Volver a vernos

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En mitad de la sala del portal, un brillo tenue y dorado iluminaba débilmente la sala para todos los espectadores. La emperatriz musita pequeñas palabras de entusiasmo y excitación por ver finalmente sus deseos empezar a cumplirse, a su lado se encontraban su reina igual de expectante, mirando de vez en cuando a la emperatriz.

- Hoy él es día, Mittens, hoy es el día en que por fin recuperare - La emperatriz miro a su reina por un momento, sonriendo antes de corregirse - quiero decir, el día que recuperaremos a nuestras hijas, por supuesta.

Amity quedo en silencio por un momento, suspirando y asimilando el momento - Lo haremos, eso parece, pero . . .

- ¿Tienes dudas? o algún miedo infundado por algo más - Luz le inquirió, alzando su rostro por la barbilla - No debes de temer por nada mi querida reina, tan solo recuperaremos lo que es nuestro.

¿Y qué hay de Hunter? - Ella le cuestiono, notando como la sonrisa de Luz se torcía en una mueca de disgusto momentáneamente - Él se ha hecho de las niñas todo este tiempo, no podemos ser unilaterales con él y arrebatárselas sin más.

Amity señalo, dando su perspectiva a la emperatriz, Luz solo volvió a sonreír mirando de reojo a Amity, sacudiendo la cabeza en negación lentamente

- Fue un error, un acto deliberado en nuestra contra el que las niñas llegaran a conocer a su p. .a, su pa - La emperatriz trato de decir la palabra padre, pero esta parecía atorarse detrás de una sensación de asco.

- Su padre, mi emperatriz - Amity completo por Luz la palabra, tomando una posición más firme al de la castaña - Y sin importar las razones o causas detrás de su llegada, Hunter ahora tiene un lazo con ellas tan fuerte como el nuestro.

Amity suspiro por un momento, tomando de la mano a Luz, mirándola a los ojos - Las niñas te odiaran si intentas usar la fuerza con esto, se razonable - Dijo ella, apelando al corazón de la bruja.

-Lo es -La emperatriz musito mientras sentía su sangre hervir, nuevamente la mujer que había elegido intentaba apelar a su corazón, nuevamente trataba de encausarla por la opción pacífica y una vez más nuevamente la hacía caer por momentos.

Era tal el amor de la emperatriz por su reina que podía concederle el cielo y las estrellas si ella se lo pidiera. Luz odiaba que Amity fuera su debilidad, como lo eran las niñas, sus hijas Azura y Eider, odiaba cada momento de esto.

- Hazlo por mi - Musito Amity, abrazando por detrás a la castaña. Luz podía sentir los frágiles brazos de ella a su alrededor, eran un contraste curioso cuando los comparaba con Hunter, el rubio tenía mucha más carne en comparación con Amity, pero ambos la tenían repartidos en los sitios correctos y eso era importante para ella.

Imágenes de ambos empezaron llenar la cabeza de la emperatriz, sacándole un suspiro tras unos segundos. Luz sacudió entonces, no podía dejarse llevar por estas cosas, no en un momento como este.

- Esta bien, lo intentaremos a tu modo - Ella bufo derrotada ante la insistencia de su esposa.

-Gracias - murmuro en voz baja Amity, abrazando con más fuerza a la castaña, antes de tomar su mano y empezar a caminar hasta la entrada del portal.

Ambas se miraron entre sí, compartiendo un momento de duda antes de cruzar el portal, no muy detrás su única escolta entro en portal tras ellas, desapareciendo de la sala en un brillo dorado que ilumino la sala por un breve momento antes de disiparse y devolver la sala a una tenue oscuridad.

En algún lugar de los bosques de Gravesville, un portal comenzó a abrirse en mitad de una derruida cabaña perdida en mitad del bosque, saliendo de él la emperatriz con una enorme sonrisa y tras ella su esposa y guardia personal Willow.

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