02: Extraños Sentimientos

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Habían pasado días desde que Zooey llegó a la Vida de los Cullen, en la cual fue cuidada por Esme, quien se aseguraban de su comodidad.

Después de todo, Carlisle como sospechó para su pesar la menor tenía dos costillas rotas y era culpa suya por lo sucedido en el bosque. Así que el mayor mantenía la distancia y la chica era cuidada únicamente por la única fémina del lugar.
Durante las curaciones oírla quejarse lo hacia culparse una y otra vez por su descuido, tanto que mantenía únicamente una cercanía ética y profesional con ella, dejándola con curiosidad.

La joven tenía amnesia no tontera como para ignorar la belleza del doctor Cullen, o como ella lo nombró "Angel de ojos caramelo". Siempre se sentía entusiasmada cuando él hacia su revisión de rutina para ver su estado.

Pero eso parecía ignorar Carlisle, muy a pesar de oír los latidos acelerados del corazón de ella, ver sus mejillas sonrojadas y ojos brillosos cuando los veía acompañados de una sonrisa de oreja a oreja. "Soy malo para ella", es lo que se repetía día a día para evitar verla.

— Hoy podrás salir de la habitación — Canturreó Esme muy alegre entrando a la habitación de invitados, dónde yacía sentada en una cama la castaña.

— ¡Eso es estupendo!, quiero recorrer el lugar, si no es de mucha molestia — Casi suplicó Zooey haciendo enternecer a la vampiresa.

— Claro que no es molestia, cielo, pero debes bañarte y luego desayunar — Advirtió y la menor asintió queriendo levantarse con rapidez siendo sostenida por la mayor.

— Lo siento, me emocioné — Se disculpó avergonzada y la mayor sonrió asintiendo, Esme tan amable como siempre.

— Ven, te ayudo para ir al baño, debes ducharte y cambiar tu atuendo, dejé ropa encima del lavado — Informó acompañando a la menor.

Zooey se bañó y finalmente pudo relajar su cuerpo, por alguna razón antes de llegar a esa Mansión su cuerpo estaba tenso, como si huyera de alguien, pero no comprendía de qué.

Ella no recordaba nada de hecho, apenas sabía su nombre y eso la llenaba de incertidumbre. Aunque por suerte había caído en buenas manos los Cullen eran amables con ella, o al menos el rubio y la que decia ser su hermana menor.

Al secarse vió la ropa que le dejó la mayor y sonrió, era un vestido rosa palo con detalles florales, de corte recto, hechos con telas fluidas sin marcar el cuerpo, de corte a cadera, hasta las pantorrillas y escote en V.

Era precioso, uno típico de la época en la que estaban, finales de los años 20'.

Zooey se colocó la ropa interior, y el vestido con prisa, la tela era suave y bonita, además habían unas calcetas y zapatos a juego, sonrió aún más, Esme realmente era adorable con ella a pesar de que no se conocían la trataba con tanto cariño y familiaridad que le hacía sentir cómoda.

Salió del baño lista y al verla Esme se chilló de emoción, se veía hermosa.

— Solo falta algo — Anunció para peinarle el cabello y colocarle un retoque en este. — Ya estás oficialmente preciosísima — La halagó y la castaña sonrió avergonzada.

Ambas salieron de la habitación a pasos lentos y cuidadosos, por la humana y la vampiresa le mostró toda la Mansión con detalles, haciendo sentir cómoda a Zooey.

— El desayuno está servido, los hombres están desayunando ya — Avisó Esme sonriente — Yo ya lo hice, lo lamento — Se disculpó y la menor negó restándole importancia, nada proveniente de aquella mujer le caería mal

— Está bien — La tranquilizó Zooey y cuando llegaron al comedor la charla que tenían Edward, Hyperion y Carlisle se detuvo.

Estaban hablando de cosas de vampiros, no podían compartirlo con la humana presente, así que sonrieron incómodos, sobre todo los rubios, ambos por diferentes razones.

[1] Blood Moon [Carlisle Cullen]Where stories live. Discover now