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Lisa era una chica excepcionalmente inteligente, también un ser que extrañamente para su coeficiente intelectual y para su edad; irradiaba una inocencia pura como la de un niño, sin embargo era una persona muy callada y particularmente solitaria.

El último punto no pasaba desapercibido para sus compañeros de clase, que no solo se les hacía una chica rara, sino que también para ellos era una persona antipática, fría y arrogante.

Lo doloroso, era que Lisa era un ser adorable; aunque los demás no lo podían ver.

Jennie Kim observaba a Lalisa Manoban desde la distancia, fascinada por la mezcla única de cualidades que poseía. A pesar de su excepcional inteligencia, Lisa parecía estar envuelta en un aura de soledad y silencio que la separaba del resto del mundo.

Para la mayoría de sus compañeros de clase, Lisa era simplemente "la chica rara", una figura enigmática que evitaban en lugar de acercarse. Su silencio y su aparente distancia solo alimentaban los rumores y las malinterpretaciones sobre ella, convirtiéndola en un objeto de burla y rechazo.

Pero para Jennie, había algo más en Lisa que los demás no podían ver. A pesar de su apariencia reservada y su falta de interacción social, Jennie percibía la dulzura y la ternura que emanaban de Lisa como un resplandor suave y cálido en medio de la oscuridad.

Tal vez era la manera en que jugueteaba con sus dedos o la linda forma en que se sonrojaba y trababa al hablar. No lo sabía.

Ya que, en realidad, había un ingrediente secreto en Lalisa que Jennie no pudo descubrir hasta que le pidió ayuda para que le ayudase en Matemáticas:

Lalisa Manoban tenía el particular síndrome de Asperger.


N/A: Nueva historia perras, inspirada en su servidora (o sea yo) y sobre como logré extrañamente conseguir la primer y más bonita conexión, aunque no fue romántica pero anyways

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N/A: Nueva historia perras, inspirada en su servidora (o sea yo) y sobre como logré extrañamente conseguir la primer y más bonita conexión, aunque no fue romántica pero anyways.

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