Capítulo 11.- Epílogo - Odio San Valentín

341 30 12
                                    

NARRA PEDRI

Me cuesta creer que todo este tiempo ya ha pasado, me cuesta creer que él ya no está más conmigo.

Quizá él tiempo que estuvimos juntos no fue mucho, pero cada que conversaba con él, sentía que lo conocía desde siempre.

No entiendo porque la vida me odia, y deshecha como basura todo lo que amo.

Dios parece querer hacerme pagar por algunas cosas que han afectado a los demás y yo he hecho, porque no encuentro otra buena razón por la cual me lo haya quitado, en tan poquito tiempo.

Mi corazón vuelve a encojerse cuando miró la linda caja que me regaló en el rincón.

Me he aconsejado a mí mismo no volver a abrirla por un tiempo, pero me cuesta mucho hacerlo; porque me gusta leer casi a diario lo que me escribió.

Quitó la tapa, y saco el primer sobre que mi mano alcance a agarrar.

Tiene algunas gotas de sangre, y aunque incluso al inicio me molestaba, con el pasar de los últimos días dejó de incomodarme.

Y es qué, todas mis cartas están igual, en específico el sobre amarillo en cuál me pedía ser su novio; este está más manchado que todo.

Leo una vez más, aquellos poemas que él mismo me compuso. Mismos que estoy memorizando de tanto que los repito.

Mis ojos vuelven a nublarse con mis lágrimas, impidiéndome seguir.

Me abrazó a mí mismo con toda la fuerza que me queda, oliendo mis mangas, pues traigo puesta una de sus sudaderas. Huele a él.

Posiblemente me consideren como un demente por usar todas sus cosas para vestirme, no me importa que me queden un poco chicas, o que quizá me vea mal, tampoco que tengan posibles manchas debido a que no las he lavado porque su olor va a irse. No importa simplemente porque son de él; Pablito, mi Gavi.

Mi ahora amigo, me ha dicho que es malo que yo me apegue a sus cosas, porque me creará una especie de obsesión que luego ya no podré controlar. Pero me importa un carajo.

Presiento que todo es un mal sueño, una pesadilla de 30 días de la cual quisiera salir, y que pronto abandonaré.

Seco mis mejillas, y un poco más dispuesto, me levanto al espejo.

Me veo del asco. Miró mi cuerpo reflejado y luzco extremadamente mal, intento sonreírle a mi reflejo, pero no puedo hacerlo. No siquiera puedo engañarme a mí mismo.

Lanzó mi maleta casi completa a la cama, y abro el cierre para meter lo último.

Observó mis dos peluches sobre mi escritorio, y suspiró.

Que irónico, ¿No? Las dos personas que más he querido, me dieron un peluche antes de abandonarme, de dejarme solo.

"Antes de morir."

Los tomo a ambos, y los guardo en mi mochila, para acto seguido cerrarla.

Solo queda esperarlo.

***: ¿Listo? - cuestiona abriendo la puerta.

Pedri: Larguemonos de acá. - respondo, tomando la otra maleta; donde están las cosas de Gavi.

Nos vamos a ir, escapar. Vamos a adelantar lo que en pocos meses va a pasar.

Odió este lugar, odió a la directora, odio a los chicos, odió a quien sea que me terminó de desgraciar la vida...

***: ¿Quieres apurarte? - ordena el chico, mientras bajamos la escalera.

Pedri: Ya voy Fermín. - intento calmarlo.

... Simplemente... ¡Odió San Valentin!

Odio San Valentín (Adaptación Gadri)Where stories live. Discover now