[1] Blood Moon [Carlisle Cullen]

Cero : Luna de Sangre

La Familia Cullen se mudó al Pueblo de Weeks, un lugar pacífico y colmado de pueblerinos ignorantes. El lugar perfecto para que no sospecharán de sus rarezas, que para gente detallista e inteligente eran obvias.

Cualquiera que los viera admiraría y envidiaría a la ejemplar familia de cuatro pefectos integrantes.

Conformada por el atractivo y amable patriarca Carlisle Cullen, Padre soltero y doctor del pueblo, un hombre apuesto y amable.

La hermosa y dulce matriarca Esme Cullen, hermana del anterior mencionado, felizmente casada y ama de casa.

El Bello y rebelde, Edward, adolescente y estudiante, hijo de Carlisle y sobrino de Esme.

Y por último pero no menos importante, el alegre y ocurrente  Hyperion, esposo de Esme, y un reconocido arquitecto.

Todos parecían cómodos en aquel pueblo, Edward era popular en su Instituto debido a su talento como pianista, Esme había hecho muchas amigas, Hyperion había abierto una pequeña oficina donde tenía muchos clientes  y Carlisle había conseguido empleo en el Hospital General de allí.

Pero solo aparentaban ya que Edward estaba en una etapa de rebeldía en la cual quería dejar la dieta vegetariana, mientras que Hyperion y Esme querían irse de Luna de Miel a solas y tarde o temprano debían hacérselo saber a Carlisle.

Pero no querían dejarlo solo, no querían ser mal agradecidos con el hombre que los salvó y les dió un hogar, él les había enseñado la vida vegetariana y también los reconoció como pertenecientes a su clan cuando los Vulturi preguntaron por ellos.

Tal vez Carlisle no podía leer mentes, pero lo que si podía era oír a millas de distancia la discusión que llevaba a cabo su familia acerca de él. Discusión que cambiaría todo para él.

《Entiendo lo que dices, Eddie, sé que quieres tu espacio y tiempo, pero también entiende que Esme y yo necesitamos tiempo a solas》 Habló Hyperion, molesto por primera vez.

《Tengan tiempo a solas luego de que vuelva, vendré en unos meses》 Objetó Edward molesto.

《Eso dices ahora pero sabes que no volverás nunca》Aseguró el rubio bajito y el castaño frunció el entrecejo.

《Cariño, tal vez podríamos ir de Luna de Miel otro día, Edward necesita su espacio y Carlisle no debe quedar solo》 Intervino Esme con suavidad calmando a ambos.

《¿Y cuando será eso?, sabemos que Edward planea dejar la dieta vegetariana y una vez que lo haga no parara y eso significa que jamás volvera》Se quejó Hyperion siendo abrazado por su esposa.

《Turnemonos, para no dejar solo a Carlisle》 Sugirió Esme y ambos hombres estuvieron de acuerdo.

Sumamente incómodo y triste lo que su familia discutía, por lo que Carlisle optó por prender el auto de nuevo y desviarse de camino. Necesitaba pensar.

¿Desde cuando se había vuelto un estorbo para sus seres queridos?, ¿como no notó que ellos también necesitaban su espacio y tiempo de calidad?, siempre se encontraban con él realizando actividades.

Carlisle se encontraba tan desganado y perdido en sus pensamientos que no sé dió cuenta que inconscientemente su cuerpo lo guió al bosque, ya no tenía el auto y estaba caminando sin rumbo, lo único que alumbraba ese oscuro bosque era la Luna, en esa ocasión rojiza.

《Una Luna de Sangre...》Murmuró para si mismo sorprendido, esta salía cada 100 años y solo era para anunciar un suceso histórico.

Hace 3 lunas de sangre había conocido a alguien muy especial,  ¿Sería posible que él volviera a tener esa dicha?, ¿Podría acaso la Luna de Sangre concederle ese deseo?

Esperanzado y sin nada que perder cerró los ojos y pensó su más grande anhelo, encontrar a su Pareja Destinada. Abrió los ojos y suspiró.

《Es tonto》Susurró con amargura riéndose de si mismo, era un ridículo además de un estorbo, así se sentía en esos momentos.

Desganado y sin querer volver a su hogar para enfrentar a sus seres queridos, tropezó con algo oyendo un crujido bajo sus pies.

Horrorizado abrió la boca sorprendido cuando vió que lo que había pisado era una joven, muy bonita, que se encontraba inconsciente en medio del bosque.

Tal vez fue su vocación como médico o tal vez fue el hecho de que sentía una presión en el pecho al verla de esa manera, pero no le importó nada y la tomó en brazos para llevarla con su rapidez sobrehumana al hogar que compartía con sus tres personas favoritas.

《Carlisle, queríamos hablar conti...¿y esa joven?》Hyperion se acercó sorprendido al otro rubio y éste lo ignoró llevandola a su cuarto, debía curarla con urgencia.

De inmediato se dedicó a revisarla y curarla, tenía rasguños en el rostro y algunos golpes, pero nada grave y además estaba respirando.

Una vez terminado su trabajo suspiró con alivio y sintió que su corazón volvía a latir como si estuviera vivo ¿Como era posible ese suceso?, no entendía pero de repente fue como si las preocupaciones que tenía antes desaparecieran de repente y solo ella fuera lo único que importaba.

Sus pupilas se dilataron y de repente además de sentirse vivo, pudo percibir un delicioso aroma a duraznos. Abrió sus ojos sorprendido ante ese descubrimiento.

Era ella, esa preciosa joven era su destinada. Era la mujer con la que pasaría su inmortalidad.

La Luna de Sangre había cumplido su deseo...