Capítulo 2...El primer cambio

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¡Hola mis Magis! :3

Aquí les dejo:

§-§-§-Segunda oportunidad-§-§-§

Capítulo 2...El primer cambio

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Un hombre se hallaba en la costa cerca de su pueblo admirando el océano mientras bebía de su cantimplora. El día estaba estupendo para pescar, y no iba a desaprovecharlo.

Terminó con su descanso y subió al bote donde ya tenía preparadas las redes para empezar con su trabajo.

Navegó un poco lejos de la orilla hasta encontrar un lugar donde los peces solían nadar bastante. Aseguró bien el bote y se dispuso a tomar las redes no evitando pensar en su familia, o más específicamente, en su pequeño hijo de tres años. Esa mañana el pequeño trató de ir con él manteniéndose escondido, pero su madre lo atrapó justo cuando iba a pasar la puerta.

No pudo evitar reír. Su pequeño era muy enérgico, y aunque era muy pequeño, siempre buscaba la forma de ayudar.

—"Será un gran ayudante cuando sea mayor"—Piensa con gracia terminando de desenredar la red para tirarla al agua, pero un peso sobre ella le impidió moverla—Qué raro, no recuerdo haber puesto nada sobre ella.

Muy confundido, movió la red apartándola para ver qué era lo que le impedía sacarla. Su rostro palideció como la tela de su ropa al dar con el obstáculo. Se trataba de un pequeño niño que compartía un gran parecido con él. Estaba dormido muy tranquilo sobre las redes...hasta que notó que fue descubierto y abrió sus enormes y brillantes ojos dorados posándolos en su padre.

—¡Papi!—Exclama lanzándose a sus brazos muy contento.

—¡Sinbad! ¡No deberías estar aquí!—Exclama Badr atrapándolo en el aire. Un poco más y caen del bote—Es muy peligroso que un niño tan pequeño esté en un bote en medio del mar.

El pequeño lo miró ladeando el rostro en completa curiosidad parpadeando algunas veces. Badr suspiró. No importaba cuanto se lo dijera, él simplemente no puede entender lo que dice...aunque a veces pareciera que sí.

Decidiendo dejarlo estar, acomodó de nuevo las redes y se dispuso a regresar para llevar al niño a casa antes de que Esra perdiera la cabeza, pues seguramente estaría buscándolo como loca. Pero sus acciones se detuvieron por un momento cuando escuchó el resonar de un trueno. Miró al cielo notando las nubes grises que se cernían sobre ellos...esto era malo.

Una fuerte lluvia comenzó a caer convirtiéndose en tormenta. Badr intentaba remar de regreso a la costa, pero ni siquiera podía ver a dónde iba.

—Papi, por ahí no—Dice Sinbad asomado en su hombro—Ve por ahí—Señala en otra dirección.

Badr estaba perplejo ante la seguridad con la que su hijo señalaba el camino. Le recordó el día que nació, cuando la naturaleza pareció enloquecer de repente y Sinbad los guió a él y a su esposa a un lugar seguro.

En aquel momento no supo qué fue lo que lo movió a seguir las indicaciones de un bebé, pero gracias a eso, los tres estuvieron a salvo hasta que todo se calmó. E igualmente, en este momento no dudó en seguir el camino que señalaba su hijo logrando llegar a un lugar donde no caía la tormenta. No tardó en divisar la costa a lo lejos.

—Increíble, realmente sabía a donde ir—Dice Badr muy sorprendido.

—¡Lo hiciste, papi!—Celebra Sinbad con gran alegría. Su padre lo tomó en brazos alzándolo para verlo bien.

Segunda oportunidad {Sinbad y Tú}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora