✶ ࣪˖ 𝐏𝐀𝐈𝐍𝐓 𝐓𝐇𝐄 𝐓𝐎𝐖𝐍 ˖ ࣪ ִֶָ ━━━━
❨ we are about to paint the town ❩
•₊°◞ 𝐃𝐎𝐍𝐃𝐄 Seline se encuentra enredada en la vida de sus mejores amigos cuando se entera que Percy en realidad es hijo de un Dios Griego, dando a sí su mundo...
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Entre tanto caminar alejándonos de la casa de la tía Medusa y su cabeza, terminamos en medio de la oscuridad cerca de la carretera principal en un lugar en donde al parecer la gente que vive por aquí cerca suele hacer fiesta. Estamos rodeados de basura, latas, empaques de múltiples alimentos entre otras cosas de dudosa procedencia que en realidad prefiero ignorar.
Grover lleva mirando el cielo oscuro quejándose de que le entristece toda la mugre que hay en el planeta y que no puede ver las estrellas a causa de la contaminación hecha por los humanos y sobre un alguien llamado Pan, y yo sólo pienso en el pan que se come y me muero de hambre.
Debería haber aceptado esas hamburguesas de la casa de la tía Medusa cuando me lo mostraron, aunque también fue inteligente sin ahora mismo sería una piedra en mi primera misión.
Entre Grover y Percy discutieron un poco sobre quien iba a hacer el primer turno para que el otro durmiera, quien por cierto Annabeth ya lleva durmiendo hace un tiempo, sin embargo yo me quedo a lo lejos sentada jugando con un palo mientras dibujo figuras sin sentido en la tierra. Percy se da cuenta de eso y se acerca a mi tomando asiento a mi lado sobre el tronco de madera frente al rastro de fogata frente a nosotros.
—Así que, has descubierto un nuevo poder.— Dice con cuidado de no despertar a los dos chicos que duermen plácidamente en el suelo, lo cual no puedo entender cómo es que lo hacen sabiendo que perdimos todo en el autobús.
—¿Uno? El único hasta el momento.
—No te olvides que te puedes sanar con el fuego.— Me toca el rostro con su dedo índice en donde había tenido una herida a causa de la pelea con espadas en captura la bandera.
Asiento con la cabeza lentamente recordando que fue un evento traumático lo que me hizo dar cuenta que el fuego me puede tocar y no lastimar.
—Tu y yo somos lo opuesto, ¿Te has dado cuenta? Agua, fuego, ¿Nos destruiremos eventualmente cómo una bomba?
—Y aun así nos llevamos bien, no como nuestros padres pero no explotaremos, no creo que funcionen así las cosas.— Murmura por lo bajo, de la nada su mirada se pierde entre los árboles que tenemos al frente.
