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—¡GOR!—Francisco se acercó a ella con emoción a pesar de que la había visto el día anterior.—Mira que divina estás.

Eleonora había decidido usar un vestido color celeste, si, que no se notará que era su color favorito, este sin embargo era más simple al anterior en la fiesta.

Está vez el ambiente estaba muchísimo más relajado, afuera Pipe estaba al lado de la parrilla con Matías, otros hablaban mientras bebían un poco y estaban sentados.

—Traje esto.—la rubia le entrego una bolsa con un vino dentro de ella y unos chocolates.

—No tenías que traer nada, yo estoy feliz con tenerte acá.—le dijo él.—Vamos, acompañame adentro y dejas tus cosas de paso.

Saludo con un gesto de manos a todos los presentes y siguió a el rubio hasta adentrarse en la casa.
Dejo su bolso colgado en un perchero en el comedor.

—¡Ay, Eleonora!—Malena se acercó a ella sonriendo, en la fiesta no habían cruzado tantas palabras pero sin embargo se caían bien.—Mira que vestido bonito, lo amo.

—Gracias.—sonrió avergonzaba, no sabía cómo reaccionar ante los cumplidos.—A mí me encanta tu blusa, el color en especial.

Agustín Laín y Juani le saludaron mientras preparaban las ensaladas con Malena y Victoria.

—¿Les ayudo en algo?—pregunto.—Faltan los platos y cubiertos, los pongo yo.

Ellos asintieron y agradecieron su ayuda, Eleonora dijo que no era nada, después de todo, todos aportaban algo, por ejemplo, Tomas y Rocco aportaban las risas y compañía.

Francisco le ayudo con los vasos, comenzaron a acomodar los platos en sus lugares, el timbre sonó y Fran le dijo que vaya a abrir asi el terminaba con los platos. Eleonora camino hasta la puerta esperando a que fuera Valentín que había ido a comprar para tomar o algún otro amigo de el rubio, pero al abrir la puerta se encontró con Esteban, dio un paso para atrás dejando que el entrara a la casa, llevaba una remera color blanco dejando al descubierto sus brazos y jeans negros con zapatos negros.

—Hola No-...—se detuvo, la rubia trago saliva cuando se dio cuenta de cómo estuvo a punto de llamarla.—Eleonora.

Se forzo a sonreír sintiendo nervios, detestaba sentirse nerviosa ante él, como antes.

—Esteban.

La mirada de él no se despegó de ella hasta que comenzó a caminar en dirección a la cocina para dejar unas facturas que había traído para merendar más a la tarde con mates.

—¿Y Fran?—pregunto, al instante el rubio apareció.

—Hola Esteban.—sonrió, su mirada viajo a la bolsita que dejó en la mesa.—Otro más, les dije que no trajeran nada.

Este rió al ver la frustración de Francisco, la rubia se quedó en silencio, el de ojos verdes al notar su incomodidad la abrazo desde los hombros.

—Bueno, vamos afuera con los chicos.—dijo él, Eleonora asintió con una sonrisa comenzando a caminar hacia afuera.

—Hola Eleonora.—saludaron Pipe y Matías al verla.—¿Y Valentín?

—Se quedó con la novia, dijo que más tarde capaz pasaba.

—Ah, ese pollerudo.—se burló Pipe.

—Sh, ¿que decís de mi mejor amigo, vos?—le freno Esteban.—Vos te escuchaste toda la discografía de una rubia por tu novia.

—Bueno, bueno es distinto.—Felipe ya estaba colorado.

Fran volvió con una lata de cerveza para Eleonora mientras todos seguían hablando y riendo, otros comenzaron a llegar y Fran tuvo que ir a atenderlos, Matías y Felipe se concentraban en la carne y la parrilla dejando prácticamente solos a Eleonora y Esteban que no sabían que decir para que el ambiente tenso se fuera.

𝗦𝗧𝗜𝗟𝗟 𝗜𝗡𝗧𝗢 𝗬𝗢𝗨, esteban kukuriczka Where stories live. Discover now