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LA HORA MARCABA las 05:00 de la mañana, Agustín y su novia estaban tirados en el sillón durmiendo, Malena con ayuda de Esteban pudo cargar a Matías hasta el auto, Valentín dormía en el piso abrazado a una botella de cerveza y apoyado a su lado estaba Felipe y Blas, Juani no era de las jodas así que pasada de las 04:00 agarró y se fue en su auto, él era el único sobrio completamente, Enzo llevo hasta a su departamento a Diego, debido a que vivía cerca suyo y Francisco dormía en su cama.
Y Eleonora estaba aún hablando con Esteban, está vez adentro, porque ya se sentía el frío, estaban sentados en el suelo apoyados en un mueble de la cocina, aunque costo un poco finalmente estaban hablando de su vida, de como habían avanzado en sus carreras, ambos muy orgullosos del otro.

—Creo que nos fue muy bien a los dos, la verdad.—ella asintió ante las palabras de él.—Me alegra ver que llegaste tan lejos, me habría gustado estar a tu lado en esos momentos.

Eleonora bajo su mirada, un poco triste.

—A mi igual.—confeso.—Bueno, ya tengo que irme, Valentín es re esquisito y si no descansa en su cama después anda lloriqueando.

Se levantó del suelo y se colocó sus zapatos, Esteban se levantó rápido y la siguió hasta el comedor.

—Uh, que pibe.—se quejo Eleonora al verlo tirado en el suelo.—Arriba mono, no puedo levantarte sola.

Intento levantarlo pero no pudo, Esteban se acercó y no tuvo que pedirle permiso para levantarlo del suelo de un solo estirón.

—Gracias.—le sonrió la rubia, él asintió.

Con su ayuda lo llevo hasta el asiento del copiloto, Eleonora agarró las llaves del auto.
Observo a Esteban.

—Bueno, gracias devuelta.—dijo ella sintiendo nervios por despedirse.—Chau, nos vemos.

Le hizo un gesto de manos sin animarse a despedirse con un beso en la mejilla, él no protesto, solo me sonrió, espero a que el auto arrancará hasta verla irse.
Volvió a la casa de Fran, apagó la música y recogió algunas cosas del suelo, sintiendo compasión por Felipe y Blas los acomodo con almohadas antes de dirigirse a la cocina. Agarró una lata de cerveza y se sentó en el mismo lugar donde había estado con Eleonora momentos antes.

—Norita...—susurro mientras bebía.

Aquella noche al verla devuelta su corazón casi se detiene, él no era de asistir a jodas pero ese día se había animado a ir debido a la ausencia de planes y el aburrimiento, sin saber que volvería a verla.
Eleonora, su ex-pareja, verla devuelta le trajo sentimientos que se convenció de haber enterrado, hace unos años, tiempo después de haber terminado su relación con ella, creía oír su voz, creía ver su rostro donde sea que fuera, intentaba ignorar aquellas sensaciones que a veces eran realmente fuertes, que varias veces le jugaron una mala broma y lo hicieron llorar.
Incluso una vez creyó verla en la cafetería favorita de ellos, aún recordaba haberse paralizado sintiendo miedo de verla pero al acercarse se dio cuenta que no era Eleonora, que no era su Norita, y aunque se hubiese asustado, también deseó que aquella chica hubiera sido ella.
El tiempo seguía pasando y él ya la había superado, había aceptado finalmente la decisión compartida de dejarse ir.

Pero ahí estaba él, apoyado sobre un mueble con una lata de cerveza en su mano, ¿realmente la había superado?



































































—¡Hola perdida, soy yo, el ex-amor de tu vida!—canturreo Valentín, jodiendo a su hermana.

Él por poco saltaba en su cama mientras ella estaba del lado de los pies intentando volver a dormir, Valentín la sacudía mientras cantaba.

Que hijo de puta, pensó la rubia sin intención de ofender a su madre.

—Uh, Valentín.—se quejo su hermana.—Nene, se supone que deberías tener una resaca horrible.

—Vivito, coleando y con las mejores.—dijo.—¿Y entonces, Esteban y vos?

—Entonces nada, Valen.—dijo la rubia.—Son las 09:00 de la mañana, dormí re poco y vos ya andas jodiendo.

—¿Nada? Te despareciste unos buenos minutos con Kuku.

—¿Y?—pregunto.—Solo hablábamos, nada más.

—¿De que hablaron?

—De todo, sobre nuestras vidas después de separarnos.—le contó.—A los dos nos fue muy bien, solo eso.

—¿Y entonces?

—¡Uh, nene que pesado!—le dijo ella golpeando con una almohada su cara.—Yo ya no estoy interesada en Esteban, ¿eso querías escuchar o que?

—Uh, si claro, vos ya no estás interesada en él.—se burló su hermano, Eleonora arrugó su frente y levantó su puño.—¡Era joda, te estaba jodiendo nada más!

Él salió corriendo hasta la cocina antes de que su hermana le diera un puñetazo y lo dejara medio muerto. Eleonora se tiró en su cama cerrando los ojos para comenzar a sobre pensar como de costumbre.

Esteban ya era un capítulo cerrado, no podía volver con él, él ya había echo su vida y ella igual, sin embargo no podía evitar sentirse algo...emocionada y nerviosa cuando recordaba su charla de la noche anterior.

Apretó su puño, no debía sentirse emocionada, tampoco nerviosa, pero recordar aquellos momentos pasados con Esteban la volvían un poco vulnerable a pesar de ya haber superado su pasado con él, no sabía cómo debía sentirse ahora que lo vió después de tanto tiempo, le asustaba pero también se sentía feliz de verlo de nuevo.

𝗦𝗧𝗜𝗟𝗟 𝗜𝗡𝗧𝗢 𝗬𝗢𝗨, esteban kukuriczka Where stories live. Discover now