03.

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El frío que estaba haciendo ese día, definitivamente no era normal. Estaban en pleno verano, llovió toda la noche y ahora el día estaba helado.

Jennie se levantó, sacando sus piernas desnudas de la cobija, pudiendo sentir el frío erizar su piel. Un estremecimiento la recorrió de pies a cabeza, acarició sus piernas tratando de apaciguar el frío.

Se metió al baño, se desnudó con rapidez y entró a la ducha. El agua caliente la envolvió, se estremeció ligeramente ante la sensación, pero pronto se sintió reconfortada por el calor que la abrazaba. Dejó que las gotas de agua recorrieran su cuerpo, llevándose consigo la sensación gélida que la había despertado.

Mientras el vapor llenaba el pequeño espacio del baño, Jennie reflexionó sobre lo extraño del clima. Se preguntaba si era solo un fenómeno pasajero o si el clima decidía sorprenderlos de vez en cuando.

Terminó su ducha, envuelta en una toalla, y salió al dormitorio. Buscó en su armario algo abrigado para vestir. En el final de su armario encontró un bonito suéter de color azul cielo que no recordaba haber usado en mucho tiempo. La suavidad del tejido le recordó por qué lo había elegido en primer lugar.

Eligió unos jeans color blanco que combinaban con las lindas nubes que tenía el mismo suéter, los jeans le quedaban considerablemente grandes en su cintura. Y Jennie al verlo rodó los ojos, odiaba que sobrara medio pantalón, no le pasaba solo con los anchos sino también con los ajustados.

Por lo que como última opción, tuvo que tomar un cinturón color blanco para asegurar los pantalones en su lugar y que no se cayeran mucho. Ese día, decidió cambiar sutilmente su mochila.

Se trataba de una mochila de un color azul frío que tenía un bonito llavero de pato, combinaba sorprendentemente bien con su suéter.

La mirada de la castaña se desvió a su escritorio, allí estaba la bolsa de gomitas que le habían puesto hacía un día. Quedaban unas cinco gomitas y luego se fijó en la nota. Se acercó a la misma con una sonrisa bobalicona y la tomó entre sus manos.

Era la décima vez que la leía:

El mundo que creó J.K Rowling es impresionante, 

creo que estás de acuerdo conmigo. Aunque, 

¿sabes?, 

el mundo más mágico que yo quiero conocer, incluso más que el mundo de los magos: 

es el tuyo. 

Incluso, aún mejor, me gustaría construir un mundo mágico contigo. 

Dime, Jennie Kim; ¿Podrías dejar de ser un sueño para mí?

—9¾


Jennie sintió mariposas en el estómago al leer nuevamente las dulces palabras de "9¾". Su corazón latía con emoción y anticipación. Decidió responder con ternura y un toque de misterio.

Así que escribió en un post-it y salió de su casa. Desde la primer bolsa de gomitas, se levantaba más temprano de lo normal.

ˏˋ ♡ ˎˊ

Lisa volvió a sorprenderse al darse cuenta de que; Jennie había llegado más temprano de lo normal. La castaña no se había dado cuenta, pero Lisa la observó llegar. ¿Por qué no la vio?, bueno, Lalisa Manoban estuvo todo el tiempo escondida en un salón vacío cercano.

Gummy and Notes.Where stories live. Discover now