inteligencia y agilidad era algo mucho mas importante que la fuerza o cualquier otro poder.
Zoro lo miro con extrañeza, la respuesta no concordaba con la actitud usual del chico.
Rowan se acerco a él hasta sentir sus respiraciones chocar, Zoro se sintió nervioso por la cercanía y mirada inocente del pirata, así que instintivamente retrocedió sin darse cuenta que ese mismo árbol era el que Rowan había usado para sentarse y observarlo pelear.

Cuando vio las intenciones del pirata de acercarse a él otra vez, volvió a retroceder pero esta vez Zoro piso una trampa que atrapo sus pies envolviendolos con fuerza gracias al nudo utilizado en las lianas. Zoro estando boca abajo lo único que podía ver eran los pies de Rowan. Intento tomar sus katanas para cortar la liana ya que al tocarla se dio cuenta de que no eran comunes, por lo que seria más difícil safarse. Pero las katanas no estaban.

—¿Buscabas esto?

Zoro hace el esfuerzo de mirar un poco hacia arriba y suelta un gruñido al ver sus tres katanas en la cintura del caballero monocromo.

—¿Qué? ¿ahora eres un perro?— se ríe y se sienta en el suelo cruzando sus piernas, era una forma de burlarse de Zoro.—Eh, lechuga ¿tú padre era muy tonto no? Digo, no querría pensar que tu madre te heredo esas...horribles cualidades.

—No me conoces, cierra la boca ¡y sueltame! O lograre salir y me olvidare de la recompensa—amenaza, sin verlo a la cara ya que le dolía la cabeza.— ¡Mocoso!

—Hablas y hablas sin parar, las lechugas no hablan, Roronoa.

—¡Sacame de aquí! Juro que cuando salga de esta maldita trampa te matare.

—Uh, quiero ver que lo intentes— extiende su mano señalando la tierra y sonríe.

Zoro entiende sus intenciones y agranda los ojos.

—Rowan, no.

—Perdon, soy un mocoso, no se lo que hago.

Cierra lentamente su puño y la tierra comienza a temblar, Rowan no se inquieta ni se mueva de lugar, no era la primera vez que hacia este truco. El árbol comienza a agitarse provocando que Zoro se balancee a los lados, mareandolo.

—Ro-rowan pa-para...

El peliverde hablaba entre cortado a causa del movimiento brusco y mareos que estos provocaban. Rowan se alejo un poco más en caso de que el cazador vomitara o algo parecido.

—Creo que si, es divertido usar mis poderes de la fruta. No podría hacer esto sino.