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Firmar e irse

Jungkook se queda inmóvil mientras los policías lo esposaban, una expresión neutra, reflejando la incapacidad humana para accionar. Taehyung lo mira por un segundo pero le tumba la mirada de inmediato mientras deja sin ningún tipo de forcejeo que lo esposen. El sonido de la patrulla obstruyendo sus pensamientos. Era acaso esto la justicia, ¿debía dejar que se lo llevaran como si nada estuviese pasando?, el tiempo no estaba de su lado para una decisión como esta.

— ¿Que está pasando?— sale la tia gritando preocupada—, ¿Qué hacen?, ¡DÉJENLO!

Hay un forcejeo entre Nari y la Sra. Kim. Nari intentaba evitar a toda costa que la señora Kim se acercase a los oficiales.

— ¡NO!, déjenlo— Gritaba mientras intentaba que Nari le soltase—. No se lleven a mi niño, él es bueno, ¿por qué se lo llevan?

— Abu, tranquila, voy a estar bien, no te preocupes— le dice Taehyung antes de que lo subieran a la camioneta.

— Jungkook, haz algo, no te quedes ahí, se llevan a mi niño, ¡JUNGKOOK!, haz algo por favor— la señora Kim se acerca a él y lo jalonea para que reaccionase, pero Jungkook solo se quedó viendo el auto irse.

— Cada quien debe pagar por sus errores, abu, lo siento.

— Jungkook regrésame a mi niño— lo jaloneaba con firmeza—. Ve por él y tráelo de vuelta.

— Solo es la justicia— afirma de manera tangente.

— ¿De qué...?— la señora Kim cae al suelo de rodillas, se sostiene el pecho empuñando la camiseta que llevaba puesta, esto hace qué Jungkook reaccione y se ponga en alerta. Se arrodilla para estar a nivel.

— Abu, ¿que pasa?

— Es su presión, está aumentando— dice Nari mientras revisaba su pulso.

— Tráelo— susurra—, no lo quiero volver a perder Jungkook, regrésame a mi niño, él no es...— tose— malo. Por favor.

— Primero debemos ver que estes bien, abu.

— Yo estaré bien si sé que irás a sacarlo de ahí, estaré bien si lo regresas, no dejes que lo incriminen, Jungkook.

— Abu...

— Yo estaba tranquila al saber que aunque me fuese, Taehyung tendría a alguien que lo protegiese, pero ahora que veo las cosas, no puedo irme en paz, debo luchar por quedarme— le mira entristecida—. Sácalo de ahí, y tráelo, yo me encargaré del resto.

— Bien—se pone de pie—. Nari, encárgate de controlar su presión, llévala a dentro y que descanse— mira a la señora Kim con determinación—. Te prometo que cuando regrese, él regresará conmigo— besa su frente y se marcha.

La comisaría no estaba tan lejos de ahí, tal vez unos treinta y tantos minutos con tráfico, lo cual le permitió llegar rápido a dicho lugar. Llega a la comisaría y se introduce de manera inmediatamente hasta la oficina del oficial al mando, aunque los guardias le intentaron detener ya que estaba prohibido ingresar de manera forzosa, no lo lograron. Entra a la oficina y ve al detective, camina hasta quedar frente a él. En su cara se notaba la incomodidad que lo abordaba, respiraba forzado lo cual indicaba que no estaba en sus cabales. Lo primero que dice es: — Déjalo ir.

— Jungkook, eso no es algo que nos compete a nosotros— le aclara con calma el detective.

— ¿Que hizo para estar aquí?— pregunta— ¿pseudocidio?, eso no es un delito, todos tenemos el derecho a la libertad, tenemos derecho a ir y venir cuando nos plazca, así que no es un delito, en Corea una persona no se puede declarar muerta hasta después de cinco años, así que sácalo de ahí.

NEMESIS | KOOKTAEWhere stories live. Discover now