Capítulo 10 .- Final - Te amo.

349 32 39
                                    

Golpean la puerta de su habitación quizá dos minutos después de haber salido Pedri.

Muy pronto para ser él.

Gavi deja a un lado la caja, donde ya ha juntado en su totalidad las cartas de su novio.

Abre la puerta, arrepintiéndose casi al instante; son ellos.

Ferrán: Hola mariquita. - lo empuja.

Ansu: Que cochinero. - se queja.

João: ¿Y tú puta? - agrega, cerrando de un portazo, dejando a todos dentro.

Gavi: ¿Que hacen acá? Estoy cumpliendo con su condición, todo está bien. - susurra atemorizado.

Ferrán: Pues estamos cambiando un poco los planes. - se encoje de hombros el capitán del equipo.

Ansu: Sabemos lo suyo, su secretito. - completa una vez más el otro.

João: Creemos que le importas mucho al engendró ese. - susurra  paseando por el lugar.

Todo eso le repugna. No puede imaginar todo lo que han pasado juntos ahí. Le duele.

Ferrán: Ahora tu eres nuestro blanco. - aclara el más alto.

Ansu: Si te lastimamos a tí, lo lastimamos a él.

Gavi: No por favor, ¿Que quieren que haga? Lo que sea por favor, pero no nos hagan daño. - suplica mirándolos a todos.

Ferrán: Tentadora oferta. - exclama el mayor. - Gracias, pero no gracias. - ríe.

Se acerca peligrosamente a él, y suelta un fuerte golpe contra su pantorrilla derecha, que lo hace caer al suelo.

Ferrán: Ansu, sostenlo. - ordena y de inmediato el otro obedece. - No me imagino la cara que pondrá tu noviecito cuando te vea. - burla tirándole un golpe en la cara.

João: Quiero intentarlo. - habla Felix.

El bronceado aprieta su puño con fuerza, y lo estampa con rudeza en el abdomen del castaño.

Esté último comienza a toser, mientras continúan golpeándolo en diferentes zonas de su cuerpo.

Es maltratado, al punto que su cuerpo tiene algunas manchas de sangre.

Ansu lo deja en el suelo, mientras todos se unen a masacrarlo.

Ferrán: Creo que es suficiente. - ordena Torrez haciendo que se detengan.

Ansu: Debemos irnos, antes de que llegue. - aconseja, abriendo la puerta.

Ferrán: Dile a tu zorra, que lo queremos mucho, dile eso de nuestra parte. - termina el más alto, mientras sale junto a Fati.

Pero João no lo hace. Él se queda hasta el final, aún siente que no puede irse, quiere hacerle más daño.

Regresa y toma la lámpara, atacando la cabeza del castaño en múltiples ocasiones con este objeto.

João: No debiste hacerlo, maldita sea yo te quería. -  susurra entre dientes, con algunas lágrimas escapando de sus orbes.

Ferrán: ¡No! - grito, regresando por él. - João, fue suficiente. - alega alejándolo.

Ansu: Chicos, hay mucha sangre. - habla asustado el otro.

Tenía razón, gran parte del mobiliario alrededor de Gavi, estaba cubierto con su sangre.

Ferrán: Vamonos, ¡Vámonos! - grito, sacando a sus compañeros de ahí.

Las cosas se jodieron de más.

[...]

El satisfactorio sentimiento de que ha hecho las cosas bien, invade todo su cuerpo.

Tiene la obligación personal de proteger a Gavi, de personas como ella. Que crean que no merece su amor.

Después de eso, se va a hacer cargo de demostrarle, no solo a la gente, si no también a él, que es lo suficientemente capaz para estar con él.

Mientras camina, piensa en la amplia posibilidad de escapar de ahí.

Su edad ya casi es mayor, y el escaso tiempo que les queda ahí, sería en vano.

Gira sobre su pasillo, y casi quiere correr para contarle a su novio su maravilloso plan.

Escapar, robar un banco, comprar una casa, y nunca más salir de ahí. Porque es lo que quiere, quedarse en la cama con él, por siempre.

O mejor aún, evadir el robo, trabajar y comprar lo necesario para tener una vida ordinaria; salir al parque a comer helado, ir al cine con cada estreno nuevo, comer unos tacos hasta reventar y dormir en una banca solo para ver lo que se siente.

Entre más se acerca, puede notar que su teoría es cierta; la puerta de su habitación está abierta.

Su cara cambia drásticamente, al tener una mala sensación, semejante a un mal presentimiento.

Mismo que involuntariamente lo hace correr.

Sus ojos se abren con pánico, al apreciar la imagen más perturbadora que nunca imaginó.

Se tira en el suelo a su lado, sosteniendo su cabeza con ambas manos, en un intento por besarlo.

Lo consigue, mantiene su labios así solo unos segundos, pues este no le corresponde.

Pedri: Mi amor, ¿Qué te hicieron?- solloza mirando con horror lo que le rodea.

Gavi: ¿Pe-Pedri? -cuestiona con un intenso dolor cruzando por todo su cuerpo.

Pedri: ¿Que paso?

Gavi: Yo te amo, mucho mucho

Pedri: Yo te amo mucho mucho mucho más, amor. -responde secando sus lágrimas. - Pero dime a quién carajos tengo que ir a matar por hacerte esto.

Gavi: Eso ya no importa, lo importante es que tú estás bien, y así te mantendrás. Ya me encargue de eso. -susurra con una sonrisa.

Pedri: Pablo, no. - aumenta su llanto.

Gavi: Te amo mucho mucho mucho mucho mucho más, bebé. - finaliza cerrando los ojos.

Pedri: Mi amor no, no puedes irte, tenemos cosas que hacer... Una familia que construir. -murmura acostándose sobre su pecho, gritando de dolor al sentir que su corazón ya no palpita.

Se ha ido...

Como un correcaminos en el desierto; como llego, se fue.

Su cabeza le gritaba que pidiera ayuda, mientras su corazón le decía que ya no serviría de nada.

Odio San Valentín (Adaptación Gadri)Where stories live. Discover now