Para el comandante Erwin Smith

22 3 1
                                    

13/12/837

Comandante Smith,

No sé si está carta te llegará, aunque si la estás leyendo será que ha llegado a tus manos.

Espero que te esté yendo bien ahí, en la ciudad. ¿Como son las calles de Shiganshina? Nunca he estado.

A mí me está yendo todo lo bien que se puede. Aunque el dolor de la rodilla siga existiendo es menos que el de hace una semana. La inflamación va disminuyendo y ya puedo andar con la ayuda de una muleta. Gracias a ello puedo salir al exterior, hacía mucho tiempo que no sentía la brisa acariciándome. ¿Qué ocupa tu mente ahora mismo?

En la mía aparece la idea de nosotros dos sentados en este mismo banco, el que ocupo yo solo en estos momentos. Nos imagino mirando el arrebol que se forma en el cielo a estas horas de la tarde.

Estos días me estoy acostumbrando a observar. A mirarlo todo sin poder actuar. Veo a los cadetes correr de un lado a otro, veo las hojas caer, las pocas que quedan. Todos los árboles están desabrigados, todos menos los pinos que cubren las montañas. Cada vez se ven menos pájaros, menos animales. Aunque da igual el día, la lechuza se sigue escuchado por las noches y de vez en cuando se ve correr algún zorro.

Otra cosa de la que me he percatado es que cuanto más cerca está el invierno, más bonito se pintan los cielos. Pronto caerá la primera nevada ¿Dónde estarás para ese entonces comandante?

Con ganas de volverte a ver,

Tú capitán.

Diario de un poeta || EruriOnde histórias criam vida. Descubra agora