07 Explicaciones

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-¿Que tal te fue? -preguntaba Carlos, su amigo-

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-¿Que tal te fue? -preguntaba Carlos, su amigo-

-Mal -respondió seria-

-¿Por qué?

-El muy idiota no me dijo que estaba casado y que tenía una hija

Carlos la miró sorprendido, no esperaba eso como respuesta

-¿Qué? -preguntó- ¿es en serio?

-Si, me prestó su celular para poner música mientras íbamos en el coche, primero vi su fondo de pantalla, tenía a una niña con unas flores, lo ignoré porque podría ser cualquiera, ¿no?. -Carlos alzó los hombros- Bueno, creí que podría ser su sobrina, o algo así. ¡PERO NO! -alzó la voz- le llegaron unos mensajes, DE SU ESPOSA -decía mientras terminaba de secar unas copas-

-Oye, entiendo tu molestia, pero ten cuidado con las copas, nos la pueden cobrar. -dijo mientras se la quitaba de la mano- Me sorprende tu actitud, ¿no que no te gustaba?

-O sea, no... -dijo mientras daba vueltas por el bar que aún se encontraba vacío- No lo sé, hablé un buen rato con él, me agradó

-¿Te agrado o te gusto?, normalmente cuando te pasa algo así, cuando tienes una mala cita, solo te burlas de ellos, pero al final te da igual, ¿por qué con el estas enojada?

Samantha se quedo en silencio, su amigo tenía razón, al final le terminaba de dar igual lo que pasaba con sus anteriores citas. Gracias a las palabras de Carlos, Sam se empezaba a preocupar.

-Supongo que es enojo por su hija, pobre niña, la entiendo, mi padre era igual, es horrible tener un padre así

-¿Qué piensas hacer?

-Nada, no tengo nada que hacer, dudo mucho que vuelva a poner un pie de nuevo por aquí, así que eso me mantiene tranquila. No quiero que venga y me corran del trabajo por dale una bofetada

Carlos comenzó a reír ante la respuesta de su amiga, normalmente decía cosas así, él ya estaba acostumbrado.

Eran casi las 9:30 de la noche, el bar comenzaba a llenarse. Samantha y Carlos se encontraban detrás de la barra, era un viernes por la noche, así que la noche estaría movida, habría mucho trabajo.

Sam como de costumbre se encontraba detrás de la barra junto a Carlos, ese día había más gente de lo normal, ya que en el bar había una noche cada mes que se llamaba "décadas", ponían música de los 80's y hacían un viaje en el tiempo hasta llegar a los 2000, con la mejor música.

Sam estaba concentrada, servía unos cuantos tragos hasta que Carlos le habló.

-Sam, mira quien entró -dijo mientras miraba fijamente a la entrada del bar-

Sam alzó la mirada y vio a aquel hombre con el que había salido hace un par de días, iba acompañado de una chica de tez morena, con un hermoso vestido corto de color negro, genial, le había gustado el lugar y ahora traía a sus nuevas citas

-¿Crees que esté saliendo con ella? -preguntó Sam-

-No lo sé, no vienen tomados de la mano -respondió Carlos- mierda, vienen hacia acá

Sam rápidamente se dio la vuelta para evitar mirarlo.

-Buenas noches, dos copas de vino por favor

Carlos asintió e inmediatamente sirvió ambas copas de vino, se las dio al ex galán de su amiga, con la finalidad de que este se diera la vuelta y se fuera con su acompañante a alguna mesa, sin embargo, ambos se quedaron en la barra, tomaron asiento y comenzaron a charlar en voz baja.

Carlos sabía lo incómodo que podía llegar a ser para Sam, así que se limitó dividirse el trabajo como acostumbraban, no quería que su amiga se sintiera "humillada", con su cita fallida.

Pasó el tiempo, Carlos los observaba de lejos, de vez en cuando le daban una pequeña mirada a Sam y se murmuraban cosas, él no entendía eso, hasta que alguien llegó.

-Disculpen la tardanza, hay demasiado tráfico en la ciudad. -dijo mientras dejaba un beso en los labios de la chica-

Carlos rápidamente se dio la vuelta con el pretexto de ir a buscar unas copas en uno de los muebles que estaban en la parte de abajo

-¿Dónde están las copas color rosa? -pregunto Carlos-

-¿De qué hablas? -frunció el ceño- no tenemos copas de color rosa

-Cállate -susurró- ayúdame a buscarlas

-¿Para que?

-Tú ayúdame -insistió-

Sam se agachó a la altura de Carlos y comenzó a buscar "las copas color rosa"

-No hay ninguna copa de color rosa

Sam rodó los ojos y volvió a acomodar el desastre que había hecho Carlos

-No es su novia

-¿De qué hablas?

-Es la novia del amigo de tu enamorado, acaba de llegar -susurró-

Ambos voltearon a verlos, pero se llevaron una gran sorpresa, los tres los estaban observando detenidamente.

Carlos se paró de inmediato y volvió a barra, Sam siguió acomodando las copas.

-Disculpa, podría pedirte un favor -preguntó el ex galán de su amiga-

-Claro, dígame -respondió Carlos-

-Podrías hablarle a tu compañera, por favor, necesito hablar con ella

A Carlos le acaba de entrar el nerviosismo, sabía que Sam se enojaría, pero tampoco quería decirle "no" a un cliente, más cuando Sam le compartía la mitad de las propinas que él le dejaba.

-Deme un segundo -respondió Carlos y se dio la vuelta para ir directamente hacia donde estaba Sam-

-¿Ya se fue? -pregunto sin mirarlo-

-No -respondió- pero quiere hablar contigo

-Obviamente le dijste que no, ¿verdad?

-Sam, no me pongas entre la espada y la pared, no sabía qué responder

Sam no dijo nada, simplemente se dio la vuelta y caminó hacia la barra.

-Buenas noches, ¿en qué puedo servirle? -preguntó Sam-

-¿Podemos hablar?

-Le puedo ofrecer un whisky, vodka, ron, ginebra, algún vino o cerveza, ¿gusta algo?

-Necesito hablar contigo

-Si no gusta nada, paso a retirarme -dijo mientras daba la vuelta para irse-

-Un whisky doble -respondió George- por favor

Sam no dijo nada, tomó un vaso junto con la botella y lo sirvió

-Déjame aclararte las cosas

-¿Que se supone que me tiene que aclarar?

-Si piensas que estoy casado, estás equivocada, me separé de mi ex pareja hace un año y firmamos el divorcio hace cuatro meses. -Sam no dijo absolutamente nada- los mensajes que viste en mi celular son de la madre de mi hija, tengo una hija de cinco años, te pido una disculpa por no habértelo dicho antes, sé que fue mi error

-No es necesario que me de explicación

-Claro que lo es, lo arruine, pero de verdad, te pido que me des una segunda oportunidad -suplicó George-

Para Sam lo que decía George era sincero, o por lo menos eso pensaba hasta ahora.

HAPPIER THAN EVER                || George Russell ||Where stories live. Discover now