Te Amaré Siempre III🎨

60 13 0
                                    

Inojin salía de su departamento aquella mañana disponiéndose a ir al trabajo cuando recibió un mensaje de su jefe a su celular, en el cual le decía que acababa de ser despedido, pero no le decía los motivos.

Aquello tomó a Inojin desprevenido. No daba crédito a lo estaba leyendo, por tal razón se quedó allí sin moverse siquiera. De repente todo se le vino abajo, sin trabajo ya no tendría dinero, no podría pagar el alquiler de su departamento ni nada. No era un aristócrata como su novio. Ni siquiera podría volver a la universidad.

En esos momentos unos brazos lo rodearon devolviendolo al presente. Era Code, su posesivo novio quien lo presionaba contra su duro cuerpo, provocando que el rubio se ponga tenso. Los labios de Code rozaron su oreja derecha, aquello provocó un leve temblor en el rubio quien cerró los ojos con pesar intenso.

- Descuida mi amor, tu jefe cedió ante la cuantiosa suma de dinero que le ofrecí. Pero no te preocupes por tu carrera, ya que con gusto te la pagaré.

Code lo sujetó con fuerza y lo volteó para mirarlo a los ojos con dureza, provocándole a Inojin un miedo intenso.
-¿Qué? ¿Y por qué harías algo así?

- Cómo que ¿Por qué? Eres mi novio Inojin, mío propio. Te voy a brindar todo lo que el dinero pueda comprar. Tú solo debes obedecerme en todo y jamás te faltará nada. Mi amor. Ahora iremos a almorzar juntos.

Inojin sintió cómo Code lo abrazaba con fuerza al punto de sentir sus huesos crujir. Se quejó debido al dolor tanto físico como moral. Estaba atrapado y sin salida. Sin preguntárselo, Code se lo llevó al interior de su limusina prácticamente arrastrándolo.

Inojin sentía que le faltaba el aire, cuando Code lo soltó él se alejó lo más que le resultó posible de ese loco. Esto solo le causó gracia a Code quien sonrió burlistamente.

El rubio abrió la ventana, y respiró bocanadas de aire intentando reponerse. Pero Code lo sujetó con fuerza entre sus brazos y lo besó con violencia al tiempo que la ventana se cerraba. La limusina se perdió en la autopista.

Tres horas después Inojin estaba en uno de los anfiteatros de la universidad en uno de los asientos del fondo, lejos de todos y de todo. Intentando pasar desapercibido. Code lo violó durante dos horas seguidas riendo como una hiena, mientras le recordaba lo afortunado que era siendo su novio.

Se restregaba una y otra vez los brazos y las.piernas sintiendo asco de su propia persona. Se sujetó la cabeza con su mano derecha, cerrando sus ojos con intenso pesar. Cuando sintió que ya no pudo más, colocó todos dentro de su mochila y salió del anfiteatro.

Se dirigió al baño, donde entró y vomitó todo lo que había almorzado. Estaba pálido y demacrado. Mientras las imágenes de lo vivido impregnaban su mente, la repulsión lo invadía obligándolo a vomitar más aún llorando amargamente.

Cuando ya no tenía nada en el estómago, se lavó la boca para quitarse el mal sabor. Luego se lavó la cara para respirar profundo. Necesitaba relajarse y recuperar el control, para colocarse nuevamente la máscara de sonrisa y alegría perfecta.

Mirándose al espejo practicó su respiración hasta que fue normal otra vez. Se arregló los mechones rubios y tras colocarse la mochila en su hombro derecho salió del sanitario.

Nadie sabría la verdad sobre lo que en verdad estaba pasándole por dentro si lo veían. No obstante tenía ojeras que lo delataban. No sentía deseos de seguir en la clase, por lo que decidió irse a su departamento.

Code se le presentó cuando Inojin salía de la universidad, le habían avisado de su ausencia en la clase que le correspondía. El pelirrojo tenía al rubio vigilado completamente.

- ¿Dónde vas mi amor? Tienes clase aún ¿Lo olvidaste?
- No tengo ganas de ir y me voy a casa.

Code sonrió al tiempo que lo sujetaba entre sus brazos con posesivo interés.
- En ese caso vamos a mi auto a divertirnos en grande.
- No - Inojin se hizo soltar - No tengo ganas de ir contigo, ya no. Al menos por lo que queda del día.

Pero Code no estaba acostumbrado a recibir negativas por lo que lo arrastró a su auto donde lo arrojó dentro con cierta violencia. Una vez dentro colocó el seguro consiguiendo que Inojin no pueda salir.

- Listo amor, jamás debes negarte a mis órdenes. Lo sabes.
- Code por favor ya basta.
- No, jamás bastará.

Los vidrios del auto eran polarizados, por lo que Code se ocupó de practicarle otra vez el sexo rudo. Durante una hora estuvieron en el auto. Inojin cerró los ojos para soportar aquello que esa bestia le hacía.

Luego de ese tiempo, Code le permitió salir y hacer lo que quiera. Ya había cumplido su propósito, que era marcarlo como suyo haciéndole saber que era su dueño.

- Vete Inojin, vuelve a tu casa solo. Nos vemos otro día amor.

Sin responderle el rubio bajó del auto y se alejó. Code tenía que asistir a una cena de su clase social, y ya iba tarde. Pero no podía mantenerse alejado del cuerpo de Inojin. Su auto se perdió en la noche.

El rubio se fue alejando de la universidad caminando con su mente en blanco, siempre quedaba mal luego de hacerlo con Code.

Había caminado bastante cuando un auto se detuvo, era Shikadai quien le pidió que subiera ya que lo acercaría a casa. Inojin siguió caminando sin siquiera mirarlo. Su mente volvía a hacer contacto con la realidad, pero no se sentía lo suficientemente bien como para detenerse y mirar a esa belleza oscura aristócrata.

Pero Shikadai detuvo el auto y se bajó para encararlo, el rubio se negó a mirarlo pero Shikadai lo abrazó con ternura, hecho que tensó a Inojin.

- ¿Qué....qué?
- Shhhhh tranquilo hermoso, ven conmigo. Te juro que no te lastimaré.

Inojin le respondió aquel abrazo con otro más tierno y sin poder soportarlo más, empezó a llorar y a temblar. Shikadai lo llevó a su auto donde lo abrazó otra vez, cobijándolo con su calor.

- ¿A dónde quieres que te lleve Inojin?
- A dónde sea con tal de que él no me alcance.
- ¿Él?
- Mi...mi novio....mi dueño...
- ¿Tu qué?
- Mi dueño...solo...solo...

Shikadai lo abrazó con intensidad ya que no sabía por qué pero quería ayudar a esa hermosa belleza rubia que brillaba como el sol mismo, pese a los continuos intentos que los demás hacían por apagar.

Shikadai lo abrazó con intensidad ya que no sabía por qué pero quería ayudar a esa hermosa belleza rubia que brillaba como el sol mismo, pese a los continuos intentos que los demás hacían por apagar

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.





 Shikadai x Inojin ~ Shikadai x BorutoWhere stories live. Discover now