𝟬𝟬𝟴 | A girl and her dragon

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El largo y solitario vuelo la hizo pensar en su situación, el frío de la noche la golpeaba sin piedad y podía notar como Aeryx empezaba a mostrar signos de cansancio, lo cual la estreso un poco.

Evitó mirar hacía abajo, la posibilidad de caer al mar la aterraba, estaba siendo un largo viaje, no le sorprendería si el sol empezaba a salir.

Hubo un cambio de planes, no iría a los brazos de Rhaenyra ni de su familia, iría a estrellarse de cara contra una ciudad que no conocía, lo decidió antes de salir de la Fortaleza, cuando su tristeza se convirtió en ira y su orgullo empezó a molestarla. Era tonta y mentiría si dijera que no empezó a preocuparse cuando sobrevolo su destino original, el viaje le daba suficiente tiempo para empezar a maldecirse por esta decisión tan apresurada.

Pero su enojo ganó y no permitirá caer de nuevo junto a alguien que le dio la espalda, talvez solo era el momento o el hecho de que no le llegaba oxígeno al cerebro pero ella tomo la decisión de dejar de perseguir a su hermana, al menos darse un tiempo para hacer algo que la beneficiará a ella, o simplemente morir en el intento.

Daenys no dudaba de si misma, jamás le dio la espalda a un verdadero reto, sabía que no moriría en esto, que los dioses la maldijeran si eso llegaba a ocurrir, la mera idea la hizo avergonzarse.

El suave rugido de Aeryx la hizo volver a la realidad, observó la luna, tan brillante y majestuosa como siempre, las escamas de su dragón brillaban ligeramente con la luz de la noche y ella sonrió para el. Se aferro a la silla de montar cuando vio la ciudad frente a ellos, brillante y desconocida.

Lys fue la primera opción, luego pensó en Braavos, pero finalmente voló a Pentos, era la opción más sencilla, más rápida, Pentos ya había recibido varios Targaryens a lo largo de los años, pero ella no pensaba llamar la atención en esta ciudad.

Su estómago se revolvió mientras Aeryx subía hasta ser ocultado por las nubes, estaba aquí, se llevó una bolsa llena de monedas de plata, las cuales probablemente se irían en solo la comida, pero ella se sintió satisfecha.

Sobrevolo el lugar, intentando mirar hacía abajo y reconocer algo, todo era nuevo, las torres cuadrangulares, los edificios de ladrillo, los puesto de comercio y la cantidad de gente que había, incluso si era de noche.

No tenía idea de como haría pasar desapercibido a su dragón, pero por el momento su mayor preocupación era donde quedarse, sería demasiado evidente que un dragón se ocultará en el techo de una torre, todos sabrían que ella está ahí, además no había suficiente espacio para Aeryx.

Aunque Pentos era poblado, era la ciudad más cecana a Desembarco del Rey, por lo cual debía mantener un perfil bajo si no quería revelar su paradero a su padre o a Rhaenyra. Una parte de ella sentía que no les importaría del todo si la noticia llegaba hasta ellos.

Finalmente vio un posible lugar para descansar y le indicó a un Aeryx cansado y molesto donde decender.

Las colinas de Terciopelo.

Un poco alejadas de la ciudad, al este de Pentos y con un río cerca, podían llegar a ser un buen lugar para su dragón.

Aeryx soltó rugido al tocar tierra de nuevo, el corazón de Daenys latía a mil por hora. Este era un nuevo comienzo, un nuevo reto que estaba dispuesta enfrentar con la cabeza en alto, incluso si en el fondo estaba asustada, Pentos estaba frente a ellos y no sabía que esperar de esta nueva ciudad.

Soltó un suspiro mientras bajaba de la silla de cuero, la bestia se tumbo rápidamente en el suelo, acercando su cabeza hacía su jinete, gruñendo y quejándose con esta.

Sentía los ojos rojos del dragón sobre ella, sabía que estaba irritado, sus rugidos eran claros, acarició su costado para intentar calmarlo lo cuál solo lo hizo sacudir la cabeza. Aeryx era gruñón y apático, lo fue desde que era una cría, no era sorpresa que el cambio de ambiente lo molestará pero había algo más. El podía sentir su preocupación, su miedo, su duda por la elección que estaba tomando, sabía que estaban en un lugar completamente seguro, pero aun así se sentía incómodo, ansioso.

𝗗𝗥𝗔𝗚𝗢𝗡'𝗦 𝗛𝗘𝗔𝗥𝗧 | Rhaenyra TargaryenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora