Capítulo 10 | Anya

513 47 18
                                    

De todas las veces que me imaginé cumplimiento mi venganza, jamás pensé que lo fuera a hacer con un vestido rojo.

Me miro en el espejo una vez más. Arrugo la nariz.

—Sigo creyendo que este no es mi color.

—Es casi negro —replica Asher desde el salón.

—No es suficiente.

Puede que no sea un tono de rojo vivo, sino más bien apagado, como el color que tiene el vino. Pero me da igual. Siento como si me estuviera disfrazando. La última vez que me puse algo que no fuera negro fue... ¿en la fiesta de cumpleaños de Naga?

Sacudo la cabeza, apartando los recuerdos.

Oigo a Asher resoplar. Es un gesto tan poco propio de un rey, que no puedo evitar sonreír.

Esta mañana Asher me sorprendió apareciendo en nuestro nuevo apartamento provisional un día antes de lo que Zuri me había dicho —sospecho que para torturarme—. Y menos mal, porque si llego a pasar unas horas más con su melliza, el resultado hubiera sido una habitación destrozada, un charco de sangre y dos cadáveres irreconocibles.

Mientras me hago el eyeliner, le pido a Asher:

—Recuérdame por qué estamos haciendo esto.

—¿Otra vez? —se burla él, apareciendo en el marco de la puerta. Se ha puesto un esmoquin negro. Me pregunto por qué no se prueba él este vestido rojo y me deja a mí su conjunto. Estaríamos más guapos.

—Es que no me queda claro.

Que Asher apareciera antes de la fecha habitual no fue lo más extraño de todo.

Lo que verdaderamente me sorprendió fue la propuesta que me hizo, acompañada de este vestido. No es muy pomposo, sino sencillo de corte recto. Creo que Asher sabía que, si conseguía uno más llamativo, me hubiera negado a ponérmelo.

—Llevamos seis meses así —explica Asher por enésima vez—. Dorian ha recuperado su poder, pero no ha vuelto a Eirlys. Te ha visto en un par de ocasiones y tampoco ha intentado matarte. Y siguen apareciendo numerosas muertes misteriosas en masa. ¿Por qué? ¿Qué estamos pasando por alto? Su comportamiento es extraño, y teniendo en cuenta que hace dos décadas desató una guerra, no queremos arriesgarnos a que suceda lo mismo. Quizás en esos eventos del 17M a los que acude esté ocurriendo algo que ignoramos.

—¿Así que esta noche nosotros asistiremos también?

—Eso es. Esta noche se celebra una gala y he conseguido entradas para los dos. Tal vez encontremos alguna explicación a por qué Dorian sigue en Nueva York y por qué están muriendo tantos humanos de repente.

Termino de hacerme el eyeliner y paso a la máscara de pestañas.

Recuerdo el evento al que fui con Margot la semana pasada. El único comportamiento raro que tuvo Dorian fue enseñarme a usar mi magia cuando se supone que quería matarme. No habló con nadie extraño. No desapareció misteriosamente durante un lapso de tiempo. No hizo nada que llamara la atención.

Dudo que encontremos en el evento de hoy algún hilo del que tirar.

Pero Asher no tiene por qué saber nada de eso.

Tampoco sobre la daga que llevo sujeta al muslo.

Esta noche tengo la oportunidad de cumplir mi venganza. Sé que no es el objetivo de Asher, pero me da igual. Y en esta ocasión, no volveré a dudar.

—Quién eres tú y qué has hecho con Asher —me burlo. Él y Zuri han sido tan protectores estos seis meses, que me cuesta creer que ha sido él quien ha propuesto acudir al evento.

Una promesa de fuego y venganzaWhere stories live. Discover now