Eran las 10:40 de la mañana y Felix se encontraba en la farmacia buscando algún supresor de apetito.
Le había dicho a Hyunjin que iría a dar una caminata, él se ofreció a llevarlo y acompañarlo pero el pequeño negó diciendo que quería ir solo porque necesitaba distraerse, a lo que Hyunjin entendió.
Pero algo dentro de Hwang decía que Felix no había ido a caminar. No creía que pudiese caminar dos calles sin quedarse sin aliento por su bajo peso.
Tomó sus llaves y fue caminando por todo el vecindario, hasta llegar a la última manzana de su vecindario, llegando a una pequeña farmacia.
Entró en búsqueda del pequeño, viendo pasillo por pasillo.
Finalmente lo encontró, no se había dado cuenta de su presencia así que camino lenta y disimuladamente hasta estar tras él y dijo.
-¿Por qué compras eso si ya estás esquelético? Lo que deberías hacer es comer.
Felix se estremeció al escuchar su voz.
-D-Dices mentiras, además... ¿Qué haces aquí? ¿Me estás siguiendo como un loco?
-No miento Felix. Y si, tuve que seguirte. Se que por lo delgado que estás no podrías estar mucho tiempo fuera sin desmayarte, y más con este calor. Vamos a casa.
Tomó su mano y lo obligó a irse de aquel horrendo lugar para su opinión.
Llegando a su hogar, Felix se había cansado de caminar, aunque no lo había hecho ni 10 minutos, estaba exhausto.
Se sentó en el sofá y Hyunjin se paró frente a él.
Su acción hizo que el menor se confunda, su mayor lo cargó en brazos y lo abrazó, pero igualmente correspondió con amor.
-Tan liviano... Tan pequeño, tan frágil... Me preocupas tanto mi amor, temo por ti. Temo de que te pase algo.
Felix permanecía en silencio, mirándolo. Pero aquella mirada ya no era la misma que antes.
Aquellas mejillas regordetas y preciosas ya no estaban.
Sus ojos ya no tenían el brillo peculiar de antes.
Su rostro no emanaba felicidad al verlo como antes.
Tenía unas apenas pronunciadas ojeras, pero que él nunca había tenido.
Hyunjin sintió como su garganta picaba, su nariz ardía y como lágrimas caían desde sus ojos hasta el fin de su mandíbula.
Lo abrazó con poca fuerza, sentía que si lo abrazaba como antes se rompería.
-Hyung... L-Lo siento... Pero no me siento bien.
-¿A q-que te refieres mi amor?- Preguntó preocupado.
-Me refiero a todo... Ya no me siento feliz, no me siento bien, no me siento amado. Solo estoy aquí por ti, pero aún así apenas puedo seguir... Q-Quiero... Quiero irme Hyunjin..
No se dieron cuenta cuando ambos estaban en el suelo, abrazados como garrapatas, llorando desconsolados, con Hyunjin brindando palabras de amor, cariño y apoyo y con un Felix negando y sufriendo en sus brazos.
