ʟɪᴛᴛʟᴇ ᴀʟᴘʜᴀ // ᴊᴏɴᴅᴀᴍɪ

ɪɪ.

Gaara reaccionó y se separó rápidamente del menor, se limpio los labios nervios, era imposible, su primer beso fue con un mocoso de diez años, que humillante.

Después de un par de segundos intentando recuperarse del shock inicial, Damian limpio sus labios con algo de nerviosismo y asco. Era imposible que su primer beso hubiese sido con un chiquillo de diez años, era tan humillante.

— Escucha mocoso — solto Damian mirando al niño pequeño — No puedo hacer eso — solto de forma seca.

Los ojos azules de Jon le miraron con tristeza y curiosidad, y mientras lágrimas parecían formarse en sus ojos, apretó el peluche de gato mal remendado contra su pecho, sorbio su nariz y pregunto:

— ¿Por qué? ¿Tienes alfa? — respondió con otra pregunta su pregunta inicial, transformandoo su cara a una mueca triste — ¿Acaso soy feo? ¿Es por que soy bajito? Prometo que seré tan alto como mi papá,  solo necesito tiempo — se excuso mientras un par de lágrimas traicioneras salían de sus ojos, escurriendo por sus redondas mejillas.

Damian miro a Jon e hizo una mueca, ¿que rayos le pasaba a ese niño?

— ¿Qué hago para ser un buen alfa? — cuestiono mientras apachurraba de con fuerza una de las patas del gato de felpa. Jon sentía su pecho quemar, sentía como no podía dejar de llorar y una extraña sensación en su estómago, como cuando corría mucho y respiraba mal, o así lo explicaba su padre, y cada que inahlaba su pecho dolía — ¿Como hago para que un omega me quiera? ¿Que hago para gustarte a ti? — cuestiono aun con su mueca triste y ojos llenos de lagrimas.

Extrañamente el pecho de Damian dolió, y su omega arañó su interior con miedo, ¿miedo de que?

Jon aún sorbia su nariz, apretando al gato contra su pecho, hilando torpemente mientras los ojos jade de Damian le miraban sin saber realmente qué decir.

— Ammm.... sabes, para conquistar un omega debes cortejar — Fue lo que salio de la boca de Damian, ganándose una mirada curiosa del menor.

¿Por que mierda dijo eso? Pudo solo decir que no por que era un maldito mocoso que aún no terminaba el preescolar. O quizás si, Damian no fue a esas mierdas, el mataba a esa edad.

— ¿Qué es eso? — pregunto curioso, dando vueltas a una pata del gato, 'Seguro por eso se le cayó la cola' solo pudo pensar Damian al ver el pedazo de tela y algodón ser comprimido.

— Ya sabes, cortejar — recalco de forma casi automática, ¿por que no podía controlar su maldita lengua? — Es lo que hacen los buenos alfas, dan regalos a los omegas para mostrar lo importantes que son, así los omegas deciden que será su alfa  — explico, ante los enormes ojos llenos de ilusión del pequeño.

El menor limpio sus lágrimas y miró al menor y luego a su alrededor.

— ¿Solo debo darte regalos? — cuestiono con inocencia, Damian nego.

— No cualquier tipo de regalo — recalco — Debe ser algo especial, algo que sea especial para mi, no puedes dar cualquier cosa — intento esquivar el azabache.

Jon miró a su alrededor nuevamente, al omega y luego al peluche entre sus brazos, sonrio ampliamente y miró al omega.

— Para ti — comentó, extendiendo el peluche a Damian — Es igual a ti — comentó con una enorme sonrisa — Y yo lo arregle — comentó cuando el mayor tomó el pequeño juguete y lo analizo.

Damian solo recalco que Jon era realmente malo reparando cosas, y no le extrañaba tenía diez años; la cola estaba cocida de forma torpe y nada uniforme, había usado un hilo verde vibrante, resaltando entre el falso negro pelaje del gato.

Damian suspiro y miro los ojos llenos de ilusión del menor.

Quizo decirle que no pasaría, que era tonto por intentar cortejar lo. Quizo arrojar al gato lejos para que el alfa se alejara, que no intentase nada raro.

Pero algo en su interior se lo impidió, se limito a mirar al menor y sonreír.

La sonrisa fue devuelta, y dando saltos alegres, Jon se sentó a cenar con una inmensa sonrisa, Damian solo pudo pensar en el peluche de gato entre sus manos. En lo que significaba ahora y lo tonta que era toda aquella situación.

Pero Jon era un niño pequeño, uno que como todos los demás tenían caprichos. Y sin duda ser el "alfa" de Damian era uno de ellos, en un par de días olvidaría todo aquello del cortejo, y como a un chiquillo que no le compran el juguete que que quería; haría un berrinche y no volvería a hablar de ello.

Por que Jon era un niño de diez años.

Y así funcionaba su mente, tan simple.

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|| ɴᴜᴇᴠᴏ ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ
ᴄ

ᴀᴅᴀ sᴀʙᴀᴅᴏ ||
|| Cambie fecha de actualización por temas personales, ya va a  haber nuevo cap los sábados ||