CAPÍTULO 23

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Apenas hacía una hora que había llegado del trabajo cuando recibió el mensaje de Kate. ¿Qué era eso tan importante que tendría que decirle sobre Lia? Quería pensar que no era nada grave porque en ese caso lo hubiera llamado directamente.

Hacía más de un mes que no sabía nada de ella, desde aquella noche que se fue corriendo de su casa. Por más que Josh quiso hablar con él sobre el estado de la chica, Ethan se negaba porque sabía que iría a buscarla si ella lo necesitaba.

Su abuela al igual que él, la extrañaba muchísimo aunque ambos habían dejado de mencionarla para evitar un sufrimiento mayor.

Como siempre Ethan había llegado puntual a su cita con Kate, ella no había llegado todavía, así que le dio tiempo a pedir un café mientras la esperaba. La cafetería no estaba muy concurrida a esa hora de la tarde y escuchó perfectamente cuando abrieron la puerta y unos pasos acercándose a él hasta quedarse inmóviles junto a su mesa. Al levantar la vista descubrió que no era Kate quien lo había citado.

—¿Sorprendido?

—Lia ¿Qué haces tú aquí?—no recordaba que lo hubiera mirado con esa frialdad jamás.

—No te haré perder tu valioso tiempo, no te preocupes—aparentaba serenidad a pesar de estar destrozada por dentro—Vengo a darte algo y me iré rápido.

—Darme algo. ¿El qué?—por más que la observaba no encontraba a la Lia que conocía por ninguna parte.

—Esto—le tiró la carpeta sobre la mesa de mala manera—Y por supuesto, algo aún más importante—dejó caer también un sobre con dinero—Has hecho un excelente trabajo, sin duda te has ganado cada libra.

—Lia no es lo que crees...—ella ya se había enterado de todo y juzgar por su actitud, parecía detestarlo con toda su alma.

—No me interrumpas—lo cortó—La verdad es que se te ha dado muy bien eso de querer ser mi amigo y toda esa farsa—le estaba hablando tranquila, sin alterarse ni un ápice, eso aterrorizó aún más a Ethan—Podrías ganarte la vida como actor, tienes talento—sonrió a pesar del dolor que apenas la dejaba respirar—Te confieso que al principio no me lo creía mucho, pero eres tan bueno en lo tuyo que no pude evitar creerte. ¡Menuda imbécil! Lo que os habréis reído de mí.

—Si me dejas explicarte...Nunca me he burlado de ti...—quiso acercarse a Lia pero ella se apartó—Todo lo que hemos vivido juntos siempre fue real, y lo sigue siendo—la chica había dejado de mirarlo—Sí, es cierto, al principio sólo eras un trabajo más. Pero días después renuncié a todo porque realmente te apreciaba y me di cuenta que eras alguien que valía la pena y después ambos sabemos en que derivó todo eso—acababa de quitarse un gran peso de encima. No supo cuanto necesitaba hacerlo hasta ese momento—Entiendo que estés dolida y enfadada porque eso es lo mínimo que merezco de ti—la rodeó para quedar frente a ella—Lia, mi vida ha cambiado desde que te conocí y no sabes cuánto le agradezco al destino que a tus amigas se les ocurriera acudir a mí—tenía que convencerla de que no le estaba mintiendo—Gracias a ti he dejado ese mundo turbio, al fin soy un hombre como cualquiera. Un hombre al que le han robado el corazón por primera vez en su vida. Tienes que creerme...

—¿Has acabado?—preguntó como si nada a pesar que su corazón quería creerle—No hace falta que sigas actuando, no tengo más dinero para ti—quería que se sintiera al menos una cuarta parte de mal de lo que se sentía ella—No estoy enfadada contigo, al fin y al cabo estabas cumpliendo con tu deber. Pero como tu comprenderás, no quiero volver a verte en mi vida, y ni que decir tiene que no me creo ni una sola de las palabras que salen de tus labios—lo miró por última vez porque estaba a punto de desmoronarse—Te deseo lo mejor, que te vaya muy bien Ethan—se giró y caminó hasta la puerta.

¡No sonrías, idiota! (2024)Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin