Man in the bathroom and who are the destined ones

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El sol reluciente iluminaba el alrededor, los árboles generaban algo de sombra en el bosque, los pájaros se posaban en ellos. El sonido del agua del rio era relajante y una pequeña niña podía sentir la fría agua tocar sus pequeños pies mientras veia como el agua pasaba. La pequeña observaba el paisaje relajante que la rodeaba, el olor a bosque inundaba sus fosas nasales y un sentimiento de tranquilidad abundaba por su cuerpo.
La pequeña sintió como a su lado se hacían presentes unos ronroneos y cómo algo peludo se sentaba al lado de ella. Era la mascota de la pequeña, un tigre blanco con rayas negras.

── Buenos días, Orión. ¿No crees que la mañana está hermosa? ── preguntó la pequeña mientras acariciaba al gran animal.

El tigre miró a la niña y asintió, ésto causo que la pequeña sonriera y siguiera viendo sus pies en el agua.

── Calistta...── se escuchó un susurro grave y áspero a lo lejos.

La niña se percató y comenzo a buscar de donde provenía.

── Calistta...── se volvió a escuchar, pero hacia otro lado.

El tigre se levantó de golpe, se puso en alerta mientras la niña estaba algo asustada y trataba de saber de donde la llamaban. Su cabeza giró hasta mirar enfrente de ella, al otro lado del rio habia un chico jóven, de pelo rubio y mirando de espaldas su alrededor algo perdido.

── ¿Quién eres? ── preguntó la pequeña algo atemorizada.

El chico se dió vuelta para ver a la pequeña con una cara asustada.

── ¿Calistta? ── preguntó el chico.

La pequeña asintió dudosa mientras se encogía de hombros con miedo.

── Calistta, estás en un terrible peligro.── soltó el chico.

La pequeña empezó a tener la vista borrosa y sentir como algo en su mejilla caía. Eran lágrimas. Su pequeño cuerpo sintió como si se hubiera helado de repente y comenzó a temblar de miedo.

── Lo siento mucho, pequeña. Nunca tuviste que estar en peligro. Lo siento.── comenzó a lamentarse el chico.

── ¡Mamá! ── gritó la pequeña tratando de llamar a su madre.

Pero cuando volteó su cabeza, el ambiente se convirtió en una lluvia torrencial que apenas dejaba ver. El templo «el cual era su casa» estaba vacío, con un desastre adentro. La niña miró para el lado donde se encontraba su tigre y el animal estaba sin vida tirado con una espada clavada en su cuerpo.

── ¡Mamá! ── volvió a gritar la pequeña, pero no hubo respuesta.

── Él está viniendo, no tengas miedo. Mantente a salvo.── terminó de decir el chico.

La pequeña empezaba a respirar agitada y alzó su mirada para ver al chico.

── ¿Quién? ── gritó la pequeña. ── ¿Salvarme de qué?── exclamó la pequeña.

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⏰ Última actualización: Mar 30 ⏰

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