《37》

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Alice:

Un hora antes...

Era hora de desayunar, por lo que me dirigí al comedor de la residencia. Como era costumbre me senté en una mesa apartada y solitaria, lo que menos quería era convivir con magos extraños.

Ya habían transcurrido unos días, desde que me hospedé en este lugar, y aún no me había comunicado con nadie de mi entorno. No quería molestar en casa de Beth, por lo que decidí seguir en este lugar; y para no levantar sospechas, le envié una carta a mi Padre, notificando mi estadía en casa de la mencionada.

Mientras tomaba una taza de té, me dispuse a leer el periódico "El Profeta", el cual, fue más deprimente por las malas noticias.

- Todo esta cada vez peor -Hablé para mí misma.

Llego el momento de retirarme, cuando un inesperado acompañante tomó asiento frente a mí.

- ¿Qué hace un bella señorita sola en un lugar como este?

- ¿Disculpa? -Lo miré seriamente.- ¿Te conozco?

- No, pero podemos conocernos linda -Me guiñó un ojo, el descarado.

- No tengo intenciones de hacerlo, así que por favor retírese de mi mesa... Señor -Deje en claro, nuestra direncia de edad.

- Acaso ¿La ha comprado? Señorita -Me molesté.- Entonces, soy dueño de sentarme en este lugar

- De acuerdo, tiene razón, es libre de tomar asiento en donde usted quiera -Me puse de pie.

Cuando quise marcharme, el molesto mago me tomó de la muñeca.

- ¿Qué cree que hace? -Me solté de su agarre bruscamente.

En ese momento me percaté que teníamos espectadores, quienes en vez de intervenir y ayudarme, solo se limitaban murmurar y observar como si fuésemos un número artístico.

- No te hagas la difícil primor, solo déjame invitarte un copa

- Señor, no se si no está en sus cabales, pero soy una estudiante, por ello, menor de edad -Suspire.- Piénselo un momento

- Uh una verdadera jovencita, justo como las me gustan -Quedé horrorizada- Para el amor no hay edad, cariño

- Que asco, es un pervertido -Dije asqueada, pero un poco asustada.

- Es solo un copa, no te hagas la difícil

- No lo haré -Dije molesta.- Prefiero morir en manos de quien no debe ser nombrado, que beber con un hombre así

Por lo visto, mis palabras afectaron su pequeño orgullo, ya que, la expresión de su rostro cambió radicalmente. Pasando de una sonrisa lasciva, a un ceño fruncido.

- Eres una perra arrogante -Dijo el imbécil.

- ¡¿Qué acabas de decir?! -Saqué mi varita y la coloque por debajo de su mandíbula, para luego acorralarlo contra una de las columnas.- Repitelo si te atreves -Estaba furiosa.

- ¡Eres una insolente y engreída! -Gritó este- Solo te quise invitar una copa

- Y te di mi respuesta, la cual fue un ¡No! -Respondí.- Pero no quisiste entender y aquí estamos... así que discúlpate por tus palabras

𝐒𝐞𝐫𝐞𝐧𝐝𝐢𝐩𝐢𝐭𝐲 (Fred Weasley)Where stories live. Discover now