Me meten en la posada a la fuerza y me llevan a la habitación en la que aún se encuentra Thomas, esperando a que le avisen de que todo es seguro para partir hacia su reino.
Subimos todas las escaleras hasta el último piso y llegamos hasta la puerta de la habitación más lujosa y mejor ubicada de todo el edificio. Cómo no.
Está vigilada por diez guardias y uno de ellos llama a la puerta enseguida en cuanto nos ve.
-¡¿Qué?!- Pregunta Thomas desde dentro, siendo notable en su voz el mal genio que tiene ahora mismo. -¿Ya podemos marcharnos?
-Tenemos a la princesa, Majestad.
Se escuchan unos pasos rápidos y fuertes, y en cuestión de segundos el rey de Kalaryan aparece frente a mí, con una sonrisa malvada en el rostro.
-Es un placer verla de nuevo, Alteza. ¿Dónde están sus hermanos?- Les dedica una mirada asesina a los guardias.
-Estamos en ello, Majestad- Responde con algo de nerviosismo el que llamó.
-Por vuestro propio bien, espero que podamos marcharnos con ellos- Amenaza.
Varios tragan saliva, lo cual me dice que no parecen estar muy seguros de que consigan capturarlos. Quizás, y sólo quizás, mis hermanos puedan escapar y ser libres por fin.
-¿Cuándo estará listo todo?- Pregunta Thomas.
-En media hora, Majestad.
-Bien. Calculo que los militares aún seguirán en la plaza, y de todas maneras no se atreverían a atacar a su rey. Pero aún así, quiero que estemos saliendo para ese momento, ¿Entendido?
-Por supuesto, Majestad- Dicen todos a una. -Así se hará.
-Ahora dejadme a solas con ella- Ordena, mirándome de soslayo.
Me empujan dentro de su alcoba y cierran la puerta desde fuera, impidiéndome salir.
Observo lo que hay a mi alrededor y lo que más me llama la atención es el tamaño de la cama, en la que cabrían cinco personas, y la gran cantidad de decoración que hay. Bastantes objetos fabricados en oro y plata, sobre todo. También hay velas aromáticas, un número considerable. Desde aquí se puede vislumbrar el balcón, que tiene unas impresionantes vistas a toda la ciudad.
-Ya creías que habías escapado, ¿Verdad?- Llama mi atención.
No respondo, sólo me limito a mirarlo con extrema repulsión.
-¿Sabes, Haley? Estaba pensando y... Realmente no es tan terrible para mí que tus hermanos consigan escapar. Ya me he divertido lo suficiente con ellos estos años, empieza a resultar un poco aburrido.
Utilizo todo mi autocontrol para no escupirle, pues no quiero ganarme un segundo bofetón hoy, la cara ya me duele lo suficiente.
-Es más, estoy pensando en liberar a tus padres también, ¿Qué te parece?
-Que mientes. Es otro de tus juegos- Respondo sin dudar.
Vuelve a sonreír y comienza a pasearse con las manos en la espalda por toda la amplia alcoba. Yo me mantengo rígida, sin mover un músculo, completamente alerta ante cualquier cosa que pueda hacer.
-No miento, Haley- Asegura.
-¿Por qué los liberarías? Volverían a reinar en Velstand y...
-¿Qué importa? No pueden tomar represalias. Tu querido reino está arruinado económicamente y el ejército deshecho. Tardarán años en recuperarse.
-Aún así, dudo que lo hagas. ¿Cómo continuarías humillándonos si no?
Esboza una sonrisa que me provoca un escalofrío y mi corazón comienza a latir con vigor, presa del pánico.
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El despertar de los caídos (#1)
FantasyEn un mundo donde la opresión del Rey Thomas ha devastado a su gente, una joven, Haley, vive en las sombras como una plebeya común. Pero detrás de su fachada ordinaria yace un secreto extraordinario: ella es la princesa perdida del reino de Velstand...