CAPÍTULO 33

471 24 0
                                    

Bastantes paradas más tarde, Ethan supo que no iban a casa de las chicas.

—¿A dónde vamos?

—A mi casa. ¿Dónde si no?

—Pero debimos bajar hace rato. ¿No?

—Verás, es que eso también tengo que contártelo...

—¿Sabes? Creo que tienes mucho de qué hablar señorita.

—No vivo en casa de las chicas—soltó de golpe—De hecho...Ellas no saben que llevo aquí tres semanas. Tú has sido el primero con quien me he encontrado de todos vosotros—apartó la mirada y la fijó en la puerta del tren.

—Ya era hora que yo supiera algo que ellas no—bromeó—Y pienso aprovecharlo. Pero has hecho mal en no decírselo a nadie Lia.

—Necesitaba reorganizar mi vida antes de recuperar lo perdido, pero ya que tú me has encontrado, pues habrá un ligero cambio de planes.

Cuando bajaron del metro, ya era de noche y a Ethan le horrorizó descubrir el lugar dónde vivía Lia.

—¿En serio vives aquí?

—Sí, era el único sitio que podía permitirme. Es por ahí—le indicó.

Era un edificio antiguo y destartalado, parecía que en cualquier momento podría venirse abajo.

—No es muy grande pero bueno, de momento tendrá que servir. Siéntate donde puedas—estaba empezando a avergonzarse de haberlo llevado a casa.

—Ni pienses que te vas a quedar aquí. Recoge tus cosas, nos vamos de esta caja de zapatos.

—Siento que no sea de tu agrado—se estaba empezando a enfadar—Puedes irte si quieres, gracias por acompañarme.

—¡Ese no es el punto Lia! Este sitio es peligroso. No puedo irme sabiendo que estás aquí, sola. Puedes venir conmigo, sabes que hay sitio de sobra, o si no estás preparada para eso, ve a casa de las chicas. Yo me quedaría más tranquilo, por favor Lia.

—En el tiempo que llevo aquí, no me ha pasado nada. ¿Por qué debería pasarme ahora? Además, es provisional, en cuanto empiece a trabajar me voy de aquí. Pero de momento, es lo que puedo pagar. Llevo un año sin ingresar nada en mi cuenta, el dinero se acaba.

—Si decides quedarte aquí, yo también lo haré—se sentó en lo que parecía una cama pequeña.

—No hay sitio para los dos. ¡Mira el tamaño de esa cama!

—Mejor—sonrió ampliamente—Será divertido.

Después de que Ethan volviera con la cena, ambos se acoplaron como pudieron.

—Ahora que no nos oye nadie, creo que sería buen momento para que empezaras a contarme tus aventuras y desventuras por España.

—Mejor lo dejamos para después de cenar porque no es nada agradable.

Ethan pudo darse cuenta que Lia ya no apartaba la comida a un lado o simplemente no fingía que comía, eso lo alegró. Parecía que aquella fase había quedado en el pasado y deseaba de todo corazón que las demás también desaparecieran.

En cuanto terminaron de cenar, Lia empezó a explicarle toda su situación con Esteban, desde el momento en que descubrió que él era el prometido elegido por sus padres, hasta cuando no aceptó casarse con ella. Le mostró la carta y se la tradujo a Ethan para que supiera que él siempre fue un buen amigo.

—Agradezco lo que hizo por ti, ahora me cae menos mal.

—Ethan, yo quiero muchísimo a Esteban, ahora sabes por qué. Si en algún momento volvemos a cruzarnos o si necesita algo, yo voy a estar ahí para él—Ethan iba a decir algo, pero Lia puso un dedo sobre sus labios—Eso jamás estará en discusión—Esteban es tan amigo mío como lo son Jen, Josh, Kate y Lou. Además, le hice daño aunque no fuera a propósito, es lo menos que puedo hacer.

¡No sonrías, idiota! (2024)Where stories live. Discover now