Capítulo 23

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La noche fue cruda y un tanto larga.

JungKook no paraba de culparse por lo que había sucedido. Ver a JiMin en ese estado tan deplorable le hacía sentir miserable y que en este punto ya no lo merecía. ¿Cómo fue capaz de esperar por la tragedia para darse cuenta de que enserio lo ama y que quiere estar con él para toda su vida? Pero lo que más le golpea es la desgracia de no poder tener la familia que deseaba a su lado. Que el ser inocente que cargaba en su vientre fue quien pagó las consecuencias de esta disputa innecesaria.

Jeon JungKook gozaba de ser el Alfa más amable y bondadoso del mundo, pero cuando lo herían, cuando se trataba de traiciones o cosas de esa índole, había algo en su interior que despertaba como león enjaulado que era liberado para buscar a su presa, es entonces que sus instintos se veían influenciados por la ira y el rencor que no suele sentir con frecuencia y que por ende no puede controlarlos. Es una parte de él que detesta, pero que también es inevitable; el dolor de saber que fue engañado hasta un punto por el Omega que ama fue lo más nefasto que pudo experimentar. Ese sentimiento se transformó en uno funesto y de culpa... de arrepentimiento por haber actuado tan impulsivamente. Era evidente en sus bonitos ojos grises cómo el dolor también lo estaba consumiendo y que también se había arrepentido de sus actos. Entendía que si no tocó absolutamente nada de su dinero era porque ya no tenía intenciones de hacerlo.

Aunque tal vez era demasiado tarde para darse cuenta de esos detalles.

No durmió en toda la noche y en su lugar se dedicó a cuidar de su Omega quien aún estaba influenciado por el sedante y los calmantes para el dolor. Pero el dolor que debía enfrentar no era físico, era el de su corazón que se rompería cuando se haya enterado sobre lo que sucedió con su cachorro, ese al que amaba con locura pese a que ni se notaba en su vientre. No tuvo la dicha de poder ver crecer su pancita y JungKook se ataca constantemente con que ni siquiera tuvo la oportunidad de compartir esa felicidad con él. No podrá verlo por toda la casa usando ropa de embarazo ni podrá escucharlo quejarse porque tiene antojos extraños. Se perdió de la gran experiencia del proceso de embarazo y por ende de la llegada de su primogénito. ¿Hubiera sido niño o niña?

Ahora nunca lo sabrá.

El sol apenas comenzaba a asomarse lentamente por la ventana del cuarto donde JiMin aún descansaba. JungKook se encargó de hacer que lo cambiaran a la mejor habitación y que tuviera a su disposición a más enfermeros y doctores que pudieran revisarlo. Aunque sabía perfectamente que con su dinero e influencia no podía borrar lo que sucedió en antelación, pero al menos sentía que lo estaba cuidando bien.

Pasadas la nueve la mañana entraron los amigos de JiMin para verlo, pero casi enseguida salieron. Hobi se sintió terriblemente mal de verlo así de golpeado e indefenso, mientras que YoonGi no paraba de juzgar a JungKook con la mirada. Jin no fue capaz de entrar, pero se quedó sentado fuera de la habitación esperando por su hermano para llevarlo a desayunar, aunque no quisiera.

Las horas continuaron pasando, y cerca del mediodía JiMin comenzó a abrir sus ojos lentamente. Soltó un quejido debido a que fue consciente de su malestar corporal y con una mano se sobó la cabeza, fue en ese momento que notó los cables a los que estaba conectado y que estaba en una habitación de hospital, pero aún se sentía un poco desorientado.

—JiMin.

Escuchó una voz conocida y miró en esa dirección no esperando que él estuviera ahí.

—Al fin despiertas—JungKook se acercó y lo tomó de una mano para besarla con mucho cariño— ¿Cómo te sientes? —pero en cuanto pudo ver sus ojos grises se sintió peor—No sabes cuánto lo siento, dulzura. Fui demasiado lejos con mis palabras y con mi desprecio. Estoy muy arrepentido de todo lo que te dije. Por favor... ahora soy yo quien debe pedirte perdón.

Call It What You Want (Omegaverse Kookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora