˚⋆ Diente de León˚ ⁀➷

꒰ Distrito Tres ꒱

En el Distrito Tres no había mucha comida, ni luz solar, ni siquiera aire; sólo el zumbido constante de la electricidad y el murmullo de la luz azul y los códigos que se colaban por tus párpados. Eran el Distrito hecho para la tecnología, para programarla, ingeniarla, para crear un muro de fuego que ningún enemigo pudiera traspasar. Eran los cimientos de la grandeza de la capital y, sin embargo, Tubbo sólo recordaba pasar frío en aquellas calles y haber visto, por primera vez en una década, al único ser vivo que allí se encontraba.

Un diente de león.

Tubbo no había visto un árbol en cinco años, no uno de verdad. No desde que había empezado a trabajar y nadie necesitaba ver vida en el planeta. Tampoco es como que tuvieran permitido cultivar de todos modos - tal vez nada podía crecer en sus distritos.

La flor amarilla a sus pies, sin embargo, no parecía estar de acuerdo. De algún modo, crecía hacia el cielo lleno de niebla tóxica como si desafiara las leyes establecidas que la reprimían. El concreto estaba agrietado, pero podía ver una pequeña hoja asomándose. Una sobreviviente.

Presionó con un dedo manchado de aceite uno de los delicados pétalos. Era suave, muy suave. Suave comparado con el frío acero con el que trabajaba todo el día, o con el clic de un teclado al teclear un código, o con el giro de un tornillo para mantener unida una máquina; era tierno de una forma que él nunca llegó a serlo.

La miró, sonriendo ante la pequeña rompe reglas. Una flor que florecía en un distrito de fábricas, acero y hormigón, un lugar donde el aire odiaba todo lo que respiraba y el cielo estaba siempre nublado.

Le gustaba la flor, sentía que podía conectar con ella de alguna manera. Así que le dedicó un pequeño saludo, marcó el camino en su cabeza y prometió visitarla todos los días. Para recordarse a sí mismo.

Dos semanas después, la flor murió. Había entrado un fuerte frío, tirando una capa de nieve por todas partes. El apartamento de Tubbo no tenía calefacción aquel invierno, pero él sintió más frío el día en que la flor se había congelado. Sufría por el tiempo impredecible.

Tubbo jamás se olvidó de ella, lo único colorido en aquel año.

-

WA02 era el jefe de publicidad y propaganda de la Capital. Por supuesto, por ser un pacifista, no era la cara en publicidad o anuncios, de hecho, sólo se encargaba de promover a quien sea le indicaban. Asegurandose de que cada imagen del ídolo popular fuera del agrado de la Capital, que sus palabras fueran aprobadas por la Capital, y que los discursos o anuncios pasaran primero por su mirada.

No tenía el trabajo más fácil, pasando constantemente de un proyecto a otro, pero era suyo. No quería nada más. No necesitaba a nadie más. Mientras otros trabajadores o rangos inferiores intentaban hacer amigos (En contra de todas las reglas; pero aún así WA02 no los reportaba. . . no sabía por qué), WA02 se conformaba con la vida que le daba la Capital.

Pero en seguida su sencillo mundo había cambiado, cambió al comenzar la 48º edición de los Juegos del Hambre.

Los discursos eran siempre los mismos, pero WA02 estaba siempre en cada sorteo, para contemplar las caras nuevas, para adelantarse lo antes posible. Para empezar a desvelar los antecedentes de los nuevos competidores y empezar a hacer publicidad en relación a cada uno.

Era la única razón por la que a WA02 se le permitía caminar solo por los Distritos y entre la gente reunida. Caminaba cerca de la parte posterior, observando a la multitud con suma atención antes de volver al-

Se estampó contra el suelo, con el traqueteo de armaduras contra el frío pavimento y un quejido ante él.

Abrió los ojos y contempló a la persona con la que se había golpeado. Un adolescente, o un chico al menos en los últimos años de su adolescencia, levantó la vista hacia él, sobándose la cabeza. Se desplomó en el regazo de WA02, pero no pareció importarle mientras parpadeaba repetidamente. Sacudió la cabeza, mechones castaños rebotando por la acción, y arrugó la nariz mientras miraba acusadoramente al adulto ante él antes de mirar con preocupación a WA02.