Prueba de amor.

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-¡Maldicion! ¿Donde lo puse?- Me encontraba en el sotano de mi casa buscando el kit de primeros auxilios.- ¡AQUI ESTA! ¡Bien!- Regresé a la recamara lo mas rapido posible.

En cuanto ví a Michael todo lleno de heridas y sangre casi me da un infarto al corazón pero al ver que aun se movia y que todavia respiraba me tranquilicé un poco, ahora viene la parte que considero será complicada.

-Michael...voy a quitarte tu overol para poder ver las heridas.- Michael asintió.- Lo haré despacio y con cuidado asi que no te muevas.- Debía tener cuidado de no lastimarlo.

Con cuidado comencé a bajar el cierre de su overol, después con algo de dificultad Michael sacó sus brazos y el resto lo jale por toda su cadera y piernas hasta quitarselo, fue un poco dificil pero logré evitar que Michael se lastimara más. Dejé el overol en el piso y me acercé al pecho de michael, levanté su camisa negra para poder ver bien su piel, me impactó mucho verlo lleno de cortes y moretones ademas de varias cicatrices, tomé algo de algodón y alcohol desinfectante para comenzar a limpiar las heridas.

-No te mentiré, te va a doler pero por favor trata de resistirlo.- Michael asintió y se preparó.

Mojé el algodón con el alcohol y comencé a limpiar sus heridas, la respiración de Michael era agitada, en verdad le estaba doliendo y eso a mi me hacía estar mas nervioso pero tenía que ser persistente para poder ayudarlo a que se recupere por completo. Luego de unos minutos había terminado de limpiar las heridas de su pecho y comencé a colocarle gasas. Revisé sus brazos buscando alguna herida o golpe pero estaban intactos.

-Ok por suerte ninguna de las heridas en tu pecho era profunda.- Respiré profundamente y me preparé para sanar la siguiente parte de su cuerpo.- Bien Michael, ahora voy a curar tus piernas.-

Con cuidado comencé a limpiar las cortaduras que tenía Michael en sus piernas, no tengo idea con que clase de objeto lo habían atacado pero en verdad que fueron muy salvajes con el, algo curioso es que no tenía heridas de bala por ninguna parte, parece que esos sujetos que le dieron caza eran en verdad estupidos como para no llevar armas de fuego y yo por dentro agradecía que no le hayan disparado, no tengo idea de como tratar una herida de bala.

-Bien...ya termine de limpiar las heridas en tus piernas.- comencé a colocarle vendas en las piernas.- Vaya...tus piernas son muy grandes y duras, si que pesan.- Me estaba costando trabajo levantar las piernas de Michael pero luego de mucho esfuerzo terminé de vendarlo.

Ya me sentía exhausto pero debía continuar tratandolo, examiné sus pies y al pareces estaban bien, por el terrible estado en el que estaban sus botas supuse que le sirvieron como escudo para proteger sus pies.

Ok...veamos.....¡ah demonios, tu espalda!.- Cielos...esto será complicado.- Michael apoyate en mi y trata de acostarte boca abajo, te prometo darme prisa en curarte.- Michael asintio y con mucha dificultad pudo ponerse boca abajo.

Le quité su camisa ya que me estorbaba para curarlo bien, he de admitir que su fisico es impresionante pero ahora mismo no tenía tiempo de admirarlo, al ver su espalda pude darme cuenta de que fue el lugar donde más lo lastimaron, empecé a limpiarla con cuidado, la cantidad de sangre que había alli hizo que mis manos y algo de mi ropa se ensuciaran. Por fin había terminado, coloqué las ultimas gasas en las heridas de su espalda.

-Bien Michael ya casi acabamos, ahora vuelve a apoyarte en mi y sientate en la cama.- Michael me obedeció y se sentó.

Coloqué un par de vendas que le cubrieran su enorme pecho y espalda, todo para evitar que alguna de las gasas se cayera, este tipo es gigantesco en verdad, al principio creí que lo grande de su cuerpo se debía al overol o a la ropa que tenia debajo de él pero me equivoque...este tipo en verdad que es muy fornido.

Tu eres mi luz (Michael Myers x T/n masculino)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora