☆♡Yo Cuidare De Ustedes♡☆《Rengiyuu》

♤7♤

El rubio llevó a su madre a un lugar un poco apartado de aquel puente, era ahora o nunca de hablar sobre la situación delicada del oji azul. Lo que más invadía en sus pensamientos era que fuera rechazado, pero sabía que su madre de alguna u otra forma le ayudaría, después de todo los Rengoku an sido cercanos a los Tomioka durante generaciones. Aunque tal vez por el olor del oji azul ya se habrá dado cuenta que estaba en cinta así que...ya no habría que negar lo y no había vuelta atrás

- Bien Kyojuro, dime...¿De que quieres hablar? -al madre del rubio hablo con un tono tranquilo pero al mismo tiempo firme mientras se cruzaba de brazos-

- Madre...Tuve que convencer a giyuu que se mudara aquí al pueblo por una situación delicada, no tengo demasiada información pero...por lo que vi no está seguro en aquel pueblo, por eso dure muy poco tiempo allá

La mujer solamente escuchaba atentamente a todo lo que su hijo decía, no decía nada, solo seguía escuchando a lo que su joven hijo decía todo lo ocurrido {En pocas palabras, Kyojuro hablo todo lo que pasó en su poco tiempo de estadía en su antiguo hogar, cosa ya vista en los anteriores capítulos.}

- Kyojuro, entiendo que lo quieres ayudar y todo eso, por mi no hay problema pero tu padre...sabes como es el, así que déjame lo demás a mi ¿De acuerdo? -hablo la mujer mientras agarraba las manos del más alto- Yo hablaré con el

- Madre yo

- Pero no puedo confirmarte que acepte que giyuu se quede en casa en lo que consigue un nuevo hogar, por mientras que siga hospedandose en donde esté

El rubio realmente estaba agradecido, después de aquella charla regresaron y se encontraron que menor de los Rengoku estaba hablando con el menor de los Tomioka. Se notaban felices ambos

- Tomioka-san ¿¡Encerio sabe tocar esos instrumentos?! -pregunto feliz el menor de los Rengoku-

- Por supuesto Senjuro, y cuando consiga alguno de esos instrumentos te tocaré alguna nota, ¿De acuerdo? -hablo con una leve sonrisa el azabache, aquel brillo en sus ojos aún no iba-

El menor asintió con la cabeza con emoción, realmente estaba emocionado. El joven oji azul muro como se Ivan acercando la señora Rengoku y su amigo. Después de unos 20 minutos empezaron a caminar de regreso, era momento de irse, aún era temprano pero empezaba a hacer frío por el viento. Ya estando fuera de la plaza ya era momento de la despedida

- Ya esta empezando a hacer frío, Giyuu

- ¿Si? -hablo el oji azul mientras la miraba-

- Será mejor que vallas a descansar, por lo que noto no debes estar de un lado a otro, por el bienestar de ambos es mejor que vallan a descansar -hablo calmada aquella mujer mientras lo miraba-

- Claro..es mejor retirarnos -hablo el oji azul mientras se acercaba al alto rubio de puntas rojas- Fue un gusto volverla a ver a usted y a su hijo -agacho un poco la cabeza por unos segundos y luego volvió a levantarla-

- El gusto fue mio, me alegra volverte a ver, espero que nuevamente nos reunamos todos juntos -mostró una leve sonrisa mientras acercaba su mano a la mejilla del joven- No dejes que todo lo que pasó apague esas hermosas estrellas en tus ojos...un día encontrarás a alguien que te haga brillar más -ya con su mano acaricio suavemente su mejilla con una leve sonrisa en sus labios-

El oji azul no contradijo nada, solto un leve ronroneo ante aquella acción mientras le devolvía la sonrisa a la mujer

- Bueno, es hora de partir, pasen linda noche ambos -quito su mano de la mejilla para luego girarse, tomar la mano de su hijo menor e irse por su rumbo-

El oji azul no sabía que decir...sabía que Kyojuro hablararia de su situación con sus padres, tal vez sólo lo hablo con su madre, no iba a reclamar nada, lo echo ya estaba