17

164 5 0
                                    

Todos dormían. Todos menos Emma. No comprendía qué había pasado con Elthon. Él no había regresado a hacerse presente en la habitación y ella no había bajado a comer. Tenía el presentimiento de que él estaba molesto aunque no sabía por qué.
Por mas que quisiera, no fue a buscarlo. Se detuvo frente a su puerta pero no se animó a entrar. En vez de eso bajó a la sala y se quedó escribiendo hasta que el sol salió.
Cuando Elthon bajó, la encontró dormida sobre la pequeña mesa de centro. Sobre ella había varios papeles y una lapicera. Se encontró con pequeñas lágrimas dejando su marca en los papeles y su furia desapareció. La tomó en brazos y la subió a la habitación donde la cubrió con las sábanas.
-Elthon. -susurró y él se maldijo por haberla despertado. Pero, al voltear se encontró con que ella dormía y lo había nombrado en sueños.
Tomó asiento junto a la ventana y encendió un cigarrillo mientras comenzaba a leer las lineas que ella había redactado.
"Un tormento clavado en mi alma. Su nombre, su ausencia. Mil preguntas rondan por mi mente. Todas ellas sin respuesta.
Cuéntame un cuento al dormir, y ponlo a él como el príncipe. Hazme su princesa y déjame soñar que soy feliz.
Dibujame escenarios con lápices de colores o hazme danzar sobre páginas vacías.
Inventa la melodía del silencio o susurrame la letra de una canción de ensueño...."
Emma abrió sus ojos confundida y lo miró.
-¿Elthon?
-¿Qué? ¿Te sorprende que no sea Louis?- preguntó friamente.
Su pregunta y su tono descolocaron por completo a Emma. Frunció el ceño y refregó sus ojos.
-No te hagas la desentendida.- se apresuró él. -Si querías estar con él, podrías habermelo dicho.
-¿Qué?
-Sabes de que te hablo. Ríanse juntos. Dale la mano y acostate en tu cama con él.
Emma se puso de pie y se acercó a la puerta. No le gustaba su tono ni sus palabras. Ese no era Elthon.
Ahora lo entendía todo y le dolía.
-¿Ahora te vas?- rió sarcástico.
-No es mi culpa que Louis se parezca tanto a mi hermano.- dijo ella antes de cerrar la puerta.

"Ojos azules, risa fresca. Él dentro de una vida ajena. Lo recupero aunque no está.
Pelo oscuro, manos suaves. Sus abrazos son la clave. Él ha muerto en realidad.
Quiero encontrarlo aunque no puedo y en cada lado me lo invento, intentando el tiempo perdido recuperar.
Juego yo sola a este juego,  lo busco y no lo encuentro. Tengo miedo de que jamás vaya a regresar.
Y los tiempos viejos recordar, y con él querer regresar. Es un tormento no saber donde está. Hoy busco a papá y mamá para preguntarles si su bebé está con ellos o aún lo puedo encontrar."
Tras leer las líneas salió en búsqueda de ella pero no había forma de encontrarla. No le había dicho a nadie que no la encontraba pero tampoco tenía pensado hacerlo.
Al verla sentada con la vista fija en la ventana, su corazón se encogió.
-¿Emma?- susurró pero ella no se movió ni respondió a su llamado.
Sus ojos ciegos y oídos sordos estaban sumidos en uno de los mas oscuros rincones de su mente, haciendo que el terror corriera en su sangre.

Piensa lo que quieras.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora