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Capítulo 208

Lecciones para evitar a los ladrones: Shen Ruo le dio "una cachetada" a Shen Xinniang

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Aunque A Fu era el gerente nominal de Lan Shan, sólo lo era por el ascenso de su joven maestro y porque le había servido desde niño.

Era cierto que era analfabeto, pero no lo era del todo. Sólo podía reconocer las cifras de dinero del libro de cuentas y los nombres de los distintos materiales de las joyas.

Lan Fan y Lan Zhao fueron a mirar de nuevo el papel de aceite en la mano de A Fu, en el que éste también dormía profundamente y tenía la boca abierta.

Este cuadro se llama "Los sueños ebrios de A Fu".

Shen Ruo, el gran pintor, había pintado a los tres con un solo trazo.

Lan Zhao esperó la oportunidad de arrebatar el dibujo de la mano de su primo, pero Lan Fan lo sujetó con fuerza y se negó a dárselo.

Estás bromeando. Su propio dibujo aún está en manos de Lan Fan. Su primo es un bocazas y le gusta presumir de cosas. Si lo muestra, ¿perderá prestigio como joven maestro de la familia Lan?

Lan Zhao no pudo conseguirlo, así que respiró un poco. El dibujo de A Fu estaba en sus propias manos, ¡pero Ruo ge'er le había dado su propio dibujo a Lan Fan!

Su primo parecía amable y encantador por fuera, ¡pero en realidad estaba podrido y era malo por dentro! Definitivamente quería mostrar la pintura a otros. 

Pero, afortunadamente, también tiene el suyo en la mano. Si se trata de avergonzar, ¿quién tiene miedo de quién? 

A Fu miraba desde un lado, animando a su joven maestro de vez en cuando.

—Ya casi llegamos, ¡vamos, joven maestro!

—¡Hazle cosquillas! ¡Hazle cosquillas en las axilas!

—¡Sí, pellízcalo!

Lan Zhao estaba furioso y gritó: 

—¡A Fu, eres desalmado!

Los ojos de Lan Fan se volvieron hacia el lado de A Fu.

—¿Eh? —Lan Zhao gritó. 

A Fu inmediatamente sacó una pieza de plata y se la lanzó a Lan Zhao, y declaró de corazón a Lan Fan: 

—Lo siento, joven maestro, no me atrevo a aceptar tu recompensa.

Lan Zhao: ......

Aunque primero ocurrió un escándalo, finalmente los dos intercambiaron de magdalenas.

Ambos intercambiaron al mismo tiempo, para tomar sus propios dibujos, y sólo después de haberlas tomado en sus propias manos, se calmaron.

Abrieron el papel y lo miraron detenidamente.

El dibujo de Ruo ge'er era realmente bueno, el cabello era delicado, la expresión era vívida y realista, uno podía ver quién era la persona del dibujo y qué estaba haciendo.

Si la persona del dibujo no fuera él y no mostrara tales expresiones y movimientos, entonces sería aún mejor.

Lan Fan y Lan Zhao pensaron en un raro entendimiento tácito: La pintura es muy buena, pero no la vuelvas a pintar.

Hay dos brotes, cada uno mostrando una rama.

El fervor se desvaneció, la familia Shen volvió a la calma, todos estaban cansados después de todo un día de ajetreo.