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[Una disculpa si se me escapó algún error, luego lo corregiré]

Es 17 de febrero y no hay rastros de San Valentín en la ciudad.

Luego de desahogar sus males en twitter con un hilo sobre su última desgracia, Yoongi está terminando de alistarse. "¿Qué habrá pasado con la caja", suspira antes de salir de su casa, sonriendo al ver a su amigo mirándose en el reflejo de un auto.

—Hey~ —Hoseok lo rodea con uno de sus brazos con mucho entusiasmo —Hace siglos que no te veo —el tono divertido de su voz es contagioso.

—¿Con siglos te refieres a horas?

—Exacto.

Todos piensan que al ser introvertido Hoseok lo adoptó, pero no es así, Yoongi tomó la iniciativa un día caluroso de secundaria, se acercó al verlo con la mirada perdida en un partido amistoso de futbol. Aún recuerda la burla en la mirada de Namjoon cuando le propuso acercarse al chico nuevo, o sea Hoseok.

—... Me alegra que te haya puesto el cuerno —Yoongi lo mira en silencio con una ceja arqueada sin dejar de caminar —A ver, no me alegra, es que no me daba buena espina.

—Pero qué dices —Hoseok frunce los labios ante su tono burlesco —Eran amiguitos —el más alto niega con rapidez.

—Solo estaba siendo cortés con él.

—Lo llamabas tu "bestie"

No espera a entrar al bar, Hoseok suelta una risotada que a más de uno sobresalta. Sin inmutarse Yoongi se dejar abrazar por los hombros con esa calidez que caracteriza a su amigo.

—Tú eres el único que merece ese título.

Ellos podrían ir a otro lugar a esperar el cumpleaños del menor, pero ambos le tienen cariño al local. Ahí han llorado y reído, además, el dueño es una persona agradable... aunque regularmente sus sándwiches no son la opción más óptima para comer.

—No creo que sea una buena idea mezclar dos bebidas alcohólicas —Yoongi advierte en voz baja. El más alto se pasa por el fundillo la advertencia y bebe de un trago todo el contenido —Ajá, ignórame pedazo de exagerado.

Las risas duran poco, el chico de cabello negro observa con diversión como de repente Hoseok se ha puesto serio. Se traga su risa y con el fantasma de una sonrisa le pregunta si necesita algo.

—Comida, pero sin pelos —Yoongi asiente para luego levantarse —¿A dónde vas?

El mayor suspira mirando hacia el techo por unos cuantos segundos.

—Pediré algo para comer.

Se acerca a la barra y sonríe amable al ser recibido por el dueño del local. Yoongi le explica al hombre que en unos minutos será el cumpleaños de su amigo y quiere alguna cosa en la que poner una velita de cumpleaños. Se burla en silencio al volver y ver que Hoseok sigue en la misma posición.

—¿Sucede algo? —el menor espera a que tome asiento para abrir la boca.

—No entiendo por qué ninguno de esos idiotas supo cómo tratarte —la amargura de su voz borra la sonrisa de Yoongi.

—Es lo que hay, no pienses demasiado en ello —le da palmaditas en la espalda intentando animarlo pero Hoseok solo suspira —Bro, cambia esa cara o me pondré a llorar.

Llegan las doce y la celebración empieza. El dueño del local trae un pequeño pastel adornado de unas llamativas velas. Eso le devuelve la sonrisa al menor y Yoongi puede respirar en paz por unos minutos, porque los shots de tequila cortesía de la casa lo bombardean a tal punto de ver doble.

Mutuo  [ YM ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora