Capítulo 13 - Bésame

856 40 12
                                    

Sofia

- Hablemos entonces - le dije intentando que mis nervios no se notaran

- Mira no entiendo que es lo que me estas haciendo pero jamás he conectado con una persona igual de bien que contigo. Estar cerca de ti me provoca un sentimiento  que nunca antes había experimentado, tengo la sensación de que cuando estoy contigo mis problemas desaparecen y solo estamos tu, yo, y las putas ganas que tengo de besarte.

Joder, eso no  me lo esperaba. Pude sentir como se me cortaba la respiración de la sorpresa. Había sido claro y conciso, no había manera de interpretarlo de otra manera, yo le gustaba a el, y por suerte o por desgracia, el a mi también

- Pf João, entiendo perfectamente lo que te pasa, yo estoy igual, solo con verte se me acelera el corazón y no hablemos de la cantidad de veces que he querido besarte sin importar los demás. No sé que me estas haciendo, pero provocas en mi algo que nunca había sentido

- Joder ya no se que más decir - se rio nervioso rascándose la nuca

- No digas nada más, por favor, solo bésame

Fue pronunciar esas palabras y los labios de João impactaron contra los míos. Nuestras bocas se juntaron como si estuvieran destinadas a no separarse nunca más y su lengua pidió permiso para internarse en mi boca.

Un millón de pensamientos recorrieron mi mente, pero solo uno tenia importancia, y era el, el chico que me estaba haciendo volver a creer en que había alguien para mi.

Sus manos recorrieron mi cuello con cariño antes de encajar con mi cintura perfectamente, y algo en ese gesto hizo que mi corazón acelerara sus latidos. Joao me levantó con una facilidad extrema y me colocó encima de el con cuidado, como si temiera que me fuera a romper. 

Me perdí en su boca deseando que el momento durara para siempre, su mano se posó con suavidad en mi nuca acercándome aun más a el si eso era posible. Normalmente me gustaba tomarme las cosas con calma, pero con el no podía necesitaba sentirlo todo de el.

Mis manos bajaron hasta el borde de su camiseta y me separé de el un segundo pidiéndole permiso con los ojos, la manera en que su boca volvió a impactar contra la mía, me dio toda la confirmación que necesitaba. Le quité la camiseta y casi me quedo sin aliento. Lo había visto sin camiseta antes, y ya sabía lo bueno que estaba, pero ahora, joder, ahora me parecía casi irreal.

Joao dejó escapar una risita divertida ante mi reacción y volvió a agarrarme de la nuca para pegar sus labios a los míos, pero antes de besarme, me dijo algo que casi provocó que me diera un infarto de amor.

- Puedes mirarlo todo lo que quieras, total, soy todo tuyo bonita

No me dio tiempo ni a responder antes de que me volviera a besar. Mierda portugués, creo que me estoy enamorando de ti.

Joao me acarició la espalda con cuidado, metiendo sus manos debajo de mi camiseta y yo, impaciente como siempre, no pude evitar apartar la prenda de por medio quedándome solo en sujetador. Su mirada viajó por mi torso y yo no pude evitar sonrojarme avergonzada, y con un poco de miedo porque ¿Y si no le gusto tanto como creía? Su mirada se clavó en la mía y una sonrisa se asomó en sus labios

- Joder Sofía, eres puto perfecta

Me quedé muda, quería responder, pero no podía, no me salían las palabras, así que opté por demostrarle lo que sentía de la mejor manera en que podía hacerlo. Atrapé sus labios entre los míos y dejé que mi boca hablara por mi, en un beso que casi nos quita el aliento a los dos

- ¿Subimos a mi cuarto? - le pregunté pegada a sus labios

El no contestó, simplemente me cogió en brazos y sin despegarse de mi boca nos llevó hasta mi habitación. El gesto provoco una risita de mi parte, y no estoy segura de como no nos caímos por el camino, pero en un abrir y cerrar de ojos yo estaba tumbada en mi cama y el portugués atacaba mis labios como si fuera nuestro último beso.

- ¿Estás completamente segura de que quieres hacer esto bonita? No me importa esperar, no te quiero forzar a nada - me preguntó apartándome un mechón de pelo de mi cara

Probablemente si me dejara llevar por mis pensamientos habría acabado diciéndole que no, pero de pocas cosas había estado tan segura en mi vida como de lo que quería en ese momento.

- lo quiero todo de ti menino - le respondí

Joao empezó a bajar sus besos hasta mis pechos y en un abrir y cerrar de ojos mi sujetador voló. Estaba demasiado preocupada en el placer que me estaba haciendo sentir como para preguntarle porque narices tenía tanta facilidad para desabrocharlos. 

Su boca empezó a dejar besos entre mis dos pechos y con sumo cariño envolvió su lengua alrededor de uno de mis pezones. Joder, sentía que tocaba el cielo en ese mismo momento. Se pasó su tiempo jugando con mis pechos, dedicándole su tiempo a cada uno y después empezó a bajar los besos por mi barriga hasta que se metió entre mis piernas.

Su boca alternaba entre mis muslos mientras dejaba algunos besos, y cuando, después de lo que a mi me pareció una eternidad, sus labios tocaron mi centro y yo estuve a punto de mandarlo todo a la mierda y pedirle que se casara conmigo. Lo hacía con tanta delicadeza y tanto cuidado que me sentía como si fuera de porcelana.

Cuando acabé y el volvió a mi altura para darme un casto beso en los labios, creo que a mi se me había olvidado hasta mi nombre. Conseguí re ubicarme y le devolví el beso mientras bajaba mi mano para devolverle el favor, pero el me paró antes de que pudiera hacer nada.

- No, no, hoy es solo sobre ti - me dijo

Creo que si no me había derretido de amor aún, acababa de hacerlo. Dios mío, quería pegarme a mi misma por dudar si era una buena idea darle una oportunidad al portugués. El se colocó en mi entrada sin entrar aun y me dio otro beso suave.

- ¿Estás segura, bonita? - se aseguró otra vez

- Hazlo, por favor - ya me daba igual sonar desesperada, necesitaba sentirlo

Entro suavemente y se quedó quieto unos segundos para que me acostumbrara, joder, creo que acababa de rozar el cielo. Joao se empezó a mover con cariño mientras me daba besos por el cuello y me acariciaba. Yo estaba literalmente una nube y no tardamos mucho en terminar.

Joder, creo que después de probar el sexo con Joao no podría volver a vivir sin esto, madre mía. El salió con cuidado de mi y se puso a mi lado, rodeándome la cintura y incitándome a a que me apoyara sobre su pecho, cosa que obviamente hice, ganándome un beso en la frente de su parte.

- Ha sido increíble - suspiré pegada a su pecho y haciéndole reír a el

- Si que lo ha sido, si

- ¿Y esto dónde nos deja a nosotros? - le pregunté sin poder contenerme

- ¿Qué te parece si nos damos tiempo para descubrirlo? - me respondió acariciándome el pelo

- Me parece perfecto - le dije dándole un beso en el pecho

Menino de Ouro - João FélixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora